Se empieza a sentir esa efervescencia por el proceso electoral que vivirá el país el próximo año. De igual manera, se percibe el ambiente político que atravesó el mismo presidente en la apoteosis del ejercicio de transformación hace seis años. Se nota, por ejemplo, que las bases sociales y la estructura de la izquierda han cobijado a Claudia Sheinbaum. De hecho, la coordinadora de la defensa de los comités está llevando a cabo un recorrido de una forma que ha llamado mucho la atención, especialmente por el respaldo que ha recibido en las entidades federativas que recorre, dando el máximo para llegar sólida en vísperas de las precampañas.

Como sabemos, sigue el proceso más complejo qué es refrendar el histórico triunfo electoral del 2018. De hecho, las propias encuestas hablan de una cómoda ventaja que rebasa los 25 puntos. Esto significa que, si hoy fueran las elecciones, Claudia Sheinbaum ganaría con amplio margen. Incluso, hay metodologías que han llegado a mostrar más de 30 puntos sobre Xóchitl Gálvez. O sea, se augura una ponderación de 3 a 1. Sin embargo, hay muchos motivos que alientan a los dirigentes a no confiarse, contemplando que las elecciones se ganan con votos.

Ese es justamente el proceso de organización que notamos en Claudia Sheinbaum. Es, en pocas palabras, un momento de coyuntura crucial el que vive la coordinadora. Además de ello, ha construido un equipo territorial de mucha experiencia en este tipo de ambientes políticos. De esa misma forma, los gobernadores emanados de Morena, en todos los casos, han cerrado filas con Sheinbaum, lo que garantiza un activismo que reforzará la campaña. Eso sí, ha puesto mucha atención en cada una de las demarcaciones y, de manera estratégica, nombró a los cinco referentes en las circunscripciones del país que, al fin y al cabo, serán la punta de lanza en la organización y planeación.

A diferencia de la candidata del Frente, Claudia Sheinbaum ha sabido aprovechar cada cuadro que suma y, de paso, está obteniendo buenos frutos. Es, por lo tanto, el preludio de lo que vivió el presidente López Obrador. Está claro: Sheinbaum ganará la elección presidencial y la mayoría de las entidades federativas que estarán en juego. De ese mismo modo, se visualiza un escenario similar al 2018 para obtener la mayoría en los espacios legislativos de ambas cámaras. Para que eso suceda, tiene que darse un efecto parecido al 2018.

Eso implica, justo en este momento, apretar el acelerador y poner en marcha todo el trabajo territorial posible. Claudia, en ese sentido, leyó claramente la tarea que tiene en sus manos después de recibir el bastón de mando. Siendo el referente del movimiento, ha ido perfectamente tejiendo o, mejor dicho, moviendo las piezas del ajedrez de forma inteligente. Se notó en los nombramientos de los coordinadores de campaña y en las cinco circunscripciones que estarán bajo su tutela. De hecho, han pasado solo unas semanas desde que ganó la encuesta y, en ese tiempo, ya armó toda una plataforma que, a lo largo y ancho del país, está formando comités de respaldo, particularmente con aquellos cuadros que, todo parece indicar, serán parte del relevo generacional del que ha hecho énfasis el presidente López Obrador.

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El principal motivo, claro está, es ganar la elección presidencial con el mayor respaldo social. No sé si la votación será igual o mayor a la del 2018, empero, lo cierto es que, con gran legitimidad, Claudia será la primera mujer presidenta de nuestro país y, de ese modo, hará historia en el proyecto de transformación que inició de la mano de López Obrador. Dada esas condiciones, los mismos estudios de opinión adelantan lo que pasará. Para ello, Sheinbaum se alista; planea e intuye. Ha demostrado estar a la altura de los retos que enfrentará en las boletas presidenciales con una fuerza política que se puede notar en el efecto que está generando Claudia.

De entrada, Claudia Sheinbaum ha volteado a ver a los cuadros de mayor experiencia en el país. Eso, entre muchas cosas más, le garantiza un mejor nivel de competitividad. Eso nos lleva a concluir, con toda la lógica y fundamento, el triunfo contundente de Sheinbaum en las urnas. Hay garantía de ello. De hecho, le ayudará mucho la designación de los perfiles con mayor poder de convocatoria en las entidades federativas. Con una selección así, se alimenta más el pronóstico de victoria y, de paso, se evitan fracturas y pugnas internas.

Y no solo los candidatos en las entidades serán de gran ayuda, sino también los cuadros que vienen impulsando o, como se indica en palabras del presidente, el relevo generacional, que empuja fuerte en diversos lugares del país.

Notas finales

Como adelantamos en este espacio de opinión, el relevo generación no solamente se asoma en el proceso electoral, sino que levantan la mano para ser protagonistas de la transformación. En vista de ese efecto que ha generado el ejercicio electoral y en el clima de los registros de quienes aspiran, Santos González, en Zacatecas, se inscribió por el distrito federal de la capital. De hecho, en un evento desde las instalaciones del Comité Ejecutivo Estatal, González, arropado por una multitud, se apuntó y, de esa forma, se medirá en el ejercicio interno que aplique el órgano de dirección. De entrada, tiene la ventaja de conocer perfectamente la geografía de aquella entidad y, con ello, sabe cuáles son las inquietudes y puntos de vista de la población civil. Incluso, a su corta edad fue capaz de posicionarse como coordinador de asesores en la cámara alta.

O sea, cuenta con un bagaje y un aprendizaje muy significativo en temas legislativos. Si a eso le sumamos que, desde hace muchos años, se formó de la mano de Ricardo Monreal, su perfil se fortalece. Debido a esas condiciones a su favor, todo parece indicar que, en ese curso interno, se convertirá en candidato de Morena y, por último, en futuro legislador en San Lázaro.