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El presidente de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseveró en la conferencia mañanera de este miércoles 11 de octubre que confiaba en la fortaleza del peso para resistir a una depreciación abrupta de la moneda azteca, a pesar de la turbulencia de los mercados cambiarios internacionales, por lo que no recomendaría que se volvieran a incrementar las coberturas cambiarias del Banco de México.
Habría que recordar que el pasado 30 de agosto, la Comisión de Cambios determinó instruir a la institución que dirige Victoria Ceja, reducir el monto vigente del programa de coberturas cambiarias de forma gradual, el cual tiene un monto total de 7 mil 491 millones de dólares; esta decisión tomada por las autoridades se debe a la estabilidad financiera y sólidos fundamentos económicos que existen actualmente en el país, que contribuyen al buen funcionamiento del mercado cambiario.
La comisión reiteró que, a partir de septiembre de 2023, el Banco de México renovará los vencimientos de coberturas cambiarias en una sola ocasión y por el 50% del monto vigente.
El programa de coberturas cambiarias liquidables al vencimiento por diferencias en moneda nacional y que tiene el objetivo de estabilizar, ordenar y contribuir a mejorar el mercado cambiario, se estableció el 21 de febrero del 2017 y lo instruyó la Comisión de Cambios al Banco de México.
El funcionamiento del programa cambiario empezó hace seis años cuando el banco central colocó entre las instituciones de crédito que operan en México un monto total de 5 mil 500 millones de dólares en diversas subastas.
Para el 2020 la Comisión de Cambios anunció una serie de subastas adicionales dada la gran turbulencia que existía en ese momento en los mercados cambiarios en todo el mundo, por efecto de la pandemia de COVID-19, y de esa manera se colocó un monto adicional de 1,991 millones de dólares, con lo que se alcanzó un monto total de 7 mil 491 millones de dólares, distribuido en vencimientos con plazos de uno a doce meses.
La Comisión de Cambios es el órgano encargado de la política cambiaria en el país y está integrada por el secretario y el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, la gobernadora del Banco de México y dos miembros de la Junta de Gobierno del propio banco.
Las subastas de dólares por parte de la banca central mexicana se obtenían originalmente de las reservas internacionales que tiene dicha institución financiera, sin embargo, existe también una línea de crédito “swap” con la Reserva Federal de Estados Unidos (FED por sus siglas en inglés) que facilita la divisa estadounidense con una tasa de interés muy baja.
En marzo de 2020 el Banco de México y la FED dieron a conocer el establecimiento de un mecanismo “swap” por hasta 60 mil millones de dólares, con el objetivo de apoyar la provisión de liquidez en dólares de Estados Unidos., con la línea de crédito, la banca central mexicana realizó trece subastas desde marzo de 2020 a septiembre del 2021, el monto vigente de financiamiento fue 100 millones de dólares.
Durante 2020, se pudieron superar los retos que impuso la tendencia negativa en el tipo de cambio debido a la pandemia, a través de subastas en dólares; sin embargo, la pregunta que quedó en el aire fue ¿cómo fue posible que en esas condiciones hayan subido las reservas internacionales del banco central?
La respuesta a esa incógnita fue que gran parte de la interrogante se pudo resolver con la línea “swap” que tiene el Banco de México con la Reserva Federal de Estados Unidos hasta por 60 mil millones de dólares. Dicha línea de financiamiento, creada especialmente por la FED, se utiliza para apoyar las condiciones de liquidez en los mercados, cuando los ámbitos negativos en la balanza de pagos o en la especulación originan cierta sequía de recursos o presionan adversamente a las reservas internacionales.
La “línea swap” es un intercambio de deuda en el que la Reserva Federal de Estados Unidos acepta instrumentos denominados en moneda nacional a cambio de dólares, los cuales serán pagados con una tasa de interés muy baja y, una vez pagados, se devuelve la garantía.
Las swap acordadas entre el banco central mexicano y la FED tenían originalmente una duración de seis meses, pero en julio del 2020, la reserva federal estadounidense anunció una extensión a la vigencia del mecanismo hasta el 31 de marzo de 2021.
El peso mexicano ha sido de las monedas que más se ha apreciado en el mundo en los últimos dos años, sin embargo, a partir de este mes de octubre el peso se ha depreciado con respecto a las monedas extranjeras debido a la gran turbulencia que ha azotado los mercados, por un mayor nerviosismo a raíz de la escalada en el conflicto entre Israel y Hamás, y el fortalecimiento del dólar por la subida de la tasa de interés de los bonos de deuda estadounidenses y de la tasa de referencia de la FED como estrategia anti inflacionaria.
El dólar americano cotizó el pasado 9 de octubre en $18.24 pesos con una depreciación de -0.16%, con respecto a la semana anterior, y una fluctuación a lo largo del día entre $15.95 pesos y $18.00 pesos.
Pese a estas fluctuaciones en el tipo de cambio de la divisa azteca frente al dólar el presidente de México confía en la fortaleza del peso por lo que no recomienda que se vuelvan a incrementar las coberturas cambiarias del Banco de México para que haya más subastas de la divisa estadounidense.
“El Banco de México tiene el objetivo prioritario de preservar el valor de la moneda nacional a lo largo del tiempo y, de esta forma, contribuir a mejorar el bienestar económico de los mexicanos”. El objetivo del banco central se está cumpliendo por lo que el jefe del ejecutivo federal está de acuerdo con lo que está haciendo la institución que dirige Victoria Ceja para conservar el tipo de cambio.
El peso mexicano inició este jueves 12 de octubre con una apreciación de 0.28% frente al dólar. En la jornada previa, la moneda local se apreció un 0.5% frente al dólar, al cotizar a 17.83 unidades por billete verde, luego de situarse en 17.92 en la jornada previa, reportó el Banco de México.
La lucha contra la inflación necesita un peso fuerte ya que casi un 50% de lo que consumimos los mexicanos viene del exterior y al tener una moneda apreciada las mercancías y servicios importados se pueden adquirir a menor precio en moneda nacional.