Todos sabemos que Andrés Manuel hace años sufrió un infarto. Debe, entonces, vigilar periódicamente su estado de salud. Lo hizo hoy —así lo informó con toda honestidad, y sin ocultar nada su portavoz, Jesús Ramírez— y, para un mejor diagnóstico, los médicos del Hospital Central Militar decidieron realizar un cateterismo cardiaco; algo, sin duda, completamente normal y para nada peligroso en estos casos.
Recordemos, el cateterismo es un procedimiento relativamente sencillo para conocer las condiciones de las arterias y, de esa manera, diagnosticar si existe algún problema de circulación que necesite ser atendido.
El procedimiento no dura más de 30 minutos y, en el caso del presidente de México, los especialistas encontraron que las arterias y el corazón están sanos y funcionando en forma adecuada, tal como informó oportunamente el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Pero los carroñeros de los medios y la política —con Felipe Calderón al frente— se lanzaron a sembrar odio y pánico especulando que “con total hermetismo” había “alarma” acerca de la salud del presidente López Obrador.
Aquí una copia del tuit que Calderón difundió y después borró. Miserable cobarde.
Federico Arreola en Twitter: @FedericoArreola