El tiempo nos dio la razón. Cuando, hace más de 15 años, un grupo blogueros creamos el antecesor de este portal, el blog Sendero del Peje, nos opusimos al fraude electoral grosero de 2006. Los escándalos de corrupción de Felipe durante su gris paso como funcionario y su talante autoritario nos hacían temer lo peor para nuestro México.

Consumado el robo gracias a un entonces IFE (le tuvieron que cambiar el nombre a INE ante su desprestigio) empanizado y corrupto, el espurio Felipe Calderón llegó a la Presidencia sin legitimidad, por lo que a escasos días de iniciado su interregno ilegal, lanzó su fallida y sangrienta guerra contra el narco a tontas y locas.

El enano moral e intelectual pateó el avispero cómo el estúpido violento que siempre fue. Resguardado por miles de sanguinarios miembros de su temible guardia pretoriana conocida cómo Estado Mayor Presidencial, el hombrucho que gustaba de disfrazarse de militar con una chaqueta demasiado grande para su corta estatura, Calderón vio cómo aumentaban las montañas de cadáveres gracias a las políticas falsas de “seguridad” impuestas por su socio, el ahora narcotraficante convicto Genaro García Luna que favorecieron al cártel de Sinaloa, situación que enfureció al resto de los cárteles de la droga con las consecuencias que todos sabemos.

A Calderón ya solo lo defienden bots y un puñado cada vez menor de personajes de baja ralea como Javier Lozano, el “Saco de Pus”, o el pseudoperiodista Carlos Marín. Ni las bancadas de su partido el PAN quisieron dar la cara ante el veredicto de culpabilidad, demostrando su enorme corrupción y cobardía. El sello de la casa del partido que ahora sirve de juguete de Claudio X. González.

  • Genaro García Luna fue un funcionario panista.
  • Felipe Calderón fue su superior, su socio durante su sexenio sangriento.
  • Es imposible de creer que Calderón no sabía.

Luego entonces, Felipe Calderón fue un narcopresidente. Más que eso, ya que nunca ganó la elección, es un narco espurio y así pasará a la historia.