Corría el año de 1995, y los mexicanos atestiguábamos con penita ajena cómo el ya expresidente Carlos Salinas de Gortari se declaraba en “huelga de hambre” al tiempo de refugiarse en una casa de una familia de escasos recursos en Nuevo León; el motivo era porque, según Salinas, el gobierno sucesor de Ernesto Zedillo lo acusaba a él y a su hermano de calumnias y bajezas. No teniendo los pies en el piso en cuánto a que el señor Salinas ya no era presidente, y cómo costumbre ha sido, casi siempre, en la historia contemporánea de México, ya sus acciones no encontraban eco alguno en la opinión pública, máxime con el país de cabeza que heredó a su sucesor. Lógico es, que todo ese patético show barato, terminó demasiado rápido y en menos tiempo aún cayó en el casi total olvido.
Respecto a esas acciones, en el año 2018 el candidato por el PAN a la presidencia, Ricardo Anaya Cortés, repitió esas tristes escenas, con la sutil diferencia de que no había una supuesta huelga de hambre, pero si actuaba fingiendo preocupación por las familias que habitaban las casas dónde pernoctaba, escuchando con una cara nada creíble sus problemáticas. Sobra decir, que, al igual que la primera parte de este tipo de serie televisiva, no tuvo credibilidad alguna en los ciudadanos, antes aún, llovieron burlas, caricaturas, críticas y memes respecto a sus ridículas acciones, qué eran más una suerte de burla a la gente que cualquier otra cosa.
Increíblemente, en este año 2023, la precandidata a la presidencia por el bodrio qué significa el ‘Frente Amplio por México’, alianza de partidos políticos con (supuestas) ideologías diametralmente opuestas, pero unidos por una obscena ambición a los millonarios y fáciles recursos que, generosamente, pueden dar las arcas del Estado mexicano, protagoniza una tercera temporada de la serie en cuestión, un ‘reality show’ le llaman ahora, y que básicamente tiene su origen en que, a la mujer indígena que por vender gelatinas posee una mansión multimillonaria en la Ciudad de México, -y que se le cuestionó de manera pública su origen-, supuestamente la gente del pueblo de México le dice: “Xóchitl, mi casa es tu casa, come y duerme aquí con nosotros, los tuyos”, lo cual, es lógico inferir, tendrá los mismos resultados vergonzosos, estériles y hasta negativos qué ya tuvieron las dos temporadas anteriores de esta tan triste serie televisiva.