Creo que Marcelo Ebrard ha perdido por completo la brújula de la política. Primero, por el timing. Me parece que no está entiendo los momentos que se viven actualmente y está jugando en solitario. Sirva el ejemplo, la música suena un vals, Marcelo está bailando su propia cumbia ignorando la música. Y desentona feo.

El frente amplio ha decidido ya cómo competirá y ha nombrado a Xóchitl Gálvez como representante que será precandidata y candidata a la presidencia. Morena y aliados, han hecho lo propio en un ejercicio sin precedentes, en el que Claudia Sheinbaum ha resultado vencedora y en consecuencia recibió el nombramiento como coordinadora de la defensa de la 4T, lo que la convierte en virtual precandidata y candidata presidencial.

Incluso Eduardo Verástegui se ha inscrito como aspirante independiente, el discurso y los grupos de apoyo del actor, probablemente le consigan la candidatura presidencial por esa vía. Por su parte, Movimiento Ciudadano esperará hasta el final para definir candidato.

En definitiva, la ruta de la política actual va en las definiciones y al ex canciller se le ocurre primero intentar reventar el proceso interno de Morena, luego impugnarlo y después fundar un nuevo movimiento, crear un partido político que le sirva a sus aspiraciones personales.

Me regreso, mal timing porque no es el momento. Nada más egoísta en este contexto que comenzar un proyecto de esta envergadura. No habla de otra cosa que no sea inmadurez política y una inusitada incapacidad para el consenso y abonar a la unidad de un movimiento que le ha dado tanto.

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Marcelo busca ser opositor al interior de Morena, no al exterior. En reiteradas ocasiones ha hecho referencias López Obrador para justificar sus acciones. Es decir, no buscará conflictuarse con el presidente en el discurso, sino que sus críticas irán en contra de personajes del movimiento que traicionaron los valores del líder moral, y que en el proyecto “Marcelista” caben todos los morenistas y obradoristas de bien.

La “genial” idea le apareció 3 o 4 años después. Mientras Claudia Sheinbaum atendía a la base y tejía acuerdos con los liderazgos del movimiento, Marcelo estaba enviando mensajes a las élites de que él les convenía más, que si alguien de la 4T irremediablemente les gobernaría, él era la opción más neoliberal, fifí y en consecuencia afín a sus intereses.

El movimiento progresista buscará “pescar” en aguas donde también lo hacen Movimiento Ciudadano y el Frente Amplio, es decir, llega tarde a la búsqueda de una base importante de apoyo. Reitero el mal timing, porque en ese océano quedará poco para él.

Ahora bien, con todo el aparato de la 4T operando la unidad para Claudia Sheinbaum, la cargada ya comienza a gestarse para la coordinadora, y quienes integran al grupo del ex canciller comenzarán a dudar cada vez más sobre la viabilidad de permanecer en su proyecto, sobre todo quienes tengan la oportunidad de sumarse desde los proyectos locales en los estados.

Sobre los diputados actuales y que conforman un nada despreciable grupo de apoyo para Marcelo, su interés máximo es la supervivencia política, Ebrard parece considerar que puede negociar incluso votos en San Lázaro, lo que me parece un error de cálculo. Los diputados ‘marcelistas’ tienen coordinador parlamentario y en la medida que el tiempo pase, lo natural será que irán definiéndose en favor de la unidad de la 4T y en detrimento de “Movimiento Progresista”.

Al final, mientras el ex jefe de gobierno no se decida, seguirá habiendo mucha especulación.

Si el discurso marcelista fuera menos agresivo contra el movimiento, podríamos creer que su rol es más estratégico que de berrinche, porque nada mal le vendría a la contienda, un personaje afín a la 4T, con un discurso que contrarreste a un grupo social seducido por Verástegui o la versión más progre de Xóchitl Gálvez.

El objetivo desde rectoría es politizar un tema legal

Los problemas legales que envuelven a Jesús Madueña Molina, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa continúan dando de qué hablar. La mañana de este lunes una pequeña -muy pequeña- fracción de universitarios se manifestaron en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y simultáneamente realizaron movilizaciones en diversos puntos del estado. El motivo, presionar a las instituciones de justicia y defender mediáticamente al rector, y nada más.

La comunidad universitaria tiene mi respeto, son ellos quienes con esfuerzo han llevado a la UAS al lugar en el que se encuentra. También mi solidaridad con ellos, que en su mayoría son movilizados por la fuerza, obligados a manifestarse en contra de sus convicciones, amedrentados so pena de perder beneficios o ver truncado su desarrollo profesional. Los líderes encabezados por el propio rector, buscan confundir al pueblo. Continúan el discurso para confundir la defensa de la autonomía con la defensa de un rector vinculado a un proceso penal, y señalado en otros dos, que tienen que ver con daño a las finanzas universitarias.

Las manifestaciones de este lunes, evidencian que el objetivo desde rectoría es politizar un tema legal y confundir la población. Hasta el momento, no ha habido una sola explicación completa y convincente por parte del grupo en el poder universitario que abone a la transparencia y a dilucidar el buen uso de los recursos públicos que maneja la UAS. Lo contrario, el discurso de hacerse el perseguido político cuando existen facturas por 45 millones en tortillas para casas del estudiante cerradas durante la pandemia, resulta por demás inverosímil. Este miércoles continuará la audiencia por este caso, y ya veremos qué sucede.

Por su parte, desde la ASE informan que concluyó el plazo para solventar los casi 460 millones de pesos de ingresos propios de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) de la auditoría realizada sobre el Ejercicio fiscal 2022. Si en Casa Rosalina son omisos con este tema, el asunto podría avanzar también a tribunales y derivar en denuncias penales ante la FGE.

Con esto, queda claro que el rector elige pelear con sombras en vez de atender la realidad legal y financiera que se ciñe sobre él. La UAS seguirá siendo la UAS como lo ha venido siendo desde antes y después de Jesús Madueña, los universitarios no deberían dejarse engañar por los intereses personales del rector actual.

Vanessa Félix: @vanessafelixmx