Inició agosto y con ello el cierre del cuarto bimestre del año. Las piezas siguen moviéndose. Quienes aspiran se mueven ahora con más sigilo. Eso sí, no se detienen. Primero, el presidente López Obrador les metió en cintura y les puso freno. También el INE se puso en su papel.
La carrera por posicionarse no puede ser tan burda. Hay leyes y deben respetarse. Por un lado, Morena y aliados sienten que van en caballo de hacienda.
El gobierno federal deja qué desear en diversos aspectos. Sobre todo, el económico. Mucha política y poco gobierno. Ese es el resumen de la Cuarta Transformación.
En la Alianza se ven perdidos. Deberían rentabilizar los desaciertos del gobierno. Todo queda en discurso. A los opositores les falta la operación necesaria para crecer. Los dirigentes apuestan a controlar sus partidos y con ello las candidaturas. Lo analizaremos a profundidad más delante.
Mientras, considero que así están quienes aspiran a la candidatura para la presidencia.
Claudia Sheinbaum. La jefa de gobierno de la CDMX continúa encabezando las encuestas y los careos. Recientemente se reunió con el Dr. Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa para ver temas concernientes a la innovación gubernamental. La científica e investigadora, continúa tejiendo su ruta rumbo al 2024. La CDMX dejó buenos resultados en la más reciente elección de los consejeros de Morena. Si la unción fuera mañana, el partido en el poder elegiría a Sheinbaum como su candidata, y el resultado sería ganador.
Adán Augusto López. Aunque ha crecido un poco, sigue muy detrás de la jefa de gobierno. Sin embargo, aunque no sea el más popular, si es la corcholata con mayor fuerza. Ser jefe del gabinete, le permite ‘mandar’ y operar para su proyecto. Ha sumado importantes cuadros del obradorismo a su causa. Tiene la coyuntura perfecta tanto para resultar ungido, como para garantizar su supervivencia política en caso de no ser favorecido. Desde la SEGOB puede operar la sucesión presidencial y el premio por ello, no sería nada despreciable.
Marcelo Ebrard. El canciller fue recientemente regañado en la mañanera por quejarse de que no había “piso parejo”. Tiene descuidados asuntos de la SRE por estar más ocupado en muestrearse que en atender, por ejemplo, los temas del T-MEC. Tal fue la rumorología que ayer tuvo que salir a decir que México no se saldría de los acuerdos del tratado con EU y Canadá.
Ricardo Monreal. El senador patalea y patalea fuerte. Utiliza un doble discurso en el que critica a Morena pero tampoco se confronta con el presidente. Monreal se está vendiendo caro rumbo a la sucesión. Piensa que disciplinándose la negociación para él y su grupo puede ser a la baja. El presidente de la JUCOPO en el Senado, va a la cola en la lista de “corcholatas” morenistas.
Luis Donaldo Colosio Riojas. En Movimiento Ciudadano, el amo y señor de las simpatías. No hay encuesta donde aparezca el joven alcalde que no punteé. El hijo del gran Colosio, por popularidad no para. Sin embargo, para muchos lo ven prematuro. Dudo que el partido naranja desperdicie la oportunidad de ponerlo en una boleta el 2024 aunque no sea para “la grande”. Al alcalde regiomontano le necesitan para hacer campaña.
Enrique de la Madrid. Es definitivamente el mejor perfil para competir el 2024. No ha crecido más en las encuestas porque carece de una plataforma con base social sólida para hacerlo. En términos claros, el ex secretario de turismo debería estar ya reuniéndose con la base militante de los partidos de la Alianza, pero las dirigencias actuales no se lo permiten ni lo harán. Así, es difícil. Aun siendo candidato, parece que el tiempo no le alcanzará para crecer y dar la pelea.
Gerardo Fernández Noroña. El polémico diputado sabe que es el buque insignia del Partido del Trabajo. Es un personaje del ala más radical de la 4T. Noroña se confronta con quien tiene que hacerlo para captar la atención. Le ha funcionado, a medias. Con más negativos que positivos, entre los aliados a Morena, el legislador es el más aventajado en números. Otro que venderá caro el apoyo del PT a Morena el 2024.
Ricardo Anaya. El ex dirigente panista en el exilio, limitado a sus videos y abonado a lo queda de él en el ideario de quienes no comulgan con la 4T. La alianza se diluye cada vez más. Culpa de los dirigentes sobre todo del PAN y del PRI. Tanto Marko Cortés como Alito operan para las “pluris” y para quedarse con el pastel el 2024. La sociedad civil organizada exige a la alianza que se “pongan las pilas”, algo que no se ve cómo pueda suceder.
Alejandro Moreno. Alito la quiere. Está apostando su resto para ello. La quiere para decidir las pluris y a los candidatos. Los audios que le han filtrado le han hecho mucho daño. El amparo que tenía para evitar que los famosos audios fueran difundidos ha sido revocado. La guerra en su contra seguirá. El diputado de Campeche juega para sí mismo. Seguro considera que ser candidato presidencial el 2024 puede ser el “negocio de su vida”.
Vanessa Félix en Twitter: @vanessafelixmx