Ante el avance comercial de China, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el lanzamiento del “Plan México”. El secretario de Hacienda y Crédito Público es el encargado y lo fue a presentar a funcionarios de Estados Unidos. Esperamos que Rogelio Ramírez de la O dé a conocer los detalles próximamente en alguna de las “mañaneras” en Palacio Nacional.

En palabras del presidente de México, el objetivo es “integrar más la economía, impulsar el desarrollo industrial en América del Norte, en una primera etapa, y en todo el continente americano posteriormente”. La conferencia de prensa del martes 21 de diciembre en Palacio Nacional fue muy reveladora de la visión de López Obrador sobre las relaciones internacionales de México. Por eso vale la pena examinar diez ideas, en sus palabras textuales, que podrían convertirse en una peculiar “doctrina AMLO”:

  1. “Se tiene un mercado interno muy fuerte, una capacidad de consumo mucho mayor que la que se tiene en Asia. En Asia el ingreso per cápita es de alrededor de cuatro mil dólares y en América de 18 mil dólares, hay mucha capacidad de consumo”.
  2. “Tenemos la ventaja de la cercanía, del ahorro en flete, desarrollo tecnológico, muchos recursos naturales y algo que es esencial: tenemos fuerza de trabajo, mano de obra joven; ese es un problema que ya tienen en Asia y en China, lo de la falta de fuerza de trabajo joven. Entonces, nosotros pensamos que hay que impulsar este plan porque no basta con estar haciendo diagnósticos de que está creciendo cada vez más Asia, que está creciendo China, que, en efecto, si no se fortalece la economía en América del Norte, en 30 años China va a tener dominio por completo de la economía y del mercado mundial”.
  3. “Y a nosotros, independientemente de la cuestión económica-comercial, no nos conviene una hegemonía de ningún país porque, si no hay equilibrios, se van a querer resolver esas disparidades con el uso de la fuerza, con lo bélico, y nosotros queremos que haya equilibrio para que haya paz”.
  4. “Esto ya no nos va a tocar posiblemente a nosotros, pero las proyecciones que se hacen es que en 2050, si no hay un fortalecimiento de la economía de América del Norte y de América, China va a tener el dominio económico comercial del mundo, y eso no consideramos que sea conveniente”.
  5. “También, no se trata de cerrar nuestras economías o la región al comercio internacional, ni de crear aranceles a mercancías del extranjero, ni mucho menos de guerras comerciales, sino de fortalecer la economía, porque ahora lo estamos viendo, es lamentable que no haya electrodomésticos. Nosotros llevamos un año queriendo entregar todos los electrodomésticos, los enseres a damnificados, ya pagado, en el caso de Tabasco fue hace un año la inundación y todavía nos faltan quince mil refrigeradores y 60 estufas. Claro, ya hemos entregado como 180 mil, pero no hay”.
  6. “Y los puertos del Pacífico están saturados de mercancías de Asia. ¿Qué, no podemos producir nosotros los electrodomésticos? ¿Qué, es mucha ciencia, mucha tecnología? Pero eso requiere de un plan, o sea, no es sólo dejarlo al mercado”.
  7. “Si China ha crecido es porque tienen una planeación de su desarrollo, planean para el corto, para el mediano, para el largo plazo. Ya estoy seguro de que están imaginando cómo va a ser China en lo económico, en lo social en el 2050. Y la pregunta es: ¿esto mismo se está haciendo en América del Norte? ¿En América? No, no. Entonces el planteamiento de Rogelio va en ese sentido”.
  8. El reportero de SDPNoticias le preguntó: “¿sería como una especie de sustitución de importaciones regional?” El presidente de México respondió de inmediato: “sí, sí, incluso incluye inversiones y créditos para sustitución de importaciones para alentar el desarrollo industrial. No sólo es el que empresas que están en China se vengan a México o América del Norte así, de manera aislada, sino todo es un plan con estímulos y además con todas las ventajas que significa América del Norte. Yo creo que el haber suscrito de nuevo el tratado en el caso de México nos ha ayudado mucho, tenemos garantizado que van a llegar inversiones de todo el mundo a México y esto significa empleos y significa bienestar”.
  9. “Pero hay que hacer el plan y desde luego incluir lo migratorio, ordenar el flujo migratorio. No se puede crecer en un plan de esta naturaleza si no se tiene fuerza de trabajo. Ahora en Estados Unidos no hay choferes, no hay operadores, tienen necesidad de fuerza de trabajo. Entonces, no es estar deteniendo a migrantes, sino ordenar el flujo. Hay mecanismos que deben de consolidarse, como las visas temporales, de acuerdo también a las necesidades de producción”.
  10. “Es un plan general, no es lo espontáneo, no es dejar todo al mercado, para eso es el Estado y, en este caso, el que se pueda hacer una planeación conjunta de mediano y de largo plazo”.

Mientras Ramírez de la O presentaba el “Plan México” en Estados Unidos, por la retaguardia, la República Popular China seguía penetrando en Centroamérica. El 9 de diciembre, Nicaragua rompió lazos diplomáticos con Taiwán y los estableció con Beijing. La presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, prometió en su campaña que establecería relaciones formales con Beijing. El presidente guatemalteco Alejandro Giammattei no fue invitado a la cumbre estadounidense sobre democracia de hace unos días. Guatemala podría alejarse de Taiwán.

¿Contrarrestará Estados Unidos ahora la expansión de la influencia de la República Popular China? En 2019, Washington impidió una inversión china en un proyecto portuario salvadoreño, después de que San Salvador había roto lazos diplomáticos con Taipei.

Ahora China invirtió ya en La Unión, un puerto de aguas profundas en el Golfo de Fonseca, y en zonas económicas especiales para apoyar a exportadores, operadores portuarios, empresas de logística y empresas de construcción chinas. Esto permitiría también una presencia naval china. Todo indicaría que China tiene como objetivo establecer una infraestructura básica en nuestro hemisferio, lo más cerca posible de Estados Unidos, para apuntalar su poder militar y su capacidad de inteligencia. Esto cambiaría el equilibrio de poder militar centroamericano. El Salvador podría transformarse en un puesto de avanzada del poder chino en la región.

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La Secretaría de Relaciones Exteriores tendrá más trabajo en el Triángulo del Norte de Centroamérica. Al tráfico de drogas, la trata de personas, la migración, habría que añadirle ahora la mayor presencia China. Beijing podría convertirse en el moderador de los conflictos entre Honduras y El Salvador.

Sanciones y recriminaciones de Estados Unidos a algunos altos funcionarios centroamericanos ha convertido a China en un socio atractivo para los gobiernos que se resisten al impulso de Washington para abordar la corrupción y el retroceso democrático. Beijing les ofrece un respiro de la presión de Estados Unidos, una estrategia que incluye también un salvavidas económico.

China, al perseguir sus intereses económicos y estratégicos, podría apoyar a los populistas autoritarios en el poder. Esto pondría en riesgo la democracia en la región. Y nunca debemos olvidar que Centroamérica es el primer círculo de la seguridad nacional de México.

Javier Treviño en Twitter: @javier_trevino