En el sureste del país, Chiapas para ser exactos, se vive una historia similar a la que acontece con la UDLAP, en donde una disputa familiar afecta la vida de una universidad.

El Instituto de Estudios Superiores de Chiapas, mejor conocida como “La Salazar”, con planteles en las ciudades más importantes de ese estado, es una universidad muy reconocida.

Propiedad de la familia Salazar, está institución educativa vive problemas de unos meses a la fecha, cuando la familia encontró documentos, recibos y facturas que comprueban una malversación de fondos por más de 162 millones de pesos por parte de Emilio Salazar Farías, quien además es un político que ha sido diputado federal y local, así como funcionario municipal en la capital chiapaneca.

El desaseo financiero descubierto es de tal magnitud que el ex diputado hizo uso de empresas fantasma, lo cual llevó a su separación del Consejo Administrativo.

Posterior a esta decisión por parte de la familia Salazar, según consta en una denuncia interpuesta ante la Fiscalía del estado por despojo y amenazas, el ex diputado Salazar Farias, junto con otras personas armadas tomaron por asalto el plantel ubicado en Tuxtla Gutiérrez, y profirieron amenazas de muerte en contra de Emilio Salazar Narváez y algunos otros familiares..

Ahora la familia Salazar espera que se procese la denuncia interpuesta en enero de este año y la autoridad sancione dicho ilícito del ex diputado Salazar Farías, a la par de retomar el control de las instalaciones que en este momento están en a manos del ex diputado.