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La decisión del gobierno de la Cuarta Transformación (4T) de cancelar las concesiones para la explotación del litio provocaron que la empresa minera china Ganfeng, junto con las compañías británicas Bacanora Lithium Limited y Sonora Lithium Ltd. presentaran una demanda contra México ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), una entidad del Grupo Banco Mundial. El conflicto podría retrasar el despegue de esta industria en el país.
El argumento que esgrimió la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador para anular el contrato de concesión al corporativo asiático fue que no se cumplió con los requisitos mínimos de inversión, que marca la Ley Minera del país azteca, además de que el título de concesión para la empresa china, no era específicamente para la explotación del este mineral.
Esta controversia se enmarca en el Tratado Bilateral de Inversión entre México y China de 2008 y el Tratado Bilateral de Inversión entre Reino Unido y México de 2006.
Habría que recordar que el Senado de la República aprobó en abril del 2022 la iniciativa de decreto enviada por el presidente para reformar la Ley Minera para que el litio sea patrimonio de la nación, al reconocer una mayoría de legisladores que el mineral es esencial para asegurar la autonomía energética y el tránsito a energías limpias.
Entre los puntos centrales de este decreto se encuentra que se declara al litio como un metal de utilidad pública, por lo que no se otorgarán concesiones, licencias, contratos ni permisos a particulares; además de que el texto también habla de la creación de un organismo público descentralizado encargado de la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio, el cual trabajará con el Servicio Geológico Mexicano.
La importancia de este decreto para la explotación y comercialización del litio que es conocido como “oro blanco” radica en la actualidad ya que se ha transformado en un mineral “maravilla”, que posee cualidades que le permiten almacenar energía de modo muy eficiente, y, al ser maleable, puede ser adaptado a diferentes diseños, formas y tamaños. Estas características lo han transformado en un material clave para la fabricación de baterías (portátiles) de alta densidad energética, baterías a gran escala que estabilizan redes eléctricas, y baterías para vehículos eléctricos (puros o híbridos).
Al permitir el almacenamiento de la energía derivada de las energías renovables, cuya principal desventaja reside en que no pueden ser largamente almacenadas, el uso del litio para la fabricación de baterías puede llevar a una reducción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sumado a esto, una vez que se desarrolle suficientemente la infraestructura para que las baterías de litio de los vehículos se recarguen con energías renovables, y no con energías fósiles como sucede en la actualidad, el uso de estas baterías generará un valor adicional en la reducción de emisiones.
La explotación y comercialización del litio se hace desde hace muchos años, sin embargo, es en la última década que la importancia de este mineral se ha disparado, ya que para la fabricación de equipos electrónicos es indispensable, cada teléfono celular contiene 3 gramos, las laptops 30 gramos, los automóviles híbridos 7 kilogramos, los autos eléctricos de 25 a 50 kilogramos y plantas eólicas, llevan en su fabricación media tonelada de este producto.
El gobierno de México hizo oficial en agosto del 2022 la creación de su empresa estatal Litio para México (LitioMx)”, con la que busca la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del llamado “oro blanco”, ubicado en territorio nacional. Así como la administración y control de las cadenas de valor económico de dicho mineral.
La institución paraestatal para la explotación del litio está dirigida por el Dr. Pablo Daniel Taddei Arriola, que es un joven sonorense, con una sólida preparación académica y conocimiento para el mejor aprovechamiento de este mineral.
El litio es un elemento moderadamente abundante en el globo terráqueo, siendo los más famosos depósitos de este mineral los que se encuentran en los salares del Desierto de Atacama, en el llamado triángulo del litio, entre Argentina, Bolivia y Chile, donde se extrae el producto por el método de evaporación de salmuera bombeada. La concentración del metal es bastante baja, aproximadamente de 100 a 2,700 partes por millón (ppm) y su proceso de extracción tarda entre 18 a 24 meses, pero tiene la ventaja que los costos de producción son relativamente bajos, lo que lo hace rentable.
En los yacimientos de Australia, se extrae de minas de roca dura, a partir del mineral espodumena, de donde se obtiene de 2,300 a 18,000 ppm del metal, 10 veces más que en las minas de América del Sur.
En la república mexicana se encuentran varios yacimientos de litio sobre todo en los estados de Sonora y Zacatecas sin embargo hasta hace unos meses las minas de estas entidades federativas estaban en etapa de exploración por parte de dos empresas privadas. En la actualidad México no produce comercialmente este mineral, por lo que el Congreso acordó establecer que el Servicio Geológico Mexicano ayudará a localizar zonas en las que existan probables reservas de litio y ahora el aprovechamiento de este producto será administrado y comercializado exclusivamente por una dependencia descentralizada. Esta empresa del Estado es ahora la responsable de conseguir y desarrollar tecnología para una mejor explotación y uso de este metal.
Desde hace varios años en Sonora la empresa británica Bacanora Lithium estaba desarrollando y explorando los yacimientos que se encuentran en el estado norteño e hicieron alianza con el corporativo chino Ganfeng Lithium, que es el mayor productor de ese metal en el mundo. Según estudios de las empresas extranjeras las minas sonorenses cuentan con 8.8 millones de toneladas de carbonato de litio y comenzarán a producir 17 mil 500 toneladas a partir de este año, para dentro de 3 años serán 35 mil toneladas.
Ganfeng, un destacado fabricante de baterías y minero de litio en China, ha estado involucrado en este proyecto desde 2019, cuando adquirió el 22.5% de las acciones de Bacanora Lithium, permitiendo el avance del proyecto con la tecnología china. Más tarde, Ganfeng compró la totalidad de la propiedad de Bacanora Lithium, convirtiéndose en el propietario del yacimiento.
El mandatario mexicano señaló en la conferencia mañanera del 8 de enero del 2023 que las concesiones que tienen las dos empresas privadas para la explotación del litio en el país no habían completado los trámites ante la Secretaría de Economía y Secretaría del Medio Ambiente, por lo que no podrían explotar más este mineral y será la empresa del Estado la única que pueda extraer y comercializar el mineral estratégico.
La demanda de la empresa china contra México podría causar que el desarrollo de la explotación y comercialización del mineral se retrase y tenga consecuencias en conseguir la tan anunciada autonomía energética y el tránsito a energías limpias, además de que comprometería inversiones futuras en el país azteca.