¿Suena raro, imposible e inverosímil? Pues sí, pero es que así tendrá que ser: Andrés Manuel López Obrador le está dejando a la futura presidenta un tiradero, literalmente.

La reforma judicial que el líder de la nación quiso proponer y ahora casi a fuerza instaurar es un verdadero desacierto. Hay mucha confusión entre la gente acerca de qué es lo que pretende el presidente con esta reforma.

Como yo la entiendo (y si estoy en un error ustedes sáquenme de él), es que básicamente quiere tener acceso a meter a sus cuates en la Suprema Corte para que desde ahí apoyen la Cuarta Transformación; la cuiden, toleren sus faltas y nadie salga dañado, sobre todo que Claudia Sheinbaum esté blindada pues.

Con esto, quiere colocar a jueces, juezas y magistrados y magistradas en la Suprema Corte de Justicia que sean leales a López Obrador pero que no tengan un gramo de experiencia en el tema. Es decir: que ni sean jueces ni juezas ni magistrados ni magistradas, que sean “gente del pueblo, que es votada por gente del pueblo”.

Claro, él dice que lo que busca es que la gente buena, el pueblo sabio “vote” por ellos, por los jueces y magistrados que no se sabrá ni de dónde salieron ni quiénes son.

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Y como dijo la ministra presidenta Norma Piña, no cuestión ni de racismo ni de clasismo, se trata de que como ella explicó por poner un ejemplo y dar claridad.

Si la contrataran como plomero no podrá ir a las casas a arreglar tuberías rotas porque no tendría la mínima idea de qué es lo que se debe de hacer ni cómo.

Y si intentara meter mano en donde no sabe, los daños serían terribles.

Es un poco lo mismo que se pretende hacer con la reforma judicial.

Proponer que gente sin experiencia entre y funja como ministro o juez sin saber absolutamente nada, es aterrador, vaya.

Uno se siente con la sensación de desamparo brutal y de miedo. Porque desde su ignorancia un magistrado o un juez (magistrada o jueza pues) puede arruinarle la vida a varias personas... ¡Es alarmante!

Evidentemente creo que también todas las prestaciones que ellos tienen, con sueldazos de reyes también no son justos y por ello pelean también ellos mismos: nadie quiere perder un trabajo donde tienes muchísimas prestaciones.

No es que no las merezcan, por supuesto que sí, pero deben de haber un equilibrio creo yo entre tu trabajo y funcionar como servidor público y otra avorazarte por las prestaciones.

Pero nadie querrá renunciar a ellas.

Entonces el tema aquí es que el presidente ya se va y le avienta la bolita en llamas a Claudia Sheinbaum. ¿Qué tendría que hacer ella para apagar los fuegos que cada día arden más?: Hacer alianza con la oposición.

Es que ya vivimos 6 años oponiéndonos a la mala gobernanza de este presidente y nada sucedió, vivió enojado con sus “adversarios” pero nunca hizo un llamado a la paz. Claro que pienso que él primero muerto antes de hacer un llamado a la oposición para hacer alianzas para el bien de México.

Pero pienso y espero que la futura presidenta tenga la habilidad para convocar a la oposición para que se sumen a su proyecto y le ayuden a mantener el equilibrio que requiere el país.

Por supuesto para esto se requiere humildad de las dos partes sin duda.

Pero ya vimos por ejemplo que una ruda y combativa opositora de Morena, Kenia López Rabadán ayer soltó un tuit en su cuenta en X donde aplaudía el nombramiento de Citlalli Hernández y de otros miembros más.

Por supuesto le cayeron toneladas de hate (odio) tanto que tuvo que cancelar o bloquear que le hicieran comentario en su tuit.

Ese es el fenómeno con el que nos vamos a topar.

La gente no creerá en alguien de la oposición que de pronto sume y ayude o apoye a Claudia Sheinbaum. Pero la presidenta electa es capitán de este barco que no queremos que se hunda.

La soberbia y el resentimiento de López Obrador impidió que hubiera solidaridad entre todos los mexicanos y unión. Espero que con Claudia la historia sea diferente.

Tengo esa esperanza. Esa esperanza que siempre tengo para todo y a veces a llega la noche y nada ocurre y amanezco de nuevo con ella.

Pienso que no es que el pueblo le aplauda y con eso sea suficiente. Necesita de ayuda y ella lo sabe. Y para pedir ayuda se debe de tener mucha humildad y bajar la guardia

¿Podrá hacer esto nuestra futura presidenta?

Ya lo veremos

Es cuanto.