El día de hoy el presidente de México rendirá su penúltimo informe de gobierno. Cinco años donde no se cambio absolutamente nada y por el contrario, los problemas que prometió atender, corregir o erradicar, se agravaron, lo peor es que en el año que queda poco o nada se podrá hacer ya que todo se concentrará en el proceso electoral.
La autollamada “Cuarta Transformación” pasará a la historia como un absoluto fracaso.
En su quinto informe AMLO debería dar cuenta de todo lo que aseguró que resolvería su gestión, sin embargo, sus promesas quedaron sin cumplir y estamos peor que antes.
Se comprometió a acabar con la corrupción, la violencia, la inseguridad, mejorar el sistema de salud, desmilitarizar al país, generar infraestructura con rentabilidad social, rescatar a Pemex y a CFE y acabar con el nepotismo, entre muchas otras cosas, pero los datos duros, no relatos ni propaganda, sino la realidad, lo pone en evidencia.
El primero de septiembre coinciden dos eventos importantes, por mandato constitucional el presidente debe rendir el informe sobre el estado que guarda la nación, y es el inicio del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, por ello el presidente tendría la obligación moral, republicana y democrática de acudir a la sede del Congreso, AMLO no lo cumple.
Acto propagandístico
En tiempos de la 4T el informe no es más que un acto propagandístico de promesas y de arengas, en ninguno de los cuatro anteriores se ha rendido verdaderamente cuentas. Un claro desdén hacia el cumplimiento de la ley y la forma de evadir dar explicaciones de lo marginal de sus resultados.
Hay situaciones inexplicables para un jefe de Estado en las que ha incurrido, como en su cuarto informe cuando irresponsablemente afirmó: “La construcción de 40 mil 516 kilómetros de carreteras”. Cifras tan mentirosas como inverosímiles, si se compara su dicho con un dato real, encontramos que la circunferencia de la tierra mide un poquito menos de apenas 40.075 kilómetros.
Corrupción
La corrupción es de los peores flagelos que padece México, al inicio de su gestión AMLO aseguró: “El 1° de diciembre termina la historia trágica de corrupción e impunidad; inicia una nueva etapa sin perdón para corruptos”.
Tristemente, corrupción, nepotismo e impunidad han sido el sello de la 4T, para ejemplo un botón. El desfalco en Segalmex por parte de Ignacio Ovalle superó a la Estafa Maestra. Los contratos de Pemex a su prima, las negociaciones de su nuera, la hija de su secretario particular con empresas petroleras, su hijo y la casa gris.
Pero la medalla se la lleva Pemex: “Una investigación de MCCI, en la que se revisaron 2800 contratos, por un monto de 289,000 MDP, reveló que el 90% de los procesos de compra presentaron anomalías como falsa competencia, alta concentración en un solo proveedor, procesos discrecionales mediante invitación restringida o adjudicaciones directas. Se sabe también de negociaciones con empresas fantasmas, compra de pipas que nunca se entregaron, otorgamiento de contratos a familiares de AMLO, como a Felipa Obrador” (Nexos).
El IMSS entregó contratos al hermano del director, Zoé Robledo, y en plena pandemia el hijo de Barttlet vendió ventiladores a sobreprecio.
En la Conade, Ana Gabriela Guevara fue denunciada por irregularidades en el manejo de los recursos del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento para desviarlos a empresas propias.
Energía, Rocío Nahle entregó por adjudicación directa a su “compadre” un contrato para acondicionar los terrenos de Dos Bocas.
CFE, Manuel Bartlett entregó un multimillonario contrato a Raúl Salinas, director adjunto de IUSA de Carlos Peralta para más del 80% de los medidores de la paraestatal.
Pio López Obrador apareció en un video recibiendo efectivo de David León Romero, quien esperaba convertirse en el zar de las medicinas.
Superdelegados, Amílcar Sandoval fue acusado de desviar recursos públicos y de programas sociales a su campaña y Carlos Lomelí de Jalisco, se benefició de la venta de medicinas a la 4T.
Impunidad
AMLO cerró la puerta al INAI y protegió y premió a los corruptos. A Nacho Ovalle le dio un importante cargo en Segob, a su prima le siguieron dando contratos, a su hijo le siguieron dando casas en Houston y en Coyoacán. Al director del INM lo dejaron en su cargo después de la tragedia de los migrantes.
Bartlett, Nahle, Zoé, Esquer, Guevara, Ovalle, Crescencio, sus hijos, sus hermanos, sus primos y un largo etcétera, son “intocables” y prefirió destruir al INAI y al sistema de transparencia, para evitar rendir cuentas.
Lejos de rescatar a Pemex y CFE las ha dejado al borde de la quiebra, con deudas insostenibles que repercutirán al corto plazo en las finanzas públicas. Pasamos por una crisis energética con apagones permanentes y falta de electricidad, y la matriz energética se basa en combustibles fósiles que dañan el medio ambiente y afectan el cambio climático.
Así, llega el presidente a su quinto informe, sin hacer frente a la realidad, lanzando mensajes propagandísticos en los medios y negándose nuevamente a acudir al Congreso a rendir cuentas, cobardemente prefirió irse a refugiar a Campeche.
Twitter: @diaz_manuel