En este espacio hemos seguido muy de cerca las vicisitudes por las que ha tenido que atravesar la fabricante de aviones norteamericana Boeing, y podemos decir, en un apretadísimo resumen, que lo que va del 2024 deja claro que no ha sido su mejor año.

Y es que no nada más son los escándalos que la rodean sobre las deficiencias en el manejo de los estándares de calidad que varios ex trabajadores han señalado; no nada más se trata de los acuerdos que no ha cumplido, ni tampoco puede pensarse que la caída del valor de sus acciones en el mercado es la culpable de su tormenta.

Esta crisis va más allá de la propia Boeing, pues ha traído como consecuencia la ralentización en la entrega de equipos a las líneas aéreas, y existen varios casos para citar ejemplos.

Una de las líneas aéreas que más depende de Boeing, es la reina del bajocosto. Nos referimos a Ryanair, quienes son fieles a esta fabricante, y que ahora se ven afectados en su crecimiento ante la falta de aviones.

El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, en diversos medios de comunicación ha externado su preocupación sobre Boeing, pues advierte que los ve sin rumbo, descolocados, y sin saber qué hacer.

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A raíz del incidente con el vuelo de Alaska Airlines, Boeing ha ido en una pendiente cuesta abajo, y nada más no pueden recuperarse. El nivel de entregas al día de hoy es muy similar al que manejaron en 2022 durante la pandemia de Covid.

Aviación Online”, medio español especializado en aviación, recupera una declaración del CEO de Ryanair, sobre el número de aeronaves: “que al cierre del año fiscal la aerolínea tenía 146 Boeing 737 MAX 200 (versión de alta densidad del MAX 8) y esperan llegar a 158 en julio, 23 menos que las pactadas originalmente con el fabricante estadounidense”

Lo que se traduce en una menor oferta para este verano, sobre todo porque debemos de tomar en cuenta que en Paris se llevará pronto la justa olímpica, por lo que es probable que se disminuyan las frecuencias, o de plano se reduzcan los vuelos en algunas rutas.

Aquí hay que puntualizar que Boeing no ha sido capaz de cumplir con los plazos que ellos mismos dieron para la entrega de aviones, por lo que se le siguen acumulando los pedidos.

Yo sé que la desconfianza no es gratuita, pero ya salió el informe policial sobre la muerte de quien iba a ser testigo en contra de Boeing, y además fuera ex trabajador del fabricante. Dicho informe confirma que su fallecimiento fue por un suicidio.

John Barnett de 62 fue encontrado sin vida a bordo de su camioneta en el estacionamiento de un hotel Holiday Inn en Charleston, Carolina del Sur; los agentes también descubrieron que llevaba una pistola en la mano, así como una nota.

Y según información dada a conocer por CNN en español “El Departamento de Policía de Charleston concluyó el viernes su investigación sobre la muerte de Barnett, y afirmó que la Oficina del Forense del Condado de Charleston determinó que Barnett se había suicidado.”

Lo que les he venido comentado en varias columnas, no es que una sea “descreída”, pero en estas ocasiones, parece que toda la maquinaria gringa se pone a trabajar a marchas forzadas para sacar adelante a la emproblemada Boeing. Pero es que el resultado de la investigación resulta por demás “sospechosa” -si me lo permiten-, porque gente cercana a él lo había visto centrado y de buen humor.

Y resalta todavía más porque la policía compartió “en exclusiva” una imagen con CNN, de la nota encontrada, la cual tenía muchos mensajes ofensivos en contra de Boeing.

Me recuerda a varios casos de supuestos “suicidios”, y más porque es evidente que Jonn Barret estaba a punto de “cantar” en contra de Boeing, pues trabajó durante años como gerente de calidad, y de hecho uno de sus hallazgos que dio a conocer a través de una entrevista al medio The New York Times, fue el descubrimiento de unos “cables” que habían sido mal fabricados por Boeing.

Ahora vayamos a lo más reciente, porque yo sigo sin salir del estupor; en medio de esta crisis por los retrasos en las entregas de los aviones, el CEO de Boeing, Dave Calhoun fue reelegido; sí lo leyeron bien, la Junta Directiva de Boeing lo reeligió, y yo me pregunto ¿y la renuncia que había presentado para hacerse efectiva a finales de este año?

Yo no sé donde tienen la cabeza los accionistas de Boeing, pero los resultados tan catastróficos que ha entregado Calhoun serían pero para no reelegirlo, tal y como el asesor Glass Lewis recomendó a los accionistas de la fabricante, derivado de la profunda crisis que atraviesan: desde la caída de la producción de aeronaves, escándalos judiciales e investigaciones en su contra, pero por alguna extraña y desconocida razón, los accionistas le dieron de nueva cuenta Dave Calhoun su voto de confianza.

En lo personal, y es solo una especulación, me huele a que les conviene más tenerlo cerca, que dejarlo libre, y ahora sí, se ponga a despotricar en contra de la fabricante; solo así sería coherente esta reelección.

Ahora con esta reelección ¿qué pasará con su supuesta renuncia? Según trascendido en varios medios de comunicación, Boeing sigue en la búsqueda del CEO que sea el líder que necesitan.

Pero reeligieron a Calhoun, y creo que la cabeza me va a explotar; entre la confirmación por parte de la policía de Charleston de que “el suicidio” sí fue suicidio yo ya no entiendo absolutamente nada.

Todo parece una tarea titánica por seguir encubriendo las pifias de Boeing, pues se suponía que para finales de febrero la armadora gringa debió presentar un plan integral para combatir sus problemas de control de calidad en la fabricación de sus aeronaves, y tenían 90 días para hacerlo, esto es, está a punto de acabarse el tiempo, pero sobre este supuesto plan integral no hemos tenido conocimiento alguno, el cual se supone fue entregado a la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés).

Por lo pronto seguiremos atentos a esta enredada trama, donde las cosas cada vez en lugar de aclararse se ponen más opacas.