Había en ciertos sectores un curioso debate acerca de si Claudia Sheinbaum debía ser la presidente o la presidenta. Ayer ella puso fin a la disputa: es presidenta, con A.
Consulté el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española y encontré lo siguiente:
presidente -ta
1.- ‘Persona que preside algo’ y, en una república, ‘jefe del Estado’.
2.- Aunque su terminación corresponde, como norma general, a nombres comunes en cuanto al género, el uso mayoritario ha consolidado ya hoy el femenino específico presidenta, documentado en español desde finales del siglo xv y único que se recomienda usar en la actualidad.
3.- Debe escribirse con minúscula.
En fin, en el siglo XV alguien buscó en algún lugar una presidenta, no la encontró, pero la A ahí quedó en los registros para la historia. Pasaron varios siglos antes de que la A tuviera verdadero sentido.
Lo importante es que ya tenemos presidenta. Gobernará mejor que los presidentes, inclusive que los tres más eficaces: el izquierdista Lázaro Cárdenas, el neoliberal Ernesto Zedillo y el transformador Andrés Manuel López Obrador.
Es tiempo de mujeres y nos irá bien, a ellas principalmente, pero también a nosotros los hombres.