El Fondo del Meollo
En Las Vegas apareció Amaury Vergara, dueño de Chivas, en una zona exclusiva para VIP. Estaba junto con Carlos Bremer, empresario que patrocina a decenas de atletas a cambio del manejo de sus fondos de inversión. Dos figuras del deporte que nada tienen que ver con la actividad atlética, de los que están atrás, de los que ponen el dinero pues.
Ambos, entre otros privilegiados fueron a felicitar a Saúl Álvarez por su victoria sobre el boxeador asiático Gennady Golvkin, el famoso GGG a quién Canelo derrotó por decisión unánime en la arena T-Mobile. Y esto no tendría ninguna importancia, al final el propietario de Chivas puede hacer lo que se le pegue la gana, pero fue solamente una hora y media después de ser humillados por el América en el Estadio Azteca.
Una imagen generada en TUDN donde aparece Vergara, con una gorra que suele utilizar en los partidos de su equipo, el que le heredó su padre, Jorge Vergara. Un equipo que ha navegado sin rumbo, donde los mandos medios se lo han “apropiado” y donde el desinterés de su dueño es evidente. No se podría ni pensar que Emilio Azcárraga no acuda a un Clásico Nacional y seguramente tiene más invitaciones y ocupaciones del también CEO de Omnilife. Es un mensaje pésimo a sus cientos de miles de aficionados que habían despertado de un letargo deportivo, porque ahí, a cuenta gotas, de a poquito se acercan a una fase final.
Chivas fue humillado por su propio dueño. No podría hacer algo para evitar la derrota contra el América, eso es evidente, pero de ahí a no apoyarlos físicamente, estar con ellos en las buenas, en las malas, en las regulares, solamente demuestra que el equipo de futbol no está en sus prioridades.
El conformismo de Chivas sigue siendo su principal característica. El dueño se conforma con directivos grises que lo único que pueden presumir en los últimos tiempos es clasificación a repechajes, ese gravísimo invento de la Liga MX que tapa los fracasos deportivos de una temporada. Hoy Chivas, para sus jilgueros, no juega mal al futbol, pero eso sí, no gana.
Vergara debió dejar la invitación para ver al Canelo. En día de Clásico se debe estar, no hay más remedio, aunque la prioridad no sea el futbol.