Estuve este martes en la ciudad de Guadalajara invitado por Salvador Cosío, de la asociación política Confía en México. Se me pidió hablar, entre otros temas, acerca de las posibilidades presidenciales del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro. En resumidas cuenta dije lo siguiente:
- Hace dos o tres años el gobernador Alfaro era considerado el gran favorito para encabezar, con muchas posibilidades de éxito, a la oposición unida contra el candidato o la candidata de Morena en las elecciones de 2024. Su rebeldía recordaba a la de Vicente Fox cuando este gobernaba Guanajuato y retaba, prácticamente a diario, al entonces presidente Ernesto Zedillo.
- Ahora, a la mitad de su periodo al frente del gobierno de Jalisco, el señor Alfaro es un gobernante fallido. Ha perdido popularidad aceleradamente y, en sus desesperados intentos por recuperarla, se ha convertido en un político problema que pelea con todo el mundo, lo que cada día lo hunde más. Su más reciente enfrentamiento ha sido con el dirigente real de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla. El gobernador Alfaro perderá este pleito, ya que Padilla, a pesar de su desprestigio, cuenta con el apoyo, importantísimo, de círculos intelectuales de todo el país y aun del extranjero.
- Por tales razones, Alfaro ha descendido notablemente en las encuestas de preferencias relacionadas con el proceso electoral presidencial de 2024. En el PRI y en el PAN, por lo tanto, ya no lo toman en serio como un posible candidato de la oposición unida. El gobernador de Jalisco ni siquiera encabeza los sondeos en su partido, Movimiento Ciudadano. En el instituto político de Dante Delgado lo supera, con una amplia ventaja, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas. Este joven político es tal vez la figura de oposición a Morena más popular actualmente.
- Descartado Alfaro por su mal desempeño en Jalisco, me pregunté si Colosio Riojas está interesado en ser candidato presidencial en el 2024. No he hablado con él, pero gente que lo trata me ha dicho que el hijo del candidato asesinado en Lomas Taurinas planea, sí, intentar una aventura tan complicada como la de buscar la presidencia de México, pero en el año 2030.
- Recordé en Guadalajara lo que Colosio padre decía con frecuencia y que no sé si es algo en lo que haya reflexionado Colosio hijo: la oportunidad de llegar a la presidencia se presenta una vez en la vida, así que más vale intentar aprovecharla. Esto es, las circunstancias han puesto al alcalde Luis Donaldo cerca de una candidatura presidencial para el próximo 2024. ¿Tendrá en 2030 la misma oportunidad? Quién sabe, probablemente no. Estas cosas son de una vez en la vida, vale decir, difícilmente se repite la ocasión.
- Una diferencia entre Samuel García, gobernador de Nuevo Léon, y Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey —diferencia que no es menor en el proyecto de trabajar para llegar a la candidatura presidencial en 2024— radica en que el primero estará a la mitad de su periodo el año de las próximas elecciones federales, mientras que el segundo estará concluyendo su mandato como alcalde.
- Es decir, si desea continuar su carrera política, Colosio, a fuerza, tendrá que participar en algún proceso electoral en 2024. Si no participa como candidato presidencial de la oposición, tendrá que buscar la reelección como alcalde de la Sultana del Norte o, tal vez, apuntarse entre los aspirantes al Senado o a la Cámara de Diputados.
- ¿Queda claro? En el proceso electoral presidencial de 2024 Colosio Riojas —si desea seguir con vida en la política— a fuerza será candidato. Tiene opciones: (i) ser candidato otra vez a la alcaldía de Monterrey, (ii) buscar el Senado (iii) intentar ser diputado federal o (iv) tirarle a la presidencia de México.
- Un regiomontano que seguramente Colosio Riojas conoce, Pancho González, dueño de Milenio, suele decir que se realiza el mismo esfuerzo para vender algo que valga un solo peso o vender mercancía por millones de dólares.
- Sí, será el mismo desgaste para Colosio buscar otra vez la alcaldía que intentar la hazaña presidencial. ¿Ustedes, en lugar de Donaldo, qué harían?