Como es bien sabido el presidente Joe Biden, derivado en buena medida de su brutal descenso en números de popularidad, decidió hace no mucho anunciar que no buscaría la candidatura del Partido Demócrata para las elecciones de noviembre, rompiendo una tradición que data desde tiempos de Lyndon B. Johnson.

Lo hizo tras haberse encendido las alarmas de que el presidente no solamente se encontraba por detrás de Donald Trump en los sondeos de opinión en los estados clave de Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Nevada y Nuevo México, sino que otros como Virginia y New Hampshire, considerados estados sólidamente demócratas, mostraban indicios de ser disputados por los republicanos.

La vicepresidente Kamala Harris, quien cuenta ahora con el número suficiente de delegados para alcanzar la investidura del partido en la próxima convención, parece haber equilibrado el terreno de juego.

A la luz de los más recientes sondeos, Harris y Trump se encuentran en un empate técnico, léase, dentro de los márgenes de error de las encuestas, en la mayoría de los “swing states” o “estados columpio”, con una ligera ventaja, si se quiere, hacia Trump.

Sin embargo, se espera que la convención del Partido Demócrata, la cual tendrá lugar del 19 al 22 de agosto de este mes en el United Center de Chicago, lance a Harris hacia una ventaja significativa sobre Trump, particularmente tras el esperado anuncio del compañero de fórmula.

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Según se especula, entre los candidatos a la presidencia podría surgir Josh Shapiro, hombre de origen judío que hoy funge como gobernador del estado columpio de Pennsylvania.

Kamala Harris luce como una candidata que encanta o alucina. Por un lado, su perfil étnico la presenta como una candidata ideal para resucitar a la coalición que llevó a Barack Obama a la Casa Blanca, pero a la vez, dista de enamorar a algunos demócratas moderados que se inclinan hacia personajes como Joe Biden.

La elección será cerrada y su resultado difícil de predecir. Sin embargo, como es costumbre, será un puñado de electores los que decidirán quién sucede a Joe Biden en la Oficina Oval.