Roberto Olmedo, Diego Lara, Uriel Galván, Jaime Martínez y Dante Hernández son los jóvenes que desaparecieron el viernes 11 de agosto; fueron interceptados por un grupo armado en Lagos de Moreno, uno de los “Pueblos Mágicos” en el estado de Jalisco. Triste ironía…
Desesperados, los familiares exigieron, rogaron, que iniciaran la búsqueda de sus hijos; al ver la pasividad, la frialdad, ésa acostumbrada de las autoridades, los padres de los jóvenes mostraron su descontento y desesperación con los agentes de la Fiscalía estatal, recriminándoles la falta de interés.
Es frustrante, inhumano, que los funcionarios, ante semejante pena, respondan como les de la gana, como les convenga, a su ritmo y conveniencia. Hay que ver primero quién estuvo involucrado, que célula, que cártel, con quienes están asociados, qué funcionarios están comprometidos, teniendo esa información fundamental, entonces proceden.
Versiones terribles surgen, los papás de los jóvenes deben estar atravesando por el peor de los martirios. No saben en dónde están sus hijos. Circuló un video en el que parece que están maniatados, golpeados porque los confundieron con sicarios…
Felipe Calderón dejó un maligno legado: no importaba que desaparecieran personas, que murieran tantos en los enfrentamientos, en la lucha por las plazas. Calderón catalogó a los civiles que murieron como “daños colaterales”, o “que en algo andaban”.
En el sexenio de Calderón la violencia creció. Felipe dejó fluir su malignidad: la falsa guerra contra el narco provocó que todos se alebrestaran y pelearan con extrema violencia para disputarse los territorios, sin importarle que hubiesen miles de muertos y desaparecidos.
El gran secreto era que Calderón y García Luna, estaban en un bando, el del Cártel de Sinaloa. Lo protegieron, lo fortalecieron. Jugando a la guerra, ambos daban altaneros y con mezquino orgullo, noticias informando que se estaba combatiendo al narco. Este par de malignos personajes también amarraron navajas para que los otros cárteles pelearan entre sí provocando matazones por todos lados. De un jefe muerto, surgía otro. Las traiciones hicieron que se dividieran; los cárteles se multiplicaron, se hicieron más violentos, más sangrientos…
A los padres de los cinco jóvenes desaparecidos, el alcalde de la localidad, Teculi Hernández, les dijo que “estaría al pendiente todo el tiempo”. Les comunicó que para dar con su pronta localización, usaría todas las herramientas y atribuciones del municipio en coordinación con la Fiscalía del Estado de Jalisco, y demás instituciones de seguridad. Instituciones que han sido fallidas, porque Jalisco es uno de los estados más inseguros. El gobernador Alfaro, tiene otros intereses… Ahora está firme, decidido mostrando su “soberanía” afirmó que prohibirá la distribución de los libros de texto gratuitos… Lagos de Moreno, ese lugar que algún día por su belleza fue catalogado como ”Pueblo Mágico” y que ahora es un infierno, le tiene sin cuidado.
Hace ya cuatro días, hace 96 horas, cinco mil 760 minutos, o más de 345 mil 600 segundos que desaparecieron los jóvenes, ese es el tiempo que han tenido que esperar sus padres, llenos todos de indescriptible desesperación y dolor, mientras las autoridades siguen investigando.
Su vida ha dado un giro violento, la engulló el torbellino de la violencia.
El segundero avanza, la impotencia crece al ver que a las autoridades no les importa…. Con calma harán las investigaciones pertinentes, ver quiénes son los involucrados primero, para luego armar un mal expediente.
Una de las versiones, la dio el fiscal Luis Joaquín Méndez Ruíz. Confirmó que el lunes se había localizado el automóvil, pero no había rastro de las víctimas.
Es inaudito que haya tantas versiones, macabras todas. “Que encontraron a los cinco sin vida”, que no, “que solo uno de los autos calcinados con un varón en la cajuela”, y al final, “que no darían información hasta no tener claro qué pasó”. Como familiar, es como para perder la cordura.
Como sociedad debemos mejorar, no podemos ser indiferentes, inmunes al dolor, no podemos seguir respirando ese hálito impregnado de maldad que dejó Calderón esparcido en el país; no podemos ser como él, no nos acostumbremos a la violencia, al abuso, a la muerte.
Esta es la segunda desaparición colectiva en la región en menos de un mes. Entre el 27 y 28 de julio cuatro mujeres desaparecieron en el municipio de Encarnación de Díaz, municipio contiguo a Lagos de Moreno. Las víctimas son las hermanas Adriana, Rosa Olivia y Marisela Saucedo Zermeño, así como Beatriz Hernández Martínez, pareja de Rosa Olivia.
Ambos casos han revelado la crisis de seguridad que atraviesa el estado, donde en mayo pasado 8 jóvenes de un call center desaparecieron y, dos meses después, sus cuerpos fueron hallados en un barranco del municipio de Zapopan.
Los jóvenes se divertían en un “Pueblo Mágico”, Lagos de Moreno en Jalisco, estado que ahora, gracias al gobierno fallido de Enrique Alfaro, es un “Pueblo Infernal”.