En plena era de la “tecnología de la información”, durante la cual el dominio de EU y el “Valle del Silicón” en la tecnología a nivel mundial se extendió prácticamente sin competencia durante espacio de tres décadas comienza a desvanecerse ante el avance chino en este sector.
El gobierno encabezado por el Partido Comunista de China tomó la trascendental decisión de crear una “gran muralla” digital que previno la desestabilización de su sociedad mediante la difusión de “fake news” y la organización de las cada vez menos efectivas “revoluciones de color”.
A su vez, este proteccionismo permitió el desarrollo y florecimiento de sus propias empresas tecnológicas y servicios, nombres cada vez más conocidos en este lado del océano pacífico: Ali, ByteDance, Tencent y un largo etcétera.
El dominio, que parecía eterno, de las empresas estadounidenses en el apartado de tecnologías de información, en especial en los valiosos ramos de comercio electrónico y redes sociales, no está por terminar. Ya finalizó.
Según un artículo publicado recientemente en The Wall Street Journal, 4 de las 5 apps más bajadas en dispositivos en los Estados Unidos son de origen chino.
Las aplicaciones son Temu, principalmente para venta de ropa y accesorios; Shein, también del mismo ramo; CapCut, para edición de video y TikTok, la red social más popular entre los usuarios jóvenes.
La quinta app más popular en EU es Facebook, que pese a su nada despreciable base establecida de usuarios, se encuentra con un crecimiento nulo, avejentada y con un bajísimo nivel de uso entre los jóvenes.
Con este contexto, no debe sorprendernos el “pánico moral” que políticos estadounidenses están creando en torno a TikTok en su país. No es que les importe, realmente, la buena o mala influencia de la app entre sus usuarios. Es, simplemente, una cuestión de negocios. Silicon Valley y su cultura ya no son lo que fueron apenas la década pasada.
Como muestra está el nuevo dueño de Twitter, Elon Musk y su destrucción del sitio en unos cuantos meses.