“El verdadero cínico, el cínico de nacimiento, sólo reconoce la fidelidad a sí mismo”.

PEDRO JUAN GUTIÉRREZ

Es para afectarme

Ante el fusilamiento (ejecución, ajusticiamiento y anexas) en Michoacán, el presidente de la nación clama… ¡que todo es un ardid contra él!

Perdón, pero no creo que la gente se deje matar para dañar a López Obrador; me parece, en cambio, que no era su intención resultar victimados ni que el Ejecutivo federal terminara afectado…

Pero hablemos de afectación: el que clamó que acabaría con la corrupción y el nepotismo, vive rodeado de ellas. La de sus funcionarios, la de sus familiares (¿hace falta mencionarlos por nombre y apellidos?).

Frente a esto, al mandatario solo le ha quedado actuar cínicamente; ondear un pañuelo blanco —muy manchado gracias a las obras de su gente— y que ahora simboliza el limbo donde se mueven los corruptos de su sexenio.

Daño auto inflingido

Ante las obras mal hechas y/o contraproducentes para el país, la cínica solución es decretar que todo es tema de ‘seguridad nacional’. Con ello se prohíbe destapar la inmundicia.

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La ASF señala que más del 80% de las compras del gobierno federal son vía adjudicación directa —asignaciones en las que no media concurso— precisamente lo que Andrés Manuel —de una manera por demás cínica— fustigó de administraciones pasadas.

Increíblemente, pide ‘abrazos y no balazos’, pero azuza la violencia en contra de los periodistas todos los días.

Y la censura de Twitter a las noticias falsas pro rusas le duele, pero cínicamente se mofa de la embajadora de Ucrania en nuestro país y no comenta nada sobre las bombas lanzadas sobre los ciudadanos ucranianos en su país.

De piel muy delgada

Evoquemos al candidato que juró que, de ganar la Presidencia, se acabarían las masacres, y que ahora, con todo cinismo, culpa a Calderón de lo que sucede en su sexenio.

O quien no soporta el comentario en redes sociales de un conductor de TV, pero ante la matanza ocurrida en Michoacán, exige que aparezcan los cuerpos, porque de otra manera no se puede hablar de asesinato. Cínico comentario pronunciado por quien uso la tragedia de Ayotzinapa cuando en la misma tampoco hubo cuerpos.

Cínico que, siendo el presidente de la nación, en lugar de enarbolar la bandera de la justicia, de la aplicación irrestricta de la ley, y terminar con los cárteles violentos en el país, solo le pida al Cartel Jalisco Nueva Generación… ¡cambiarse de nombre! “Deberían de quitarle el nombre porque afectan a Jalisco”, dijo López Obrador. Poco importa que dicha organización delictiva haya tenido que ver con la masacre de San José de Gracia.

Cinicazo papel

¿A esto se ha reducido la Presidencia? ¿A culpar a otros y promover que los grupos de la violencia organizada se cambien el nombre? López Obrador sabía que tomaba un país con múltiples problemas, pero su promesa era mejorar nuestra nación, ¡no empeorarla!

Su cinismo abarca todas las áreas de la administración pública. Desde denostar al ejército siendo candidato, a volverlos indispensables no importa cuál frente.

Pasando por olvidar a la función pública civil y otorgado un poder sin precedentes a las fuerzas armadas de la Unión.

Luego, se corona líder del cinismo al decir que no recibe a familiares de inocentes asesinados por “respeto a la investidura presidencial”, pero no duda en llamar “cuestión de carácter humanitario” que la madre de un narcotraficante pueda ir a visitar a su hijo a la cárcel en Estados Unidos.

Agreguemos su cinismo al decir (ante la situación de Rusia y Ucrania) que México no implementará sanciones de ningún tipo contra los rusos porque a todas las naciones se les debe tratar igual. ¿Pero qué tal ha denostado en la tribuna palatina a los Estados Unidos, a Panamá, a Austria y a España?… Por lo visto que un país invada a otro, lo bombardee y haga alarde de ello no es razón para dejar de tener relaciones con este. Pero si no piden perdón, si no devuelven un penacho, si no aceptan recibir a “diplomáticos” de dudosa trayectoria o si preguntan por los periodistas muertos, entonces dichas naciones merecen su desprecio y poner en pausa las relaciones.

El único recurso

Cinismo e incongruencia —de AMLO y muchos de sus simpatizantes— defender a un dictador llamado Putin que —junto con sus compinches— le ha robado a su pueblo más que ningún otro líder de la historia.

Y sigue… Cinicazo al ufanarse de las remesas enviadas por nuestros connacionales, cuando que el empleo y la bonanza se genera allende de nuestras fronteras, no en México.

Cuando dijo que “la pandemia nos viene como anillo al dedo”; y no inventaba. Cínica y tácitamente aceptó que fuese el culpable perfecto para tapar el nulo crecimiento económico que había desde el 2018 en el país y el desbasto de medicinas que su administración ocasionó y que aquí sigue.

Cínico cada vez que, ante la ultrajante realidad (el alza asesinados y la creciente la violencia extrema), él dice tener otros datos.

Cínico al justificar la liberación de Ovidio Guzmán, ofrecerle disculpas a Joaquín Guzmán Loera por decirle “El Chapo”, tomarse la molestia de bajar de su camioneta para ir a saludar a la madre del narcotraficante, decir que el crimen organizado “se ha portado bien”.

Cínicas, sus diversas decisiones y su invariable cantaleta de culpar a todos de los males menos a él mismo. Ha olvidado la responsabilidad que adquirió cuando juró como presidente de nuestra nación.

Con todo cinismo se desempeña como candidato eterno; ese quien desatiende el gobierno para continuar en campaña, confirmando que el cinicazo máximo se siente rey y habita Palacio Nacional.

Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero