Con motivo de la controversia en torno al supuesto desvío de recursos por parte del grupo LatinUS, Ciro Gómez Leyva, como lo hace cada miércoles, sostuvo una acalorada conversación con Epigmenio Ibarra en su programa de Radio Fórmula.
Es bien sabido por los mexicanos que Epigmenio Ibarra es uno de los propagandistas más conspicuos del régimen. Con ese tono aleccionador que evoca una mezcla de sermón dominical y un discurso de Carlos Salinas, el periodista defiende a capa y espada a AMLO, a su régimen y a cualquier persona que haya sido bendecida por el partido oficial.
En su intercambio, Ciro sostuvo que las investigaciones de la UIF contra LatinUS y Loret de Mola representaban un abuso del poder presidencial en contra de las voces críticas. A su vez, defendió la legitimidad de los reportajes de Loret. Suscribo. Si bien no se trata de acusaciones formales, sí que cuentan con la rigurosidad de cualquier investigación periodística.
Mientras Ibarra despotricaba contra Loret, Ciro, notablemente enfadado ante la terquedad de su interlocutor, le llamó “propagandista”. Y sí que tiene razón.
¿No son propagandistas del régimen todos aquellos hombres, mujeres y medios de comunicación que son incapaces de reconocer un solo error del régimen? ¿O que dedican su tiempo y esfuerzos para defender a un presidente ante las voces críticas?
¿O que sostienen sin vergüenza ante las cámaras que es legítimo que el Estado mexicano aceche a los periodistas críticos? ¿O que avalan que hombres y mujeres como Carlos Loret de Mola o María Amparo Casar sean víctimas de la rabia presidencial ejercida a través del aparato del gobierno y exhibida vulgarmente en cada mañanera?
Sí, Ibarra forma parte del grupo de propagandistas del régimen que no titubean al defender a un presidente que contraviene la ley, viola los derechos humanos y las garantías individuales, que acosa periodistas y que utiliza el poder de la silla presidencial para perseguir opositores.
Ciro hizo lo suyo, y lo hizo bien. Defendió la labor periodística de Loret. Dio la cara y puso en su sitio al propagandista Ibarra.