“Ay esos consejeros del INE”, me dijo Macarena, una querida amiga, hace apenas un par de horas.

“Tienen una bipolaridad impresionante o son de contentillo”, agregó, mientras comentábamos el apapacho que le dieron al canciller Marcelo Ebrard los integrantes de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) al considerar que el funcionario no ha violado la ley ni mucho menos ha incurrido en actos anticipados de campaña, dejándolo libre de toda culpa por los eventos a los que ha asistido en presunta “promoción” de su imagen.

Y más aún.

Los encargados de dictaminar respecto a las quejas en el ya muy cercano proceso electoral, dijeron que los mensajes de apoyo a este “corcholato” en redes sociales o en medios digitales no son ni por asomo actos anticipados de campaña ni se usan recursos públicos para ellos.

Le sugiero leer con atención lo que dice al respecto una nota sobre el tema que publica La Jornada en su página de Internet. Cito textual:

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Los consejeros integrantes de esta comisión determinaron así la improcedencia de la medida cautelar solicitada por un ciudadano en contra del canciller; Juan Carlos Barragán Vélez y Julieta García Zepeda, diputados locales de Michoacán, por la presunta realización de actos anticipados de precampaña y campaña, promoción personalizada, vulneración al principio de imparcialidad y uso indebido de recursos públicos, tras la celebración de diversos eventos realizados en octubre y noviembre de 2022, así como en enero del año en curso y su respectiva difusión en redes sociales y páginas de internet.

La Jornada

Ahí nomás.

Y fíjese usted el argumento que dan. Cito textual la nota publicada aquí en SDP Noticias sobre el tema:

El INE explicó que las publicaciones al estar en redes sociales, están dirigidas a un público determinado, por lo que para acceder a la información denunciada debe existir la voluntad de los usuarios para buscar conocer su contenido.

Según el argumento de los consejeros, si usted lee algún mensaje en redes sociales es porque usted quiso, porque lo buscó por voluntad propia, porque estaba de ocioso o porque es fan del Canciller.

Los textos circulan en redes, pues, y cada quien lee lo que le da la gana, sin que esto sea un acto anticipado de campaña.

Estas palabras, le juro, “rejuro” y aseguro, deberían ser pegadas como una nota en el refri, ahí donde usted apunta que debe comprar azúcar o pagar la luz, es más, las deberían colocar como mantel en la mesa donde se degustan los sagrados alimentos y hasta las deberían de agregar a los libros de texto de los chiquitines y hacerlo que lo repitan hasta aprenderlo de memoria como las tablas de multiplicar porque así de bonito y sencillo como se lee, echa por tierra cualquier queja que algún suspirante haga respecto al otro por andar de exhibicionista promoviéndose para ganar las simpatías de los posibles votantes.

Incluso da un manotazo a la queja de cualquier ciudadano de a pie, porque la querella fue presentada por un particular contra Marcelo y contra dos diputados locales de Michoacán.

Pregunta inocente: Y los youtubers, tik-tokeros, columnistas, tuiteros y simpatizantes de cualquier posible candidato a elección popular, ¿pueden también expresar libremente sus simpatías, así de forma “gratuita y voluntaria” como lo han hecho?

Porque si los consejeros dicen que no hay problema y que si alguien lo lee es “porque quiso”, entonces “no hay tos”, como dicen los chavos, al fin y al cabo las redes sociales se hicieron para usarlas, para leerlas, para escucharlas y hasta para cantarlas sin que nadie violente la ley electoral en este país.

¿Es el fin de la veda electoral?

Para nada. Los señores consejeros dicen que aún es muy prontito para andar de quejosos, pues el periodo electoral comienza hasta septiembre, así que para qué se estresan desde ahorita, relájense, o como dice el clásico: “No te apures, pa que dures”.

Lo que no creo que les dure mucho es el recuerdo de esta no-sentencia o exoneración a Marcelo, pues como los consejeros (y cualquier representante del INE) viven en la estratosfera y a menudo como decía la Chimoltrufia :”como digo una cosa, digo la otra”, buscarán la forma de que a algunos sí los culpen y hasta sancionen y a otros no, porque para aplicar la ley a modo se pintan solos.

“Tienen razón los consejeros”, alegaba Macarena. “No vamos a culpar al pobre Marcelo hasta por el célebre hashtag #tenemossismo”.

Y coincido, en este país hay libertad de expresión y de tránsito, por lo cual, podemos circular por la calle y voltear a ver una barda o un anuncio espectacular con la imagen de quien sea y no pasa nada. ¿Es así, señores consejeros?

Esperemos que más tarde, cuando alguien les cuestione sobre esta resolución, no se hagan como el Tío Lolo y respondan como Thalía en una de sus canciones:

“Pero no me acuerdo, no me acuerdo

Y si no me acuerdo, no pasó

Eso no pasó… "