De acuerdo con la mayoría de las casas encuestadoras, Claudia Sheinbaum lleva una clara ventaja frente a sus compañeros de partido, y también, desde luego, frente a Xóchitl Gálvez. Mientras algunos analistas sitúan a la ex jefa de Gobierno a ocho o diez puntos de diferencia, otros como Buendia & Márquez la colocan treinta puntos por encima de la senadora panista.

¿A quién sorprende? Claudia Sheinbaum, en tanto que candidata favorita y heredera política de AMLO, ha sido beneficiada por una campaña permanente en su favor, no solamente desde Palacio Nacional y en las mañaneras, sino en toda una operación de Estado implementada por los gobiernos estatales para presentarla como la sucesora del mesías.

Ello ha sido, no obstante, a pesar de la grisura de Claudia, cuya personalidad genera múltiples bostezos. Con aquel afán de buscar imitar a AMLO, reproduciendo la misma cantaleta de antaño con frases chocantes como “mafia del poder”, “conservadores”, “bloque opositor”, entre otras, y ahora sumado al intento de la candidata de imitar el acento tabasqueño del presidente, Claudia lucha diariamente para canalizar el apoyo del aparato del Estado hacia su persona.

Xóchitl, por su parte, apenas era conocida hace unas semanas. La desconocida senadora – hoy vilipendiada- y ex alcaldesa de Miguel Hidalgo, quien no figuraba entre los principales aspirantes a la candidatura del Frente, irrumpió en el escenario como una nueva opción frente a los desangelados postulantes.

En apenas unas semanas, Xóchitl, conocedora de los nuevos vientos políticos y la profunda polarización que divide a la nación mexicana, ha utilizado la narrativa del indigenismo como “vacuna” frente a las descalificaciones clásicas que se hubieran vertido contra personajes tildados de “privilegiados” como Santiago Creel y Enrique de la Madrid.

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Tras el éxito inicial de Xóchitl (las huestes lopezobradoristas ahora buscan descarrilar a la senadora con supuestos casos de corrupción y bajo el argumento de que no es miembro legítimo de una comunidad indígena) el otrora inevitable triunfo de Morena en 2024 ha sido puesto en duda por una candidata simpática, que rompe esquemas, y que parece ganar, poco a poco, la aceptación de los mexicanos.

Los propagandistas de la 4T han optado también por utilizar la figura del polémico empresario Claudio X. González como arma mediática para pintar a Gálvez como candidata de la élite económica. ¿La participación del ciudadano Claudio X. González en la conformación del frente opositor debe ser repudiada mientras AMLO y su camarilla violan la ley, planean una elección de Estado y buscan desmantelar el sistema democrático? Otro debate.

Y sí, sin duda, al día de hoy, Claudia Sheinbaum lidera ampliamente las encuetas. Mientras la candidata del régimen goza del apoyo del presidente, de los recursos públicos y del respaldo de los gobernadores, la senadora opositora inicia apenas una larga campaña que está colmada de descalificaciones, insultos, mentiras, medias verdades, y ocasionalmente, algún elemento de verdad.