Vamos a salir de un drama para entrar a otro. Hoy hablaremos del sindicato al que están afiliados los sobrecargos de Aeroméxico: la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA).
A partir de hoy -y hasta el próximo día 27 de junio- en el área de comidas de la T2 se llevará a cabo la “consulta” sobre el “pre convenio” entre los sobrecargos agremiados a la ASSA y la compañía aérea Aeroméxico.
La información de esta columna es mi resumen después de haberme chutado varias asambleas en línea, diferentes meets “con el cuerpo jurídico de ASSA” y un zoom con el Dr. Manuel Fuentes. Agradezco a los compañeros que me compartieron todo el material, pues con este hablaremos -como digo yo- “con los pelos de la burra en la mano”.
Comencemos con las asambleas. Hubo varias y en ellas se les iba consultando a los sobrecargos sí aceptaban o no la “propuesta integral” de Aeroméxico; así fueron y vinieron, y rechazaron la “Propuesta 1″, y la “Propuesta 2″, en asambleas con sobrecargos verdaderamente enardecidos y dispuestos a recuperar sus condiciones laborales y obtener mejoras en las mismas.
Así llegamos al día 28 de mayo, donde después de sacar una votación negativa, la Secretaría General, y parte del Comité Ejecutivo, se “ausentó” de la asamblea y después de una hora, con tono amenazador, la secretaria general logró que el gremio le votara a favor la “Propuesta 3″.
Ustedes tienen que saber, que esta revisión contractual se da después de 4 años en el que los sobrecargos de Aeroméxico estuvieron trabajado bajo un “Convenio de Ahorros Covid”, el cual tenía como fecha de vencimiento el 31 de mayo, el mismo día que el emplazamiento a huelga por la revisión contractual y salarial.
De manera perversa, y una disculpa pero no encuentro otro adjetivo, la secretaria general, metió dentro del pliego petitorio el convenio de ahorros covid. Desafortunadamente esta mujer con sobrada ignorancia de su cargo, ha creído que ella es el poder absoluto del sindicato.
Hoy por hoy tenemos un Comité Ejecutivo desdibujado, que es totalmente inexistente, y sí le sumamos que un tercio de la representación sindical carece de toma de nota, francamente estamos hablando de un poder megalómano al frente del sindicato por parte de la secretaria general.
Como les decía, al haber firmado el “pre convenio” el día 28 de mayo, el sindicato le dio vida a la cláusula sexta de dicho convenio de ahorros, el cual establecía que se podía continuar con dichas condiciones si es que las dos partes llegaban a un acuerdo. Esto es, en lugar de dejar que el “Convenio de Ahorros por Covid” llegase a su fin el día 31 de mayo, ASSA le dio vida al incluirlo en la negociación.
Esta es la razón por la cual la secretaria general ha estado tan insistente en aceptar las condiciones planteadas por la empresa durante todos los meet jurídicos que realizó con los sobrecargos de Aeroméxico, acompañada siempre de su “cuerpo legal”, que dicho sea de paso, no son parte del sindicato ni son agremiados, son solo asesores externos. Yo no tenía claro este punto hasta que caí en cuenta del pequeño detalle que les conté líneas más arriba.
Con esto, de manera magistral (porque hay que reconocer el astuto trabajo de los abogados de Aeroméxico) dejaron amarrado como arma a su favor el convenio de ahorros, que seguirá vigente en caso de no aceptarse el pre convenio en la consulta que hoy empiezan a votar los sobrecargos de la empresa.
¿Por qué lo aseguro?, porque si en la consulta se vota en contra del pre convenio, Aeroméxico tiene toda la facultad legal de regresar a la vida el convenio de ahorros, esto es, los sobrecargos volverán de nueva cuenta a recesar en vuelos transoceánicos 24 horas y no 48 horas como se tenía en el CCT pre pandemia entre otras cosas.
Es una forma de garantizar que la votación salga en el sentido que Aeroméxico quiere; los sobrecargos no importan, y eso lo dejó claro la representación sindical al ser tan ignorantes (o perversos) al darle aire a un convenio que tenía fecha de vencimiento.
En lugar de dejar que el “Convenio de Ahorros por Covid” feneciera, fue tema del pre convenio, poniendo el riesgo que los trabajadores regresen a las condiciones pre pandemia de manera natural.
La ley exige que la votación tiene que ser del 51% en un sentido o en otro, eso dicen los abogados del sindicato, aunque en nuestros estatutos marca que es el 50+1.
El sindicato solamente está planteando que voten “a favor o en contra”, pero ¿qué pasa si las votaciones en la consulta se empantanan?, es decir, que no se consiga el porcentaje legal requerido. A varios sobrecargos les hice llegar esta inquietud, porque el sindicato no tiene un “plan B”, en caso de que la votación no te lleve a ningún lado.
Lo digo con conocimiento de causa, porque yo ya estuve ahí, como representante sindical y varias veces nos tocó que una votación se nos empantanara y ni para atrás ni para adelante. La secretaria general y su “brillante” cuerpo de abogados, no han siquiera vislumbrado esta posibilidad.
Están convencidos de que basta y sobra con las amenazas que han vertido en los meets, donde aseguran que gracias a la Reforma Laboral del 2019, no existen huelgas de “horas o días”; ellos argumentan que ahora una huelga mínimo se lleva un tiempo de 25 días.
Revolviendo conceptos de “consulta” y “huelga” hacen unas cuentas mafufas que terminan confundiendo a los sobrecargos. De manera premeditada mezclan este periodo de “interregno”, el cual sí se está llevando más 25 días desde que se firmó el pre convenio por parte de la secretaria general, hasta la resolución de la consulta.
Y las fechas no mienten, este pre convenio fue firmado el 28 de mayo y el último día de su consulta será el 27 de junio, casi un mes, esto es más de 25 días. Sin embargo en todo esto nos falta un actor importantísimo. Los sobrecargos en búsqueda de respuestas a sus dudas y al desconfiar de un equipo legal -que por cierto ha perdido todas y cada una de las demandas que ha interpuesto ASSA-, buscaron la asesoría del Dr. Fuentes.
Este abogado, quien acaba de ganar un importante caso a favor de un trabajador de Aeroméxico, participó en la Reforma Laboral del 2019, y ante la pregunta de los sobrecargos sí es verdad que ya no existen “huelgas de horas o de días”, se mostró bastante sorprendido y dijo que eso era falso.
Aquí lo sorprendente es la denostación a este profesional por parte de la actual secretaria general, quien dijo en uno de los meets, que este abogado no le quiso llevar su caso. ¿Cuál era su caso? Cuando ella ganó el cargo de secretaria de actas en 2017, creo que solamente estuvo 4 meses en su cartera porque Ricardo Del Valle, quien era el secretario general, la reintegró a la línea para que no pudiese ejercer su cargo.
Ese fue su caso, y de hecho no se resolvió, pues la demanda que tenía en contra de ASSA por este motivo, al llegar ella a la Secretaría General, desistió de la misma. Y a pesar de haber vivido en carne propia el destierro de su cartera, no le ha temblado la mano en la actualidad para hacer exactamente lo mismo que ella sufrió, ahora con la secretaria de conflictos, cartera vital dentro de una revisión de contrato.
Pues es precisamente esta cartera la encargada de realizar el expediente de revisión, así como de ingresar el pliego petitorio; hoy ese cargo lo suplen los abogados del sindicato, violentando la ley interna, pues el cuerpo legal no forma parte del sindicato. Quiero dejar en claro que los abogados son asesores “externos” del sindicato que están únicamente para asesorar, pero el trabajo lo realizan los representantes sindicales.
Estos mismos abogados llevaron al sindicato a obtener una negativa de toma de nota, y han dejado solamente de manera “funcional” a dos tercios de la representación, menos dos cargos que hoy, uno se encuentra reintegrado a la línea, el caso de la secretaria de conflictos, y el otro vacante tras la renuncia en enero de la secretaria de previsión social, cargo que sigue vacío a pesar de que el estatuto establece que ante una renuncia, se debe salir de inmediato a elecciones.
Con este denso panorama es con el que llegarán el día de hoy a votar los sobrecargos en la consulta sobre el pre convenio, donde las amenazas sobre votar a favor no han cejado, y que si se decantasen por votar en contra, tienen un cuerpo jurídico de caricatura que les haría perder el estallamiento a huelga.
Porque además no ha contemplado en lo absoluto el hecho de que la votación se pudiese empantanar. Podemos definirlo de la siguiente manera: me quito el sombrero ante Aeroméxico que de forma quirúrgica ha amarrado una revisión a su favor.
Y un abucheo interminable a todas y cada una de las pifias sindicales, pues el sindicato ha actuado como si fuera parte de Aeroméxico y no el antagónico en esta historia, dejando a los sobrecargos sin mejoras reales a sus demandas laborales.
Paradójicamente, el balón está en la cancha de los verificadores del centro… Que como fedatarios públicos están obligados a registrar todas las incidencias que observen durante los días que dure la consulta. Mis ojos (con todo y lupa), ya están sobre ellos.