En el marco de los primeros cien días de trabajo, la presidenta y su equipo han delineado un plan que se enfocará en fortalecer las áreas de inteligencia, en aumentar la cooperación entre fiscalías estatales y federales. Y destinarán esfuerzos para combatir el contrabando de drogas.

El secretario de seguridad ciudadana Omar García Harfuch será el encargado de ejecutar dicho plan, que seguramente tendrá similitudes al programa que implementaron en la CDMX para reducir los índices de inseguridad cuando fue jefa de gobierno.

Creo que este anuncio traerá consigo uno de los contrastes más significativos de la presidenta Claudia Sheinbaum con relación a López Obrador, sobre todo para quienes se empecinan en hacer creer que el ex presidente continúa moviendo los hilos del gobierno federal.

Según el Wall Street Journal, el plan de seguridad recaerá mayormente en el gobierno federal. Se evaluarán a los jefes de seguridad estatales designados por los gobernadores. El principal objetivo es abatir los índices de homicidio doloso y otros delitos de alto impacto.

El plan contemplaría un foco especial para los 10 municipios más violentos y una estrategia que se desdoblaría al resto de las localidades. Me llama la atención, el especial interés en el combate al fentanilo, en un claro mensaje de apoyo y cooperación bilateral a la grave crisis de salud que enfrenta sobre todo Estados Unidos donde decenas de miles mueren al año por la adicción a esta droga.

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Ya veremos los detalles del plan de seguridad que propone la Dra. Sheinbaum. Lo que es un hecho, es que, al momento, el grueso de la población confía y tiene alta expectativa a las políticas de la recién nombrada presidenta.

. - La semanera del gobernador Rubén Rocha Moya

Una vez más, el mandatario sinaloense salió como toro de lidia. Digo esto porque salió bravo a por lo suyo. Que era posicionar su mensaje en la agenda pública y dejar clara su postura. Me parece que lo logró, no deja mucho espacio para las dudas.

Primero, entiendo que Sinaloa está incluido en el plan de seguridad que presentará hoy la presidenta Claudia Sheinbaum. La reciente reunión entre el gobernador Rubén Rocha Moya y Omar García Harfuch no es casualidad, es de agenda y es toral.

Si bien no pueden evidenciar la estrategia de seguridad, ni el estado de fuerza, los resultados que presentó en su semanera creo que comienzan a notarse en la vida diaria. Culiacán se recupera a buen ritmo y el clima de inseguridad comienza a ceder. Señaló que se sigue trabajando de manera coordinada lo que ha dado como resultados diversos decomisos de armas y drogas, así como de vehículos.

La psicosis es tal, que no se puede izar bandera blanca, pero la presencia y el esfuerzo de los tres niveles de gobierno, se notan. Hace falta una sola tragedia para que de nuevo el miedo se apodere de la ciudadanía, de ahí la importancia de no ceder en las acciones.

En su intervención semanal, el gobernador Rocha aprovechó también para enviar un mensaje a la comunidad universitaria de la UAS. A los estudiantes les dijo que “no se dejen” y a los altos mandos, les reprochó las presuntas corruptelas y malos manejos. Exhibió en una presentación casos y cifras.

El paro de labores en Casa Rosalina es un completo despropósito. Los alumnos quieren clases, y serán los principales afectados con una medida “política” ante un asunto meramente legal. En rectoría han perdido la brújula por completo.

Finalmente, cuestionado sobre su situación política y si había respaldo o no por parte del gobierno federal morenista, me gustó la respuesta; el problema de inseguridad no es un problema político.

Los adversarios utilizan a la prensa para politizar los problemas de estado, lo político lleva su cauce y los asuntos de gobierno, se atienen en las instituciones y claro, con respaldo institucional.

Creo que la semanera del gobernador Rocha no tuvo desperdicio. Fue claro y contundente en su mensaje.

X: @vanessafelixmx