“El silencio, como la sal, es de una levedad sólo aparente: en realidad, si uno deja que el tiempo lo humedezca, empieza a pesar como una especie de yunque.”

GUADALUPE NETTEL

“¿Será que con colores o el olor que dan las flores es más fácil ir

Despiertos?

¿Será que las palabras nunca expresan demasiado bien algunos

Sentimientos?

Esta mañana me he levantado y al darme vuelta me he ido rodando

No hubo mensaje de despedida, solo unas flores en el suelo del salón.”

MECANO

El mundo quedó anonadado ante el ataque terrorista de Hamas en territorio israelí. La inteligencia israelita, reconocida internacionalmente, no se lo esperaba. Por lo mismo no hubo actos de previsión.

Cualquier forma de terrorismo es condenable. Pronunciarse en contra de inmediato y sin cortapisas es menester.

Los actos terroristas realizados por Hamas contra Israel durante los pasados días acumulan ya, como resultado, cientos de muertos; personas inocentes, incluyendo niños, asesinados.

Dichas agresiones deben ser rechazadas de manera tajante, solidarizándose con el pueblo israelí y la comunidad judía en México. Deslindando al pueblo palestino, el cual también es inocente.

La cancillería mexicana, no obstante, emitió una muy tibia respuesta al ataque terrorista, si bien actuó con prontitud estableciendo formas para que nuestros connacionales, atrapados en la zona del conflicto, puedan comunicarse y tener acceso a lugares más seguros. Aún no se ve la forma de transportarlos a México, pero suponemos es algo que la Secretaría de Relaciones Exteriores pronto resolverá.

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Mas, por lo que a reacciones de figuras políticas y sociales al interior de México se refiere, llama la atención —para mal— el silencio de Claudia Sheinbaum (ya no digo el de López Obrador, pues del presidente es ampliamente conocida su nula comprensión de lo que sucede en el mundo y de su predilección por ubicarse en el lado equivocado de la historia).

Hay silencios que condenan y el de la candidata de la 4t a la Presidencia de la República ante este acto terrorista, la señala feamente. Adicionalmente a que se trata de algo terrible —como ya dije—, ella pertenece a la comunidad judía, lo que hace doblemente necesaria su voz de condena.

De hecho, su mutismo no pasa desapercibido por la comunidad judía internacional; de la de nuestro país mejor no hablamos.

Supongo Claudia habrá hecho sus cálculos. Pensando en la campaña, seguramente a ella le conviene continuar apostando por su imagen identificada con el pueblo mexicano, al que muy poco o nada le significa su origen judío. Claudia lleva ya un buen rato minimizando su ascendencia, su origen y sus círculos que son judíos. Eso “no vende bien”, pues el común de los mexicanos no lo entiende y lo ve como algo ajeno. En resumidas cuentas, parte de ese cálculo es no haberse pronunciado de inmediato.

Sin embargo, más allá de sus orígenes y apuestas, la doctora Sheinbaum se equivoca pues los actos terroristas son condenables por su mera existencia. Y en este caso involucra a dos mexicanos que fueron tomados como rehenes por el grupo terrorista. El silencio de Claudia grita un alejamiento de quienes piensa gobernar. ¿O qué? ¿Si son secuestrados en el exterior no hay que preocuparse? Para todos los mexicanos que se encuentran en Israel, ¿una palabra de aliento? ¿De qué lado está Sheinbaum? ¿De los mexicanos secuestrados, de los varados, o de los terroristas?

Al momento que esto escribo, más de 48 horas han pasado desde que se iniciaron los atroces actos y Claudia no ha dicho nada al respecto (y no es que esté enferma o que guardara el Sabbath, pues sí se le vio en Manzanillo, Jalisco).

Ya para cuando se pronuncie, su mensaje será tardío. Y su reacción ante lo ocurrido será un ‘control de daños’, producto de que alguien le instruyó qué hacer y cómo hacerlo. Ese alguien no es otra persona sino Andrés Manuel.

Los contrastes en ocasiones son colosales: ante el silencio ominoso de Claudia, Xóchitl mandó de inmediato un tuit solidarizándose con Israel y condenando la barbarie. Y es curioso porque no falta quien en la 4t critica a la senadora Gálvez por superficial. Pues bien, Xóchitl será simplona, pero es mucho más sensible que Claudia en lo que verdaderamente importa.

Sheinbaum calca muchas cosas del primer mandatario. Una de ellas sin duda es la soberbia y los prejuicios de López Obrador. Mal por la candidata morenista; su poca solidaridad se debe a que está pensando en su campaña y ello supone esperar a que Andrés Manuel le dé línea.