El método de selección tradicional de Morena continúa sembrando inseguridad y sospecha a lo largo y ancho del país. A pesar de que Mario Delgado sigue defendiendo las encuestas, no son confiables porque han propiciado, primero, dudas e incertidumbre en los resultados, especialmente por lo cuestionado que han sido en los últimos años al convertirse en un mecanismo desgastado.

Está por verse si ese mecanismo, a futuro, será el que determine al candidato de Morena al 2024. Y lo digo de esa forma porque, el partido guinda, tiene un gran desafío en las elecciones del próximo año en el Estado de México donde se renovará la administración estatal. No será fácil. La contienda interna está muy cerrada entre Delfina Gómez Álvarez e Higinio Martínez Miranda, senador de la República

De hecho, la diferencia entre un aspirante y otro es muy mínima. Por tal motivo, crece la desconfianza porque muchos aseguran que, en aquel territorio, los dados se cargan a favor de la Secretaria de Educación que, inclusive, tendría el visto bueno de Palacio Nacional, afirman voces.

Pero eso no es el caso. No tiene sentido asegurar entonces que habrá un proceso transparente, sobre todo si se trata de un método que ha dejado mucho que desear en otros claros ejemplos- donde la Comisión Nacional de Encuestas- metió la mano en un escenario a priori en que, una veintena de casas encuestadoras, validaron la misma información mientras la propia dirigencia de Morena daba otro dato con una medición en la que jamás encontramos evidencias.

Seguramente esa es la intranquilidad del senador Higinio Martínez que aspira a ser el abanderado de Morena en el Estado de México, pero que también ha mostrado su preocupación e inquietud porque exista absoluta democracia y transparencia. Y vaya que tiene razón: el terrero que pisará está lleno de zozobra e incertidumbre ya que, el mecanismo, no ha sido justo con los contendientes.

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A muchos les ha beneficiado cuando ni siquiera han logrado posicionarse en las encuestas. Por ello, la reacción que muestra el senador Higinio Martínez es un síntoma que ha llevado a varios actores, incluso un grueso importante de militantes y simpatizantes a levantar la mano y proponer otro ejercicio de selección. Saben que las encuestas son una simulación.

Sería una buena etapa de voluntad del partido de Morena abrir el proceso a otro mecanismo que mejor se adapte a las demandas de los aspirantes. Eso evitaría división interna; mejoraría la unidad en el cierre de las definiciones, y demostraría que la expresión da garantías de la democracia en la toma de decisiones.

Recordemos que tanto el Estado de México como Coahuila vivirán procesos electorales el próximo año. A pesar de la ventaja a favor con la que arranca éste año el partido guinda sobre el PRI y PAN en el primer estado que citamos, todo puede revertirse si estalla la división producto del mal manejo del proceso interno.

El hecho es que hay muestras ya de inconformidad por una metodología que deja dudas. Convencido de ello, el senador Higinio Martínez alza la voz. Tiene razón: la encuesta no es un método confiable ya que no hay reglas claras y transparentes. Mejor por consenso, dice.