El país, a pesar de muchos, se ha pintado de guinda. La ola marrón se convirtió en tsunami y arrasó… Los diques de algunos partidos, aunque ya débiles, aguantaron. El PAN gobierna Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y Chihuahua; mientras que el PRI solo gobierna Coahuila y Durango. Después de haber dirigido el país durante décadas…  a pesar de que sus siglas y colores cambiaron, su ambición permaneció, se arraigó, succionó, con los años creció y solo se dedicaron a saquear al país, a vender sus riquezas.

Después de que el tsunami desintegró la alianza, el odio comenzó a crecer, a esparcirse, a engañar y envenenar…

El repudio crece… y la derrota amarga, desquicia.

Así están trastornados los de la oposición en todos los medios; lectores de noticias que antes recibían jugosos moches para decir o callar, ahora no pueden esconder sus rostros con profundos surcos por la decepción. Los empresarios a los que les condonaban miles de millones de impuestos, indignados por tener que pagarlos y más aún que lo recaudado sea para apoyar a los más necesitados. Los expresidentes a quienes les quitaron su millonaria pensión vitalicia enloquecidos como Vicente Fox... Todo ellos, llenos de un odio irracional, unos en pantalla y otros bajo el anonimato de las redes que aprovechan para manifestar deseos terribles, inhumanos.

Esta inesperada y contundente derrota, esta gigantesca ola guinda los despojó también de toda empatía. Su frustración al verse despojados de algunos o muchos beneficios han hecho de ellos seres que te entregan una copa llena de veneno, pero son ellos quienes la beben… ellos serán los que vivirán otros seis años en la amargura, en el infierno de su vida… A nosotros solo nos toca mirar hacia otro lado, hacernos inmunes a su odio y seguir apoyando y denunciar con lo que no estemos de acuerdo con la Cuarta Transformación y ahora con la continuidad; con el “segundo piso”...

Las columnas más leídas de hoy

El PRI, en bancarrota…

En quiebra financiera: señalan que el partido tricolor dirigido por Alito Moreno debe casi 190 millones de préstamos bancarios. Que hasta la sede de la Fragua está hipotecada.

El Partido Revolucionario Institucional se encuentra en los peores momentos de su historia. Debido al número de votos obtenidos en las pasadas elecciones, el PRI tendrá un recorte presupuestal una vez aprobada la Reforma Electoral durante el sexenio de Claudia Sheinbaum.

Más impotencia, repulsión…

El PRI ya no sabe qué hacer, no descarta en cambiar las siglas y el logo. ¿Para qué? ¿Para tratar de engañar al pueblo que se han reformado, que han recapacitado? Todas las palabras que salgan de la boca de cualquiera de los priistas serán mentiras, como siempre. Lo único que desean y con un fervor enloquecido, es recuperar el poder…

Alejandro Alito dijo: “Realizaremos una profunda reforma al partido. Consultaremos a millones de mexicanos que votaron por nosotros. Lo discutiremos en reuniones a nivel nacional. Queremos impulsar un partido más tecnológico, digital y cercano a la ciudadanía, abordando todos los temas, no solo nuestra ideología y plan de acción”.

PAN y PRI debilitados…

Dentro de los partidos hay pleitos, luchas encarnizadas por el poder… sus instalaciones solo se percibe el fuerte olor de la podredumbre.

Dice Alito: el PRI buscará renovarse; cambiando colores, siglas, nombre. Pero si planea hacerlo con los mismos integrantes corruptos, ya conocemos esas falsas renovaciones, y si no, hay que recordarlas: Primero fue Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1928, después vino el cambio a Partido de la Revolución Mexicana (PRM), para convertirse en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1940. Mismos colores, diferentes nombres, conservando la tatuada ideología del abuso, el saqueo, corrupción y la impunidad. Para un verdadero cambio deben salir un altísimo porcentaje de los priistas y no olvidemos los que mueven los hilos desde hace décadas…

El Partido Acción Nacional está carcomido, derruido…

Marko Cortés se quedó con las ganas de la cínica repartición de Coahuila. Su enojo y frustración fueron evidentes durante la campaña. Cortés no controló su frustración cuando se enteró de que Xóchitl había felicitado a Claudia por haber ganado la presidencia. El líder, carente de respeto, le gritó delante de todos a Xóchitl preguntándole por qué había hecho eso. Marko Cortés se aferra a la presidencia del Partido Acción Nacional y si sigue como líder este partido también no tardará en desaparecer.

El PAN sigue en la lucha…

El exalcalde de la Benito Juárez, Jorge Romero, aspira dirigir Acción Nacional. Propone “pausar” la coalición. ¿Pausar? ¿Hubo en realidad una verdadera unión de fuerzas? Ahora resquebrajados, pisoteados por el gigante guinda están desesperados. Todos los del PRI, PAN juran que habrán de “pintarse de pueblo”.

Ya que se les acabó el poco oxígeno que tenían. Sus líderes con rostros amoratados por la hipoxia afirman que resurgirán. Otros rojos por la cólera gritan que se acercarán al pueblo, que lo escucharán… la realidad es que el “corazón” de esta alianza es exigua, sufre angina, obstrucción de propuestas y que el odio es lo único que fluye y hará que pronto deje de latir…

El PAN quiere resurgir, quitarse el moho…

Jorge Romero quiere convertirse en el nuevo líder y desbancar a Marko Cortés. Romero es relacionado por la fiscalía con el Cártel inmobiliario. Él quiere ser líder de los restos del PAN, un partido de por sí ya descompuesto por sus cuestionables y ambiciosos integrantes. El PAN está desmoronado y verdoso. Echado a perder…

Mientras, Calderón en España, allá seguro, aconsejando a su deshojada e ininteligible Margarita.

¿Hubo en realidad una alianza? ¿En realidad tuvo Xóchitl Gálvez el apoyo de estos tres líderes de dudosa reputación? ¿O nada más hicieron la farsa para conseguir sus pluris para seguir viviendo del erario y tener fuero? ¿Claudio X. estará acumulando más desprecio y odio hacia todos aquellos millones de mexicanos que votamos para que continuara la Cuarta Transformación? ¿Seguirá llamando “pinches delincuentes” a los maestros? O el escritor Moreno –¡vaya ironía!– ¿seguirá con ese ardiente e inhumano deseo de quemarnos vivos en el zócalo…?

Claudio X. declara que ya sabía que Xóchitl perdería…

Después de la apabullante derrota sale el derrotado y frustrado empresario a decir que desde un principio sabía que Xóchitl no ganaría… ¿entonces para qué la postularon? ¿Para qué invirtió tantos millones en propaganda en contra de Claudia? El señor X no puede tragarse el orgullo, no puede admitir que se equivocó. Alguien tan grande, tan poderoso jamás admitirá que sus ojos lo engañaron, nunca aceptará que se equivocó y tendrá que aguantarse un sexenio más, pausar sus negocios o tal vez decida, como muchos han dicho, irse del país.

Lo que sí es cierto es que ellos estaban convencidos de que Xóchitl era la candidata ideal que se codearía con el pueblo por sus “orígenes”, por su forma, por su vestimenta, por su desfachatez, por sus orígenes indígenas… y que ganaría.

Claudio X., Alejandro Moreno, Marko Cortés y Zambrano menospreciaron al pueblo mexicano creyeron que podían manipularlo como siempre. Son millones de jodidos y “huevones” y ella les caerá bien, se sentirán en su cancha, ella con su labia fina los animará a crecer a prosperar.

La animadversión, la abominación se intensifican…

No soportan que sean entregados los apoyos a los adultos mayores. Estos apoyos sociales han ayudado a los más necesitados adultos mayores que dependían de sus hijos para sobrevivir.

El tsunami del desprecio de la oposición se ha colado por todos los medios…

Los privilegios eran solo para ellos, solo ellos los merecían. ¡¿Cómo o por qué para los pobres?! ¡Que se pongan a trabajar los “huevones”! El aumento al salario mínimo era imposible, decían, pero sí posible e inhumana la explotación de los obreros, de los trabajadores…

Sexenio tras sexenio mentían el PRI, el PAN que no podía haber aumento, porque habría inflación. Salarios precarios, jornadas extenuantes y no de ocho horas, porque debemos contemplar el tiempo que toman los mexicanos para trasladarse a sus empleos: dos o tres horas. Las jornadas se convertían en trece o catorce, sin contar el tiempo para estar listo para irse a trabajar y solo para ganar 80 pesos diarios. ¡Ah!, pero no olvidemos la bondad, el logro que hubo en el sexenio de Peña Nieto, el bondadoso presidente lo subió de 80 pesos a 88 pesos diarios. “¡Algo jamás antes visto!”, declaró el expresidente que ahora vive como rey en España con todo lo que se robó durante su sexenio.

¿Pero qué tal los salarios de los funcionarios, los aumentos que se otorgaban, los millones de pesos que se daban de aguinaldos, los carros de lujo, las comidas, la seguridad que tenían del Estado Mayor Presidencial no se dispararía la inflación? Ellos se sentían jeques, los  dueños de un país que saqueaban.

Y para colmo llega el “dictador” Andrés Manuel para quitarle a los expresidentes su millonarias pensiones, sus custodios, sus bonos y servicios… viene la “austeridad republicana” que genera que la ola del odio cobre más fuerza…

Se esparce el desprecio, el encono…

A los periodistas o lectores de noticias también les fueron cortados de tajo sus “moches”. Los apapachos millonarios a Aguilar Camín terminaron y seguirá sin tenerlos durante seis añitos más. Todo les fue arrancado como se arranca la mala hierba…

La aversión se fue esparciendo entre los opositores, el rencor fue creciendo... el rechazo… No podían ni pueden aceptar que sus beneficios hayan desaparecido en la marea guinda y que ahora la ayuda sea otorgada para los “huevones”.

La inquina ha ido en aumento. En redes sociales –bajo el anonimato– manifiestan y desean la muerte hacia los que estamos a favor de la continuación de esta transformación. Un desprecio inaudito que lleva un rápido cauce. La tirria, la rabia que sienten seguramente circulará solo en sus venas y no surtirá efecto alguno a quienes nos desean tanto daño.

La ola de rechazo, la del odio comenzó a formarse desde que iniciaron las campañas en 2018. La oposición comenzó a difundir propaganda para asustar al “jodido e ignorante”.

Las consignas hasta el cansancio, como disco rayado: “México se convertirá en Venezuela”, “el ejército te sacará de tu casa”, “el dólar se irá hasta los 35 pesos”… Analistas financieros sugirieron comprar dólares.

Ahora las mismas frases contra Claudia solo que con unas nuevas más duras y falaces: “narcogobierno”, “elección de Estado”... Ya nadie escuchó ese eco, nadie.

Jamás se había visto que un presidente fuese tan aplaudido y bien recibido como lo fue Andrés Manuel López Obrador aquella noche… y mucho menos como ha sido recibida la primera presidenta del país Claudia Sheinbaum… viene la continuidad.

Fuerza y Corazón por México está falto de sangre, necesita donadores para su reestructuración, donadores de corazón que de verdad quieran que haya una verdadera oposición con propuestas y convicciones para el bienestar del país.

El vigor, la fuerza de la Cuarta Transformación acrecentará ese odio irracional, lo mejor que podemos hacer es ignorarlos y no responder a las agresiones, a los insultos, porque somos millones de mexicanos que no sentimos ese odio irracional por la oposición.

Eso sí, para que el PRI y el PAN se reestructuren tendrán que salir la mayoría de ellos y dedicarse a otra cosa y, por qué no, cuando lleguen a la edad extiendan la mano para recibir el apoyo del gobierno que odian y que tanto les arrebató.