Silvano Aureoles Conejo, exgobernador de Michoacán, anda en plena huida… Abordó uno de esos avispones metálicos oriundos del estado con destino a Jalisco; de los que tenía él y su familia a su disposición para cualquier menester. Todavía no se sabe dónde anda… ¿Habrá salido de una de sus elegantes madrigueras para esconderse en otra? ¿Quién le facilitó el artefacto gubernamental?
Silvano Aureoles Conejo anda prófugo, el mismo hombre que humildemente, con un elegante y fino saco, se sentó en un banquito frente a las puertas de palacio para pedir audiencia y ser ser atendido por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Derechito y bien peinado estaba bajo el intenso rayo de sol, con una carpeta sobre sus piernas, secándose con un pañuelo blanco el sudor que le corría por la frente…
Aureoles Conejo quería más presupuesto para su pueblo, para su gente… valían la pena unas cuantas horas de drama político. Después habría de transportarse en el helicóptero de gobierno directo al helipuerto de la Casa de Gobierno en la que vivía. Ya en su morada podría refrescarse, ya fuese en la alberca o para alivianar los músculos en el jacuzzi y ya descansado y relajado descansar en la parte que habitaba. Ahí pasaba tiempo con sus dos hijas, su madre y hermanos; todos bien guarecidos ya que la puerta de acceso, los muros y los ventanales estaban blindados. A algún “depredador” le temía Aureoles Conejo, si no, ¿por qué tan precavido?
En una de las habitaciones tenía un mueble de madera con el marco para una pantalla de televisión que contaba con un mecanismo que hacía que éste se deslizara cual hoja de una puerta, dejando al descubierto una estrecha escalera de caracol con unos veinte peldaños de madera para llegar a la parte baja. A unos cuantos pasos había otra que daba a un estrecho pasillo exterior, que al abrirla, daba a una cancha de basquetbol. La Casa de Gobierno tenía su helipuerto, todo dispuesto estilo “El Chapo”, tenía Aureoles para huir…
¿A quién le temía Aureoles Conejo como para haber mandado hacer ese búnker? Este denunció durante su gobierno que había descubierto un plan del crimen organizado para asesinarlo, aunque no reveló qué grupo delincuencial estaba detrás de ello.
En Michoacán solo operan los cárteles Jalisco Nueva Generación, La Nueva Familia Michoacana, Tepalcatepec, Los Reyes de Zicuirán, Los Correa y la Antigua Familia Michoacana, los cuales se disputan el control de la producción y tráfico de drogas, así como otras actividades ilícitas, como el secuestro y las extorsiones a comerciantes.
Sigue Aureoles prófugo… El exgobernador es señalado por peculado, asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y administración fraudulenta.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo señala de haber dirigido a un grupo de colaboradores para desviar mil millones de pesos del erario destinados a la construcción de siete cuarteles.
El gobierno de Michoacán no ha podido justificar las irregularidades por casi 29 mil millones de pesos detectadas entre 2016 y 2021 que están distribuidas en 204 expedientes. El actual gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ordenó “emprender una investigación profunda de este desfalco”, que “no debe quedar impune”.
Y Aureoles Conejo prófugo…
Silvano cuenta con la estrecha amistad de Carlos Garfias arzobispo de la Arquidiócesis de Michoacán. Estrechos y benditos lazos los unen… Cuando era gobernador, le regaló a su eminencia treinta camionetas RAM doble cabina, como las que se utilizan por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), la Guardia Civil, por la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) para campañas de vacunación.
El actual gobernador, Alfredo Ramírez dijo que respecto a los vehículos “hubo desvío de recursos públicos y fueron compradas para cierto fin y se están usando para otra cosa”.
¿Para qué podría utilizar el arzobispo 30 camionetas? El santo eclesiástico Garfias afirmó que está a disposición de ser investigado por diversas situaciones, siempre cuando se apeguen al marco legal. ¿“Siempre y cuando”? ¿Diversas situaciones?
Muchos políticos poderosos deben tener graves pecados que expiar. ¿Por eso la estrecha amistad con sacerdotes, obispos o arzobispos? Que en pleno sermón los defienden, los señalan como “perseguidos políticos”, como víctimas… eso sí, nunca dicen a los feligreses los regalos que reciben, porque han de considerarlos como esos que caen del cielo.
Cúpulas de poder político y religioso. Unos bendicen, los otros regalan… Benditos secretos y perversas complicidades.
Aureoles Conejo sigue prófugo a salto de mata… Eso sí con la bendición del arzobispo. ¿En dónde estará su madriguera?