Bienvenidos amantes de la gastronomía. Con la entrada del mes decembrino, las temperaturas comienzan a caer, las tardes se vuelven más frías y muchas veces requerimos de una bebida caliente para restituir el cuerpo, ¿y por qué no? hasta el alma.
El chocolate es uno de nuestros regalos al mundo. Su nombre proviene del náhuatl xocolatl, y el producto se obtiene de la mezcla de la manteca de cacao. Se tiene registro de que ya se cultivaba hace más de 3 mil años, por los pobladores de Mesoamérica; fueron los Olmecas, en la zona de La Venta, Tabasco, los primeros en crear una bebida con cacao molido y agua caliente. Y bueno, con la llegada de los españoles, se incluyó la leche en su elaboración.
No importa el estilo de chocolate, hay para todos los gustos. Se puede beber frío, caliente, puede ser amargo, dulce, con sal, con menta, con naranja e incluso con chile. Hay maestros chocolateros que hacen verdaderas joyas con el chocolate, pero también el chocolate rústico es delicioso, y suelen mezclarlo de manera artesanal con Jamaica, tamarindo, café de olla, canela e incluso incorporarle flores comestibles.
Ahora bien, aunque el café no es un producto originario de nuestro país, sí se cultiva y tenemos muy buen café en zonas como Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Se ha integrado muy bien a nuestra vasta gastronomía, y un ejemplo es el café de olla, cuya preparación consiste en hervir directamente el café, y aparte en una olla se pone canela, piloncillo -también conocido como panela- y ralladura de naranja, clavos de olor y anís al gusto. Una vez que esto hierve se le incorpora el café y se deja reposar, y posteriormente se puede servir.
Una buena taza de chocolate caliente, o un buen café, siempre se agradecen y más en estos días en vísperas de la llegada del invierno; por eso los invito a que asistan este 3 y 4 de diciembre al “Café y Chocolate Fest” en su dieciseisava edición.
El lugar que alojará este festival será en el Palacio de la Autonomía de la UNAM, ubicado en la calle de Lic. Primo Verdad 2, Centro Histórico, en un horario de 11:00 de la mañana a 8:00 de la noche, y la entrada es gratuita.
Los organizadores nos dicen que si queremos ir será obligatorio el uso de cubrebocas, y se aplicarán medidas de sana distancia. Esto por la salud de todos, y no está por demás, con estos aires fríos que hemos tenido en la ciudad más vale cuidarnos entre todos.
Habrá por supuesto venta de productos directamente de los artesanos y productores de café y chocolate; las ventas que se realicen estos dos días irán al programa de becas de la Fundación UNAM.
Se llevará a cabo una ceremonia del cacao y catas de café; para despertar nuestras emociones a través de los sentidos habrá un emocionarama, así como chocolatería literaria y cafés filosóficos.
¿Quién no ha filosofado frente a una buena taza de café?, ¿cuántas veces en nuestra juventud no tratamos de arreglar al mundo mientras bebíamos un capuchino caliente? Pues se tendrán pláticas con especialistas, talleres, y también habrá presentaciones de libros, conferencias sobre el mundo del café y del chocolate, además de música.
Aprovechen este fin de semana para ver los decorados navideños del centro y pasar un buen rato, ya sea ante una taza de… ¿café o chocolate? ¡Qué difícil decisión!. Ustedes estimados lectores ¿qué prefieren?
¡Bon appétit!
Cat Soumeillera en Twitter: @CSoumeillera