Claudia Sheinbaum no sólo será la primera mujer en gobernar a México de forma democrática electa como presidenta, sino que ha arrasado con al menos 5 millones de votos más que los obtenidos por Andrés Manuel López Obrador, en medio de un ejercicio con la altísima participación que alcanza más del 60% de participación ciudadana.

La victoria ha sido tan contundente que, además, el famoso “Plan C” está por consumarse con un congreso que se anticipa mayoritario entre Morena y aliados, así como con una mayoría contundente en gubernaturas. La lectura inmediata es la confianza que se le ha depositado aún entre los mensajes que los agoreros del caos transmitían. ¿Por qué Claudia Sheinbaum tuvo más votos que López Obrador?

Esencialmente, Claudia Sheinbaum proyectó mayor seriedad que el mismísimo Obrador, con una trayectoria que destaca en la prensa internacional como científica y con una trayectoria académica deseable por todo “aspiracionista” de las derechas: doctorado, desempeño excepcional y disciplina. Sin embargo, sus credenciales académicas no han sido ladrillo de superioridad pues la primera presidenta del país es defensora de la universidad pública y egresada de la educación gratuita.

Lo segundo es el excepcional desempeño en materia de seguridad. Algo ha quedado muy claro después de la jornada electoral de este 2 de junio: el país confía en el ejército y no le teme a la militarización si es que de por medio se ofrece pacificar al país brindando seguridad. El reto no será menor y en las manos del guardián que seguramente se confirmará, Omar García Harfuch en el gabinete de seguridad de la Dra. Claudia Sheinbaum, habrá un reto aún mayor: conciliar la policía civil -guardia nacional- con las fuerzas armadas retomando un papel clave en la relación entre ejército y seguridad civil.

La tercera razón -y mucho más obvia- es el fracaso contundente de una candidatura improvisada, vulgar y nada contundente como la de Xóchitl Gálvez. Desde la estrategia de mentiras y guerra sucia hasta la superioridad ofensiva con la que se trató a los votantes, la ciudadanía mexicana demostró su hartazgo hacia quienes pretenden tratarla como si se tratara de infantes con necesidad de ser tutelados.

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Lo más importante del carro completo para Morena es que México ha expresado su confianza total a Claudia Sheinbaum. Los mitos de la reelección quedaron muertos y los mensajes alarmistas sobre el autoritarismo han sido también desacreditados; México está confiando en la honestidad de Claudia Sheinbaum y la sensatez de su criterio para rodearse de equipos exitosos, inteligentes y excepcionales en lo que hacen. Lejos del 99% de lealtad y uno por ciento de eficacia, Sheinbaum demostró que sus equipos son excelencia, lealtad, eficacia y honestidad.

Así lo hizo con la digitalización de la Ciudad de México, la seguridad capitalina, el diálogo con grupos sociales y a pesar de que existen cien mil aspectos a mejorarse, en las urnas se ha expresado la confianza de tener una presidenta que escuche. Podríamos atrevernos a sugerir que el voto obradorista fue conservador y temió un poco a Andrés Manuel en las elecciones anteriores; podríamos anticipar también que los nuevos electores, los más jóvenes, dejaron a un lado el ritmo atractivo de “Máynez presidente” así como los discursos trágicos de la derecha para votar con claridad por una mujer de izquierda.

Una era comienza, una referente de talla internacional inicia el camino más importante de su vida y más relevante para la historia de México. Vivir para presenciar este momento, en pleno de tantas adversidades y disfuncionalidades heredadas como la ineficiencia del Poder Judicial, la violencia desbordada e inseguridad, el cambio climático y la desigualdad, de cara al 2030, resulta ser gigantesco y nos obligará a todas y todos a estar a la altura. No existe tal mujer a la sombra de nadie, hay un estilo propio en el que aquello que criticaban como falta de carisma se ha convertido en un sello de confianza: la seriedad de una mujer que gobernará con todas las piezas para lograr las metas y promesas anheladas por generaciones. Felicidades a México.