Ayer lunes las mujeres tuvimos buenas noticias. Por un lado Clara Brugada, la próxima jefa de gobierno de la Ciudad de México presentó su gabinete, conformado por 11 mujeres y 10 hombres y por otro, la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum anunció la creación de la Secretaría de las Mujeres, que tendrá como titular a Citlalli Hernández Mora.

Las mujeres en el gabinete de Clara

Las mujeres que acompañarán a Brugada tienen una preparación de altura y su capacidad no podrá nunca ser cuestionada. Sus nombres y cargos son Alejandra Frausto, en la Secretaría de Turismo, Araceli Damián González, en inclusión y bienestar social, Nadine Floral Gasman, en salud, Ana Francis López, al frente de cultura; Julia Álvarez Icaza en medio ambiente; Inés González Nicolás, en trabajo y fomento al empleo; Nelly Juárez en pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, Manuela Zabalza en la Secretaría de Desarrollo Económico, Eréndira Cruz Villegas como consejera jurídica y de servicios legales, Daptnhe Cuevas en Secretaría de Mujeres y Myriam Urzúa repite al frente de gestión integral de riesgos y protección civil.

Revisar sus trayectorias y preparación académica nos hace corroborar que en el gobierno de Clara Brugada no hubo volados ni amiguismos, están las y los que deben estar porque su esfuerzo lo amerita.

Desde que los gobiernos de izquierda llegaron a gobernar la capital del país, hace 27 años con Cuauhtémoc Cárdenas, abanderado del casi extinto PRD, hemos visto que la tendencia es tener cada vez más hombres y mujeres con alta preparación académica y probada calidad moral pero ahora con Brugada, si se me permite la expresión, se volaron la barda. Qué lejanos son ya esos tiempos en los que las mujeres tenían que pelear con uñas y dientes para ser admitidas en la universidad.

Echándose un clavado a los libros de historia sabremos que la primera mujer que pudo graduarse como médica fue Matilde Montoya, quien se tituló en 1887 tras pedir la intervención del entonces presidente Porfirio Díaz para poder ingresar a la Escuela Nacional de Medicina y realizar su examen profesional. El periplo que vivió por ser mujer es lamentable: fue socialmente excluida por atreverse a acceder a espacios dominados por el patriarcado.

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Antes de ella, en 1886, Margarita Chorné y Salazar se graduó como dentista, pero sin haber cursado estudios universitarios. Ayudada por su padre y apoyada en los conocimientos que él le heredó, pudo obtener un título sin haber pisado la universidad, solo acudió a presentar su examen de grado y en esa travesía se enfrentó a un ambiente hostil, al ser considerada una intrusa que pretendía ejercer una profesión de varones.

Lo que esas mujeres históricas vivieron es tan memorable como ominoso. Y es que nuestro país, en el pasado, tuvo un enorme rezago en temas de educación, pues las mujeres fueron admitidas en la universidad dos décadas después que en Europa.

Por fortuna, ver cada vez más mujeres con mayor preparación, incluso que los hombres, nos confirma que no solo es tiempo de mujeres: es tiempo de un compromiso real con la sociedad, sobre todo con sectores más desprotegidos.

La próxima jefa de gobierno tiene sobre sus hombros una responsabilidad enorme: continuar con el legado que nos dejó Claudia Sheinbaum, nuestra próxima presidenta. Teniendo a una mujer de la estatura de Sheinbaum como primera mandataria, la capital del país no puede quedarse atrás. Las mujeres que acompañan a Brugada tendrán sí o sí que rifársela todos los días para que las capitalinas sepan que tienen aliadas y entre todas se construya una sociedad más justa y equitativa, tarea nada menor si tomamos en cuenta que es una de las entidades más pobladas del mundo y también que, por desgracia, la Ciudad de México tiene un alto índice de mujeres violentadas y un alto índice de feminicidios, además de millones de mujeres que viven desigualdad salarial, pobreza, analfabetismo, poco acceso a una vivienda digna, entre otros muchos factores que requieren atención urgente para que la capital sea gobernada con perspectiva de género y con oportunidades para todos y todas.

Secretaría de las Mujeres: Citlalli, la mejor aliada

Dije más arriba que es tiempo de un compromiso real con la sociedad, en específico con las mujeres.

La acertada idea de Claudia Sheinbaum de crear la Secretaría de las Mujeres en sustitución del Instituto Nacional de las Mujeres nos da no solo esperanza, si no una profunda certeza de que ahora sí, en verdad, se atenderán los múltiples problemas que nos aquejan y esperamos no sea solo de forma, sino de fondo.

En esta nueva secretaría, dijo la doctora Sheinbaum, se podrán reforzar las tareas que se realizan en favor de nuestros derechos.

Claudia nombró como titular de esta dependencia a Citlalli Hernández Mora, activista, feminista, luchadora social y con la camiseta de Morena tatuada en la piel.

“El tener una secretaría permite garantizar que los temas transversales se cumplan pero queremos elevarlo a Secretaría porque hoy el Instituto de las Mujeres es más bien normativo, y nosotros queremos que los derechos de las mujeres lleguen a todos los rincones del país, por eso la primera tarea de Citlalli es llevar la cartilla de los derechos de las mujeres a cada mujer”, dijo la presidenta electa esta mañana durante el nombramiento.

Citlalli Hernández es periodista, egresada de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Actualmente es secretaria general de su partido, Morena, y ha sido legisladora local y federal.

Como activista, a sus 34 años, ha sido férrea defensora de los derechos humanos, ha presentado iniciativas en contra de la violencia contra las mujeres, ha defendido la igualdad de género, a la comunidad LGBT+ y se ha pronunciado a favor de la prohibición de terapias de conversión.

Mejor perfil para ese puesto no hay. No tengo duda que Citlalli será una estupenda aliada de las funcionarias que estarán en el gabinete de Brugada y en el resto del país en todo lo que se refiere a apoyar a quienes están en situación de vulnerabilidad porque de eso se trata: de una sociedad en estado de bienestar y libre de injusticias.

Con estos nombramientos que han hecho Clara y Claudia no cabe duda que ahora sí nos toca a nosotras construir y vivir en libertad, justicia e igualdad.