Andrés Manuel es un hombre extraordinariamente inteligente e informado. ¿No lo sabe un distinguido integrante de la comentocracia, Enrique Quintana, director de El Financiero?

Pregunto porque en su columna de este lunes el señor Quintana dijo —en relación a las consultas sobre la política energética mexicana demandadas por Estados Unidos y Canadá— que “la parte sustantiva del diferendo ni siquiera es entendida por el presidente López Obrador”. Vaya un periodista arrogante.

Creo que AMLO comprende a la perfección los términos en que se firmó el T-MEC, pero está convencido —y tiene razón, sin duda— de que “la parte sustantiva del diferendo” evidentemente no es comercial, sino que está relacionada con el innegable proyecto de Estados Unidos de continuar dominando a México. Y eso es algo que ya no debe permitirse.

No es malo que un presidente de nuestro país se atreva a decir NO a la vecina potencia. La disputa con Estados Unidos y Canadá por la política energética de la 4T sin duda se resolverá, y no habrá mayores consecuencias. Para lograrlo sobra gente con talento negociador en el gobierno mexicano, como Tatiana Clouthier. Pero, ni hablar, ante el tono altanero utilizado por la USTR —alias Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos— Andrés Manuel estaba obligado a responder basado en los principios fundamentales del nacionalismo.

Lo que parece molestar a la comentocracia es que la posición del presidente López Obrador de defender la soberanía de México —así lo dice dice Enrique Quintana en El Financiero— vaya a traducirse en “condiciones ventajosas” para Morena en las elecciones de 2023 en Coahuila y Estado de México, y en 2024 en la contienda presidencial.

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“¿Habrá alguien que pueda ponerle freno?”, se pregunta el director de El Financiero. Quienes militan en la oposición no representarán ningún riesgo para AMLO y Morena si, como evidentemente ocurre, no solo no apoyan la defensa que el presidente mexicano hace de la soberanía, sino que inclusive se formen en la fila de quienes actúan como traidores.

Es dura esta palabra traidores, por supuesto que sí, pero no hay otra para calificar a quienes dan la razón a Estados Unidos y a Canadá en el diferendo sobre política energética, que podemos estar seguros será superado por el gobierno de nuestro país.

En el mismo diario que dirige Quintana, el encuestador Alejandro Moreno no pierde el tiempo buscando quién pueda frenar a AMLO y a Morena. Simple y sencillamente, se rinde ante sus propios datos y acepta que el partido de izquierda ganará la presidencia en 2024. A partir de esa realidad, juega al corcholatómetro, y apunta que en julio Claudia Sheinbaum creció, Marcelo Ebrard se estancó y Adán Augusto López retrocedió —este inclusive cayó más que Ricardo Monreal—.

En próximas encuestas veremos quién, entre las personas que aspiran a la candidatura presidencial de Morena, se beneficia más de la defensa que AMLO ha hecho de algo que debería ocuparnos a todos los mexicanos: la soberanía de nuestra nación; defensa que, sin duda, para nada afectará el comercio con Estados Unidos y Canadá, cuyas inversiones seguirán siendo bienvenidas, pero sin que sus capitanes de empresa se pasen de trompudos.