Antes que nada, quiero que algo quede muy claro para muchos que me honran con su lectura y me dicen que mi odio contra todo lo que tenga que ver con la 4T es desenfrenado y sin razón: les aclararon que realmente esto no es así.
Yo no odio a nadie que tenga que ver con la 4T. Pero tampoco es desmedida e injustificada mi crítica hacia ellos, porque por más que me esfuerzo por realmente poderles aplaudir o reconocer algo bueno, nomás no se prestan para ello, no me dan muestras de estar haciendo las cosas bien y menos ahora en campañas.
A mí sí me da gusto que una mujer pudiera llegar a ser presidenta, pero a estas alturas la cuestión ya no es un tema de género sino de aptitudes.
Creo que ya está quedando muy atrás eso de que porque eres mujer y nada más por eso, era aplaudible y casi casi un favor que se nos brindaran espacios en donde única y exclusivamente intervenían solamente los hombres.
Las mujeres nos hemos abierto con mucho esfuerzo caminos que antes estaban cerrados para nosotras, esa es una realidad.
Eso se lo admiro y se lo reconozco a la que será muy probablemente presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Llegar hasta donde ha llegado sin duda no le habrá sido nada fácil en un país absolutamente machista y misógino.
Pero ya para dar el brinco de jefa de Gobierno a presidenta aún no le encuentro atributos en donde pueda sentir que realmente vale la pena apostarle a ella y a su continuidad política.
Y es que su visita al estado en el que vivo, Querétaro, no fue conocida por la gente no afiliada a Morena; aquí los no morenistas somos mayoría, creo que es obvio.
Para empezar aquí nadie habló de su llegada, se comentó que había cancelado su visita a San Juan del Río sin explicar por qué y únicamente se concretó a venir a Querétaro, Querétaro.
Ni en chats vecinales ni de amigas ni chats de vendimias ni en ninguno que tengo, se comentó acerca de su visita.
Es decir que yo creo que sí, que un gran porcentaje de la población queretana hizo caso omiso a la visita de la futura presidenta o bien ni siquiera se enteró. ¿De quién fue la falla?
Yo supe de su visita realmente porque Twitter me lo recordó con un video de un mitin que hizo acá que francamente no es el mejor que le he visto a Claudia.
En dicho video que circula por redes sociales, en todos lados sale Claudia Sheinbaum vestida/disfrazada como la muñeca “Lele” haciendo su mitin. Y para quienes no sepan quién es la muñeca Lele, es una muñeca emblemática de aquí de Querétaro de origen Otomí, realizada y fabricada con manos de mujeres artesanas del Pueblo de Amealco, considerado además como uno de los pueblos mágicos de la República Mexicana.
La muñeca Lele nos ha representado ya en diversas partes del mundo, es una muñeca que la gente en el extranjero ya ubica cómo de origen artesanal queretano y la gente aquí le tiene cariño; incluso muchos habitantes de Querétaro poseen algo que tenga que ver con ella (llaveros, tazas, playeras). De la imagen y fabricación de la muñeca Lele viven cientos de mujeres artesanas queretanas.
Pues bien, Claudia tuvo la idea de vestirse o disfrazarse como la muñeca Lele. Sí, la muñeca de trapo. ¿Eso le dio ganancias políticas o le quitó? Pienso que realmente fue un despropósito, un muy mal tino. No había ninguna necesidad de hacer esto.
Pero además en el video que circula del mitin de Claudia ya en modo muñeca Lele se le ve hablando forzadamente y agitando las manos en un intento por imitar a su mentor López Obrador.
Sus manos agitándose con mucha fuerza me recordaron las brazadas que todos los días se avienta el presidente en sus mañaneras abriendo y cerrando los brazos como si fuera a volar.
El mismo movimiento realizó Sheinbaum con sus manos, entonces me quedó claro que ese movimiento corporal de Obrador es intencionado y que ahora Claudia lo ha querido hacer suyo como para darle perpetuidad al presidente y darle su propio sello morenista.
Pero no a todo mundo se nos da la imitación. A Claudia Sheinbaum no se le da la imitación. Debería ya intentar su propia personalidad.
Tristemente, no quiere buscar su toque personal, y no sé si por órdenes del presidente o porque ella así lo decidió copia ademanes de AMLO, pero también su mismo discurso. Las mismas palabras confrontativas contra todo lo que no tenga que ver con ella o con Morena.
Y entiendo su desesperación en el estado de Querétaro, que ocupa el primer lugar en desaprobación hacia Morena.
Ganarse a Querétaro sería ganarse la joya más grande jamás vista por un político o una política de la 4T. Pero para ganársela no están haciendo bien las cosas.
No es disfrazándose ni manoteando como va a lograr la aprobación de los queretanos. Mucho menos si llega acá con un discurso que polarice y divida.Ya no queremos más de eso, nos negamos rotundamente a tener más de lo mismo.
Claudia Sheinbaum tiene que darle a su campaña una vuelta de timón. Buscar a otros asesores. A gente simple a la que pueda escuchar y donde ella pueda entender que imitando a Obrador no va a lograr grandes cosas, al menos no en Querétaro.
Sé que sí, qué hay gente aún muy ignorante que se deja llevar y dirige su mirada hacia quien les recuerde a Obrador, la estrategia les funciona en muchos casos, pero lo triste es justamente eso: que es una estrategia.
¿En qué momento realmente Claudia pondrá el corazón para transmitirnos que de verdad sí quiere ser presidenta, pero no para agradarle a papá Obrador ni para perpetuarse en el poder sino porque quiere hacer un bien a la nación?
Después de la visita a Querétaro, muy seguramente si tiene alguna junta con sus asesores, les hará replantearse toda la campaña política que está llevando a cabo Claudia porque de lo contrario, y esto es verdad, la gente ya no está tan dormida, está despierta y está avispada y estamos todos muy pendientes de que ahora sí se hagan las cosas bien, así que tienen forzosamente que replantearse las cosas, creo yo.
Mientras eso pasa, hay ojos que estamos analizando todo, certificando que se hagan bien las cosas, que no hayan más “simulaciones” como dice el presidente de todos los mexicanos y que no sigan gastándose recursos y más recursos para campañas que al final de cuentas están resultando un fracaso.
Queremos ver algo más que giras artísticas de los políticos. Ya andamos cansado de eso y de muchas cosas más.
Los estamos observando.
Es cuanto.