México enfrenta tres opciones ante Trump y la revisión del T-MEC: entregarse, negociar o responder con represalias comerciales. Sin embargo, las posibilidades reales de negociación son limitadas debido a las tensiones políticas y económicas actuales.

Factores como la migración, el narcotráfico y el acercamiento de México a potencias como China y Rusia complican aún más la relación con Estados Unidos y Canadá.

¿Para qué necesitamos “especialistas”?

El problema dejó de ser técnico para volverse político, cuando México incumplió compromisos clave del T-MEC con medidas como la reforma al Poder Judicial, la eliminación de los organismos autónomos y el incumplimiento de reglas de origen. Estas decisiones debilitan la posición frente a Trump, quien no busca tecnicismos y menos negociadores caros sino victorias políticas para reforzar su narrativa populista.

Llegar a las negociaciones con divisiones internas y estrategias agresivas sería un error. México necesita un enfoque realista y político, ya que Trump no juega según las reglas tradicionales y tiene la ventaja en este enfrentamiento.

En el contexto actual, la renegociación del Tratado ya no es solamente técnica, es un problema casi psicológico porque a Trump no le preocupan las reglas ni los argumentos sino su enorme ego y negocios.

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Hoy estamos ante una respuesta contundente de Trump, con deportaciones masivas, humillaciones diplomáticas, aranceles, crisis económicas y un riesgo de intervención directa, donde ambos países afectarían fuertemente al sus ciudadanos.

México debe actuar ahora y cumplir con demandas como fortalecer políticas migratorias, combatir el narcotráfico y ajustar su estrategia comercial con políticas regionales proteccionistas y cediendo a sus demandas, esa sería una salida pragmática que ayudaría a recuperar cadenas productivas y fortalecería los vínculos con Estados Unidos como nuestro principal socio comercial, crearía empresarios mexicanos y nos alejaría de la influencia de China.

Replantear la estrategia

México debe continuar mostrando estrategia y resultados contra el crimen como los que ya comenzamos a ver bajo la tutela de García Harfuch en pocos meses.

México se encuentra en la encrucijada de mantener el control de quienes insisten en sus negocios económicos y políticos con China o negociar políticamente para en la adversidad limar asperezas y enfrentar no sólo a Trump y sus amenazas, sino a los duros de Morena que insisten en dar continuidad a la destrucción.

Negociar con firmeza e inteligencia

El liderazgo recae en Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, que deben superar divisiones internas en Morena y negociar con inteligencia ante Trump, dejando de lado los intereses políticos y mitos económicos que debilitan al país. La unidad es clave para evitar una confrontación que México no puede ganar.

Curiosamente la salida política, guste o no, es la de cumplir lo que pide Trump y con ello el mayor ganador será México.

¿O acaso no, una menor migración, control del crimen y un comercio exterior con más participación mexicana nos conviene?

X: diaz_manuel