Ya cumplimos una semana de haber arrancado formalmente las precampañas y me parece que ya dieron color de lo que serán. La semana pasada explicaba lo que veríamos de cada contendiente y no parece haberme equivocado.
Les cuento que esta semana ha servido para dilucidar sobre algunos aspectos que se están viviendo al interior de cada corriente política en torno a su proyecto presidencial rumbo al 2024.
En Morena, a diferencia de hace unos 6 meses, vemos muchas más señales de unidad. Los grupos de la 4T han comenzado a alinearse como por arte de magia. El bastón de mando es mucho más que un símbolo. Los números de las encuestas son tan estridentes en favor de la Dra. Claudia Sheinbaum que al morenismo no le queda duda de que es el proyecto que hay que apoyar y dejarse de pataleos. Todo indica que Claudia ganará sí o sí, y lo más normal es apostar al caballo ganador.
Dicho lo anterior, no entiendo a algunos medios que todavía le dan espacios a ese pataleo de Marcelo Ebrard, quien fuera el último en sumarse a la precandidatura de Claudia y mediante sus ‘plumas’ y comunicadores, se la pasa presionando por espacios para él y su grupo. El ex canciller suma poco y al parecer pide mucho.
Xóchitl cada vez peor y a la deriva
El caso de Xóchitl Gálvez es lamentable. Pocas cosas abonan más a la democracia que la participación ciudadana y una oposición sólida. Pues bien, el proyecto de Gálvez Ruiz parece ir en la ruta diametralmente opuesta.
Antes que nada, su candidatura está plenamente secuestrada por Alito Moreno, el peor dirigente en la historia del PRI lleva voz cantante en el Frente Amplio y se la ha pasado zancadilleando a sus homólogos del PAN y PRD. Hábilmente cedió las candidaturas de mayoría para obtener más plurinominales para sus cuates. Traicionero con los de su propio partido, Moreno Cárdenas ve únicamente sus intereses en la alianza, lo demás, importa poco y nada. Marko Cortés y Zambrano, han sido comparsas y han comido todos los anzuelos tramposos de Alito en las negociaciones. Han dejado sola a Xóchitl Gálvez frente al voraz monstruo político que dirige al tricolor.
La sombra de Vicente Fox se ciñe sobre Xóchitl y las sandeces que tuitea el expresidente ayudan poco y nada a su precandidata. Santiago Creel es blanco de ataques porque no gusta su lugar como coordinador de la precampaña aliancista, no le vendría nada mal dejar su lugar a alguien con más capacidad o control, porque el proyecto de Xóchitl en este momento se ve sin pies, ni cabeza. Requiere manotazo en la mesa y recordarles a los partidos que la candidata es ella, y es su nombre el que aparecerá en las boletas.
¿Es Samuel o Mariana?
Para el análisis lo de Movimiento Ciudadano. El precandidato naranja Samuel García tiene claro su objetivo y no es la presidencia, ¡va por el Frente Amplio! Con un tono regio-fresa que estoy segura exagera para diferenciarse, se muestra como el más fifí de los aspirantes. En la alianza debería preocuparles que un perfil así comience a “pescar” en aguas históricamente panistas. Samuel, con el apoyo de la influencer Mariana Rodríguez pueden birlarle bastantes adeptos en un segmento electoral que le dolería y mucho al PAN, sobre todo con esa tendencia de la candidata X de intentar mostrarse más pueblo y menos identificada con las élites que verdaderamente apoyan su proyecto, como el propio Claudio X.
El reto para el movimiento naranja, es apuntalarse en lo local, para lograr llevar su intención electoral a un siguiente nivel. Las redes sociales son engañosas, su base de apoyo cuenta en buena medida de adolescentes sin edad aún para votar.
Eso sí, en solo una semana ya hicieron su relajito en redes cortesía del violentador Vicente Fox a quien deberían quitarle el teléfono para que deje de postear en la red de Elon Musk.
Vanessa Félixe en X: @vanessafelixmx