Después de varios días de estar con el Jesús en la boca con el tema del Acuario, pasó lo que tenía que pasar

El gobierno de Veracruz, con Cuitláhuac García al frente, declaró la extinción del fideicomiso en dicho recinto, armándose tremendo lío, de nueva cuenta, entre los habitantes del puerto jarocho.

En definitiva no había de otra: la solución era la más viable dada la premura del tiempo y el posible deterioro del lugar, con la segura afectación de las especies marinas que ahí habitan.

Pero en este caso como en todos, se armó las de Caín y Abel.

Dado que el tema se politizó, la sociedad está que trina, aunque, en honor a la verdad muchos no sabían que existía un patronato, que había un fideicomiso y que el gobierno del estado tenía facultad para tomar la decisión que tomó. Punto.

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Es el gobierno del estado el que está facultado para tomar el control de esta situación y que las dependencias estatales, como la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, que cuenta con personal calificado, haga su tarea, pese a que el gobierno local no esté de acuerdo.

Tiempo tuvo el patronato y la administración para dar un informe de lo que ahí ocurría y no se hizo, ¿Había que esperar más a que ocurriera otra irregularidad? ¿A que hubiera más pérdidas económicas? ¿A que todo se lo llevara el caño?

Tan solo pensarlo es absurdo y por ello, la queja de la presidenta municipal viene sobrando, pues ante la omisión hacía falta acción y eso fue lo que pasó.

El Acuario es del pueblo de Veracruz

El Acuario, que en breve será reabierto, va a requerir inversión de la iniciativa privada, inyección de recursos, mejores manejos y por ello, los habitantes de esta ciudad que hoy se flagelan y rasgan las vestiduras al tachar al gobierno estatal de autoritario, cobarde, e incluso de dictatorial, deben entender que esto va más allá de colores y partidos.

El Acuario es nuestro, independientemente de quién lo administre.

Lo que nos ocupa es estar atentos a que este incidente que nos tuvo con mal sabor de boca no vuelva a pasar y procurar estar mejor informados para defender lo propio, pues el acuario es parte del mar, de la tierra, de nuestro hábitat y queremos que funcione bien.

Por cierto...

Quien había estado muy calladito en este tema pero que ya respingo fue el ex alcalde Fernando Yunes, quien tachó de “cobarde” al gobierno del estado por la decisión que tomó.

Estaba calladito porque la mentada fiesta ocurrió durante su administración y es casi seguro que él dio los permisos para que se hiciera.

Mejor que explique por qué hasta ahora habló. Tiempo tiene de sobra, siempre está en Twitter escribiendo, dudo que desconociera el tremendo lío que se había armado, ¿no creen ?