IRREVERENTE

Les platico para que la doctora Sheinbaum se entere de cómo se las gasta el gobernador que anda tan zalamero ante ella y que incluso la defendió más que sus colegas morenistas de la Conago.

Como decía mi abuela la alcaldesa: “El interés tiene más patas que un ciempiés”.

Arre? Arre!

En el primer episodio de este tema detoné que CONARTE existe a pesar de la modificación constitucional autorizada por el Congreso de la Unión En 2016, que fue avalada por más de 17 congresos locales, incluido el de NL en febrero 2021.

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Se elevó la cultura al rango de Secretaría, para ser un derecho al que deben tener acceso todos los mexicanos, alternativa buscando paliar los nocivos efectos de la delincuencia y la inseguridad.

En consecuencia, desapareció CONACULTA y sus funciones fueron absorbidas por la Secretaría de Cultura federal, hoy a cargo de Claudia Curiel de Icaza.

Hasta ahí todo bien.

El problema es que apenas llegó al poder en 2021, Samuel emitió un decreto para crear la Secretaría de Cultura, sin aprobación del Congreso local y la dotó de un presupuesto monumental, que puso a cargo de Melissa Segura, alfil de Carmen Junco de la Vega González, de la familia propietaria de los periódicos El Norte, Reforma y Mural.

No había necesidad de cargar a esa dependencia nuevecita con una nómina tan grande, pues lo normal es crecer orgánicamente, para justificar su existencia, dependiendo del ritmo de las necesidades que vayan siendo atendidas.

Tanto presupuesto permitió que cientos de recomendados, aviadores, ignorantes en la materia y otras lacras, saturaran la nueva dependencia.

Harta polvareda ha levantado esa dependencia por sospechas de corrupción que han expuesto artistas, becarios, ex funcionarios y miembros de agrupaciones culturales que son desplazados en los planes de la dependencia.

CONARTE

Está instituido legalmente y aprobado por el Congreso, como un organismo descentralizado del gobierno, con un consejo de 24 profesionales, que son su máxima autoridad.

Bien o mal, lleva 30 años fortaleciendo proyectos que ponen a NL en el mapa del concierto cultural dentro y fuera de México.

Durante el gobierno de Jaime Rodríguez, su presidente fue Ricardo Marcos González, quien tuvo como subordinada a Melissa Segura, a quien Samuel elevó al rango de Secretaria de Cultura, cuando lo normal hubiera sido que nombrara a Ricardo para ese puesto.

Ya sabemos el por qué de tal decisión.

Está bien, CONARTE necesita una reestructuración, pero mal que bien funciona y más bien lo hace desde que, después de haber sido despedido por Samuel de las estructuras del gobierno, fue llamado por éste merced a las gestiones de Eduardo Elizondo, uno de los pocos a quienes todavía escucha el marido de Mariana Rodríguez.

Las secretarías son un estilo de gobernanza, donde el jefe decide y los demás obedecen, asumen y acatan, para ceñirse a las decisiones centrales.

La gobernanza de CONARTE es más democrática; entre todos se decide y opera, cada cual representa necesidades e inquietudes de sus respectivos gremios.

Ante esto, presidenta Sheinbaum, respetuosamente le pregunto:

¿Es conveniente que los intereses partidistas se vuelvan políticas culturales y que los temas culturales sean parte de la política?

Cuando a la cultura se le dicta el camino, deja de ser un pulso real, no tiene validez.

En el esquema actual, CONARTE depende de la Secretaría de Cultura.

La razón por la cual Melissa Segura quiere tener ambas titularidades bajo su poder, es porque CONARTE tiene más peso legal y moral ante el Congreso -que representa teóricamente a los ciudadanos- y ante los gremios culturales.

Tanto un organismo descentralizado de gobierno, CONARTE, como una secretaría, pueden garantizar la cultura para todos en el Estado.

La diferencia es que el modelo de cultura a través de CONARTE es único en el País, y un ejemplo a seguir, por las razones expuestas.

Pregúntele, presidenta Sheinbaum, a Jorge Federico Osorio, el mejor pianista mexicano vivo, que acaba de venir a esparcir su talento a estas mal gobernadas comarcas del norte, traído por contactos y gestiones de Ricardo Marcos, no por gestiones de Melissa Segura.

Veámonos en estos ojos…

La Secretaría de Cultura en la CDMX es un fracaso rotundo, y acá estaremos condenados a lo mismo si desaparecen a CONARTE y prevalece la dependencia de Cultura en manos de Melissa Segura.

Si el área de Cultura depende y se subordina a una Secretaría, iremos en retroceso.

Estaremos a merced de los designios políticos del momento, y de quien quede a la cabeza de esa unidad de gobierno, normalmente burócratas de compromiso, como los que ya señalé en mi primer artículo, y muchos otros, como éste que le comento, doctora Claudia:

CONALEP

Otro candidato perdedor que ahora es funcionario estatal, se llama Andrés Pintos Caballero, actual director del CONALEP.

A este acapulqueño que hace apenas unos años era miembro del grupo musical “Ragazzi”, no se le conoce experiencia profesional previa en educación.

No quiero imaginar cómo se sentirá -despues de leer esto- don Gustavo M. de la Garza Ortega, quien beca a los mejores promedios del alumnado del CONALEP y que incluso un edificio de ese instituto lleva su nombre.

Cajón de Sastre:

  • Del patético caso de Andrés Pintos Caballero me ocuparé mañana, cuando la presidenta de México pise estas tierras.
  • También platicaré de otros botones de muestra con que abrochan sus chaquetas, Samuel y sus cómplices.
  • Más otras duplicidades que existen en Turismo, en la dependencia de las Mujeres…