IRREVERENTE
Les platico:
Me perdí los tres primeros conciertos de Beethoven a cargo del mejor pianista de México, Jorge Federico Osorio, debido a un viaje a las tierras incas, donde AMLO fue descaradamente injerencista por defender a su cómplice el ex presidente preso, Pedro Castillo.
Pero gente de mi equipo -para nada diletantes como este irreverente servidor- me cubrió el jueves 13 y por lo tanto, escribo este artículo basado en sus comentarios y en mis apreciaciones sobre los conciertos 4 y 5 del viernes 14.
Gesta heroica la de Jorge Federico, porque es la primera vez que interpreta los cinco conciertos del genio alemán en dos días consecutivos en Monterrey.
¿Arre? ¡Arre!
Primero, honor a quien honor merece:
El mérito principal de esta gesta es del artista -por supuesto- pero en seguida debo mencionar a Ricardo Marcos, a quien la jerga burocrática del gobierno de NL lo llama secretario técnico de CONARTE, cuando antes era presidente de ese organismo. Este es su nivel, no el otro.
Me choca que esa misma jerga burocrática ponga por delante a la secretaría de cultura, a cargo de Melissa Segura, colega mía, porque es diletante en esas artes.
Qué bueno que no fui ni envié a nadie a la rueda donde presentaron este evento a la prensa, porque ahí, Melissa se despachó con la cuchara grande y primera en la lista, al leer lo que sus discurseros le prepararon para que leyera o dijera de memoria, sobre estos dos conciertos SOLD OUT, lo cual es mucho decir.
Sé de ella y conozco a Ricardo como para escribir aquí que la mentada secretaría de cultura se está colgando del mérito de otros.
Pero así es la cosa, señora presidenta Sheinbaum, usted lo sabe bien después de su largo recorrido por esos escalones de la burocracia nacional, donde organigrama mata carita.
De destacarse es también el acompañamiento que la OSUANL hizo para estos cinco conciertos.
El “general de división” Eduardo Díazmuñoz a la batuta de músicos excelsos.
Por cierto, se extraña la presencia de la notable chelista búlgara Temenushka Ostreva, quien tristemente ya no forma parte de este ensamble, jubilada por la OSUANL, muy joven ella y su retiro se debió en parte a que “no se halló bien” con Díazmuñoz.
Ahora da clases en la Escuela Superior de Música y Danza.
Pero ahí siguen, estoicos: Stefanie Lanzrein, flautista suiza; Bernard Dufrane, oboista y corno inglés nacido en Vancouver, Canadá, de padre belga y madre xalapeña; Caleb Ahedo, violista mexicano; Alicher Kamilov, violista búlgaro, y otros más.
¡Madre Santa, el encore del segundo día!
Osorio tuvo la delicadeza de complacer al público con un delicioso encore después del “concierto para piano y orquesta No. 5 en si bemol mayor, Op. 73”: La “sonata claro de luna”.
Escuchando esta hermosura de música no entiendo cómo quienes pudiendo ir, con boleto asegurado en un lugar inmejorable -para ver las manos del pianista- prefirieron quedarse en casa viendo la televisión.
El frío no es pretexto para perderse estas oportunidades que la vida nos ofrece. En fin...
Olimpiadas musicales
Tal vez escuchar los cinco conciertos para piano de Beethoven en dos días seguidos podría hacernos sentir en una especie de juegos olímpicos musicales.
En el año 2012 me tocó asistir a dos conciertos a días consecutivos en Valencia, España, donde dos pianistas de ese país ejecutaron lo que este jueves y viernes interpretó Osorio él solo.
En aquella ocasión estuve ahí los dos días y me causaron una especie de empacho.
El mismo que puede causar si seguimos ciertas costumbres actuales de hacerle a las olimpiadas musicales escuchando en un solo día las 9 sinfonías de Beethoven; las nueve novenas sinfonías de nueve compositores distintos en una sentada o la tetralogía de Wagner en 24 horas, como ocurrió en el Festival del Tirol en 2014, al cual también asistí.
Quizás ver los cinco conciertos para piano de Beethoven en dos días seguidos llegue a eso, pero esta vez no me tocó.
Osorio entró al escenario en el segundo día, caminando en forma muy pausada, quizás un anticipo de los tempos que iba a marcar en sus versiones de los conciertos 4 y 5.
Su aparición para el concierto número 4, estuvo acorde a lo que hizo Beethoven con esta pieza, algo que ningún compositor ha hecho:
Empieza en sol mayor, radiante pero quedito, en piano, cuando la gente piensa que la orquesta debería empezar.
Pero ahí está la mano del genio alemán, “obligando” al pianista a comenzar solito. Esto es realmente increíble.
En contrapunto, noté a Diazmuñoz demasiado enjundioso en sus movimientos al “atacar” la entrada de la orquesta.
Me dio la impresión de que quería hacerse notar ante los villamelones, que fueron al Teatro de la Ciudad al conjuro de Beethoven.
Y ¡claro que los había! Por lo pronto, tres parejitas que estaban sentadas en la fila G del lado izquierdo, adelante de mí, a duras penas aguantaron hasta el intermedio.
Ya no volvieron para el segundo tiempo y se perdieron lo mejor del concierto.
Yo estaba en la fila H-8 -inmejorable lugar- y no es albur, conste.
Recuerdo bien que en el 2012, cuando fui a los mismos cinco conciertos en dos días seguidos, el director de la orquesta no usó el podio, sino que batuteó a sus músicos directamente sobre el suelo.
Curioso como soy, al final le pregunté por qué hizo eso y me respondió lacónicamente: “Para no robarle luz a la luminosidad del compositor”. ¡A ti te lo digo, don Cuco, entiéndelo tú, Eduardo!
Cajón de Sastre:
- Entonces, doctora Claudia, ahora que llegue a Monterrey no se deje sorprender por Samuel, ya ve cómo es.
- Observe el desmadre de tráfico desde el aeropuerto hasta donde se vaya a ver con él.
- Eso se debe a que Samuel escogió dicha ruta para la nueva línea del Metro, a pesar de que la avenida López Mateos conocida también como Antiguo Camino a Roma, igual llega al aeropuerto, pero sin afectar al trafical de la Carretera a Miguel Alemán.
- El mero lunes 17 que usted llegue voy a publicar aquí toda la corrupción que hay detrás de la selección de esa vía para el Metro.
- Por lo pronto, cierro con un agradecimiento:
- A Beethoven, por su música.
- A Jorge Federico Osorio, por su maestría al piano.
- A Ricardo Marcos, por hacer de CONARTE un bastión de la cultura en Nuevo León.
- Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván y toda la Compañía.