(Reproduzco los que considero son los párrafos más relevantes del discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum este domingo en el Zócalo capitalino).
Es importante que hagamos un recordatorio de estas últimas semanas.
Hace poco más de un mes, el gobierno de los Estados Unidos había anunciado la aplicación unilateral de aranceles, es decir, impuestos a las exportaciones mexicanas, poniendo como argumento el cruce de drogas de México a Estados Unidos, en particular… el fentanilo.
En esa primera ocasión, con diálogo y acuerdos logramos un mes de pausa.
Una vez que pasó ese mes, a pesar de que teníamos diálogo de alto nivel con secretarios de Estado de ambos países, el 4 de marzo fueron aplicados aranceles… 25 por ciento a las exportaciones de México a los Estados Unidos. En ese momento decidí convocar a esta asamblea para informarles y, al mismo tiempo, seguir apelando al diálogo.
El jueves 6 de octubre, tuvimos una llamada entre presidentes y logramos un nuevo plazo hasta el 2 de abril.
Ahora, quiero expresarles que somos optimistas, porque ese día, el 2 de abril, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado que pondrá aranceles recíprocos a todos los países del mundo.
Si algún país le cobra por sus exportaciones, Estados Unidos lo hará también, eso es lo que ellos han dicho. Nada más que México no está en ese ámbito, pues nosotros desde hace más de 30 años hemos firmado dos tratados comerciales, con los que se establece que nosotros no tenemos aranceles con ellos, ni ellos con nosotros. Es decir, no se tendrían que aplicar aranceles recíprocos, porque prácticamente no hay aranceles de México hacia los Estados Unidos.
Siempre hay que agradecer la voluntad de diálogo con México del presidente de los Estados Unidos (Donald Trump).
Con información y diálogo respetuoso, siempre podemos lograr una relación de respeto. Hasta ahora ha sido así.
Somos vecinos, tenemos la responsabilidad de colaborar y coordinarnos, pero debemos tener claro, como decía Vicente Guerrero: “¡La patria, es primero!”
O como decía el Benemérito de las Américas, Benito Juárez: “Entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Nosotros no somos extremistas, pero tenemos muy claro que hay principios irrenunciables. No podemos ceder en nuestra soberanía ni puede resultar afectado nuestro pueblo por decisiones que tomen gobiernos o hegemonías extranjeras; en ese caso, siempre actuaremos de inmediato.
Invariablemente debemos, con voluntad y tesón, tener siempre el diálogo como la opción. Hasta ahora, ha dado resultados y pienso que seguirá habiendo.
México y Estados Unidos compartimos una frontera de 3 mil 180 kilómetros, nuestros pueblos contribuyen culturalmente de uno y otro lado de la frontera, cooperamos en lo comercial, en lo económico, en la amistad y tenemos familias de uno y otro lado de la frontera.
La historia común de nuestros países está marcada por numerosos episodios de hostilidad, pero también por numerosos episodios de cooperación y entendimiento.
No olvidamos las invasiones de 1846 y de 1914, y el zarpazo que le dieron a la mitad de nuestro territorio en 1847. Pero quiero resaltar hoy los buenos ejemplos de respeto a nuestras soberanías y de colaboración y apoyo. Por ejemplo, cuando Benito Juárez recibió una invaluable ayuda de Abraham Lincoln en su lucha contra la invasión francesa. De hecho, Estados Unidos nunca reconoció al segundo imperio de Maximiliano.
El momento crucial de desconocimiento al usurpador Victoriano Huerta, en 1913.
El respeto del presidente Franklin Delano Roosevelt al general Lázaro Cárdenas.
México peleó al lado de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, no solo con la Fuerza Aérea del Escuadrón 201, sino, también, enviando al país vecino: trabajadores, llamados braceros que contribuyeron a garantizar la producción de alimentos y materias primas.
A mediados del siglo pasado la tecnología y los bienes de capital procedentes de Estados Unidos fueron clave para la industrialización de México en el llamado desarrollo estabilizador. Desde entonces, las empresas de nuestro vecino país encontraron una atractiva zona de inversión y casi todas las grandes corporaciones establecieron filiales en México. General Motors, Ford y otras empresas tienen más de 80 años en nuestro país.
En 1993, ambos países, además de Canadá, firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, con lo que se constituyó uno de los principales bloques económicos del mundo. Un nuevo tratado mejor y más justo fue firmado durante el periodo del presidente Andrés Manuel López Obrador y el primer periodo del presidente Trump.
¡Saludos al Presidente López Obrador hasta Palenque!
Hoy quiero aprovechar… para decirle al pueblo estadounidense… que estamos resueltos a colaborar con él en todos los ámbitos, especialmente ante la preocupación que tienen por el grave problema de consumo de drogas sintéticas.
Seguiremos trabajando con cuatro máximas.
La primera. Claudia dijo: “Por el bien de todos…” Miles de personas completaron la frase: “… primero los pobres”.
La segunda. Claudia dijo: “No puede haber gobierno rico…” Miles de personas completaron la frase: “… con pueblo pobre”.
La tercera. Claudia dijo: “Alimentación saludable, educación, salud, vivienda, salario justo, son derechos del pueblo de México, no son mercancías ni privilegios”.
Y cuarta. Claudia dijo: “Con el pueblo, todo; sin el pueblo…” Miles de personas completaron la frase: “…nada”.