Sonora Power
El proyecto transformador cambió en solamente 13 meses la narrativa de lo que ocurre en Sonora y aunque su consolidación tomará algo más de tiempo, la realidad es que en un periodo relativamente corto avanza con velas desplegadas.
Los simplistas dirán que Alfonso Durazo Montaño ha prometido mucho y cumplido poco, sin embargo es importante entender que esto es un proceso que toma tiempo, es parecido a la construcción de una casa, y es justamente en la parte de los cimientos y la introducción de los servicios de agua potable, drenaje y electricidad la fase que más toma tiempo.
Recurriendo a esa metáfora, tendré que decir que la ingeniería base de la 4T en Sonora concluyó justo este 13 de octubre que el gobernador presentó su primer informe de gobierno al Congreso del Estado.
Ahora viene la edificación de los muros, la colocación de puertas y ventanas, eventualmente habrá que ponerle piso y el techo a ese edificio y en la fase final tendrá que ser decorado y amueblado.
Para quienes pasaron ya por ese tipo de procesos, me entenderán que toma tiempo, pero al estar ya definidos los espacios, es decir dónde estará la sala, donde las recamaras y la cocina, ya existen condiciones para visualizar lo que será la obra final.
Durazo en la campaña nos presentó si acaso los planes de lo que terminará siendo un bello y digno hogar para los sonorenses, sin embargo también nos mostró que el terreno donde se construiría esa 4T sonorense estaba plagado de alimañas y maleza, y que incluso las malas costumbres de los anteriores habitantes del predio, hacían compleja la labor de cimentación.
El camino para quedarse con el terreno fue para comenzar difícil, diseñar los planos ocupó otro periodo importante y la limpieza del terreno más aún.
Durante 30 años a Sonora lo afectó un saqueo constante, se pervirtió el fin último para el que se gobernaba, se dejó caer en decadencia al estado, no había un plan para aprovechar las ventajas competitivas, mucho menos para la edificación del edificio de la 4T, si acaso se especuló con el terreno, se mintió arteramente a sus dueños que somos los ciudadanos, de modo que una vez cada seis años nos llevaron de nuevo a la ruina y la decadencia.
Hoy Durazo ya nos mostró que la cosa va en serio, que recuperar la competitividad es posible y que los planes son enormes, se busca justamente sacar partido de las ventajas competitivas de las que hemos hablado siempre, ubicación geográfica privilegiada, enormes riquezas naturales, capacidad de trabajo de su gente.
También nos enseñó que es muy serio en sus planteamientos de construir una sociedad más justa, en la que les toque a los que nunca les había tocado, y donde los ganadores de siempre, quienes monopolizaron el poder y lo utilizaron de manera egoísta para sus propósitos dejen de ser los únicos protagonistas.
Hoy es el pueblo de Sonora, los jóvenes, las mujeres, los campesinos y los ganaderos, quienes merecen las oportunidades.
Claro que hay dificultades, pero el principal reto que es enfrentar la violencia va bien encaminado, hemos hablado aquí de la reducción del 12% en el homicidio doloso que ya se alcanzó, un dato que aunque insuficiente, ilustra el tamaño del esfuerzo.
Ya están en marcha los planes para hacer de Sonora un estado competitivo, la recuperación del puerto de Guaymas como eje del desarrollo, el plan para conectar a Sonora y hacerlo un centro de logística es algo esencial, el otro plan para aprovechar la luz solar y generar energía eléctrica a partir de esa ventaja a nivel masivo, es la otra apuesta.
La entidad tenía un diagnóstico complicado, los grupos de poder no iban a permitir que así como así se les arrebataran sus privilegios, la corrupción se había apropiado de espacios, los grupos del crimen organizado de ciudad enteras y regiones.
Queda mucho trabajo por hacer, pero la labor de ingeniería para avanzar en esa construcción ya avanza y la casa de la 4T que es Sonora toma forma.
Ahora será importante entender que este no es proyecto de un solo hombre, que Alfonso Durazo no puede solo y que se necesita de la aportación de todos y cada uno de los sonorenses de bien que queremos que a nuestro Sonora le vaya bien.
Alternativas hay muchas, ahí están las riquezas minerales, la tierras ricas para la producción, la capacidad de trabajo de los sonorenses, tantas veces presumida como la del pueblo con carácter que hizo surgir un vergel en medio del desierto.
En ese camino es nuestra responsabilidad respaldar e impulsar, no dar marcha atrás y no permitir que los intereses de esos emisarios del pasado reciente prevalezcan, no permitir que vuelvan los corruptos, no permitir que retomen el control los perversos que abundan y que no están dispuestos a renunciar a eso que consideran su botín.
Sonora avanzó y mucho en un año, es nuestro compromiso hacer que todo ese esfuerzo de frutos y ver terminada la obra que nos permita alcanzar el nuevo auge que deseamos para nuestra tierra.
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