En Baja California, la ex panista Marina del Pilar Ávila Olmeda desata controversia al tratar de imponer candidatos para las elecciones de 2024 y obstaculizar la posible reelección de las alcaldesas de Tijuana y Mexicali, especialmente Montserrat Caballero. La estrategia, orquestada junto a su esposo, Carlos Torres Torres, implica la incorporación de ex políticos panistas, entre ellos Jorge Ramos y Gerardo Álvarez, quienes, a través del PVEM, buscan posicionar candidatos morenistas a su conveniencia. Entre los nombres que resuenan se encuentra Erick “El Terrible” Morales, propuesto como precandidato a la alcaldía de Tijuana.
En un giro sorpresivo, ex miembros de Acción Nacional, como Jorge Ramos y Gerardo Álvarez, se unen al proyecto de Marina del Pilar Ávila, traicionando sus raíces partidistas. Esta ruptura con el blanquiazul se materializa con la intención de influir desde el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la nominación de candidatos para el próximo proceso electoral. Su objetivo principal, es, a todas luces, consolidar el control de Ávila Olmeda sobre el escenario político bajacaliforniano.
Dentro de las movidas políticas estratégicas, se destaca la postulación de Erick “El Terrible” Morales como aspirante a la presidencia municipal de Tijuana. La elección de Morales como precandidato morenista no solo levanta cejas por su pasado panista, sino que genera interrogantes sobre el nivel de autonomía real que tendrán los ciudadanos en la toma de decisiones. Este movimiento refleja el intento de Ávila Olmeda de controlar las principales posiciones políticas en esta región del país.
Las aspiraciones de reelección de la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, enfrentan obstáculos impuestos por Marina del Pilar Ávila. La gobernadora busca limitar las opciones democráticas al interior de Morena, consolidando su influencia sobre las decisiones clave. La resistencia de figuras como Caballero refleja el desafío a la hegemonía política que se intenta imponer desde la cúpula del poder.
En la búsqueda de figuras que refuercen su administración, Marina del Pilar Ávila busca reclutar al teniente coronel Julián Leyzaola, quien se sumará al proyecto gubernamental en caso de un triunfo en las urnas. La inclusión de Leyzaola, con su historial en seguridad y orden público, plantea interrogantes sobre la dirección que podría tomar la administración, así como el papel de las fuerzas armadas en la gestión civil de esta entidad fronteriza con los Estados Unidos.
El accionar de Marina del Pilar Ávila no pasa desapercibido, y genera cuestionamientos y críticas de ciudadanos que ven en estas maniobras una amenaza para la pluralidad y la verdadera representación democrática. La imposición de candidatos y la restricción a la reelección son prácticas que han despertado preocupación y descontento entre los bajacalifornianos.
@JoseVictor_Rdz
Premio Nacional de Derechos Humanos 2017