TENGO OTROS DATOS
La crisis de salud provocada por la expansión de la pandemia de Covid-19 durante más de dos años ha ocasionado una depresión económica severa en México y en la mayoría de los países del orbe. La guerra que actualmente se está librando en Ucrania ha impedido que las economías en desarrollo tuvieran la oportunidad de salir de la recesión.
La conflagración bélica en el este de Europa ha generado la mayor crisis de precios de los productos básicos desde la década los setenta del siglo pasado, así como un incremento en los costos de los energéticos lo que está provocando un aumento de la pobreza sobre todo en las zonas de mayor marginación en el mundo.
El conflicto armado entre Rusia y Ucrania también ha cambiado la logística del comercio, así como los patrones de producción y consumo de la mayor parte del mundo, lo que acarrearía que los precios de los granos básicos se mantengan altos durante mucho tiempo.
Los precios de los combustibles se han ido incrementando en los últimos meses, esto debido a que la demanda de estos energéticos ha aumentado por la apertura de la actividad económica después de la pandemia de Covid-19 pero el mayor avance de los costos del petróleo, gas, gasolinas, diésel y fertilizantes se dio cuando empezó la guerra en Ucrania.
Los altos precios de los energéticos están retrasando el desarrollo de las energías limpias para combatir el cambio climático, ya que al tener que presidir del gas por su alto costo y siendo que este combustible de transición por ser menos contaminante, y preferir para la generación de energía con otras fuentes no renovables como el carbón y combustóleo que son altamente contaminantes.
Según estimaciones del Banco Mundial, el coronavirus produjo el año entre 119 y 124 millones de nuevos pobres en el mundo, cifra que podría escalar a entre 143 y 163 millones en 2022, y se tendrá aumento en la desigualdad por efecto de la crisis sanitaria.
El estudio de la institución bancaria internacional nos dice que en América Latina y el Caribe la pandemia habría elevado el número de pobres de 23.9 millones a 27.4 millones en el mejor escenario para luego descender a 26.6 millones este 2021, pero en su escenario pesimista la cifra alcanzará los 27.6 millones en 2020 y se mantendrá sin cambios para los dos siguientes años.
Mientras la economía mundial sigue recuperándose de la crisis causada por la pandemia del coronavirus, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó sobre las perspectivas financieras globales e indicó que la guerra en Ucrania desacelerará el crecimiento económico y avivará la inflación.
En su reciente actualización, la organización financiera revisó a la baja sus proyecciones de crecimiento mundial al 3.6% tanto para este año como para el que viene, una estimación inferior a la prevista en enero.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y las sanciones económicas para la nación que dirige Vladímir Putin han puesto en la mesa de discusión la gran dependencia que tiene México y el mundo hacia los fertilizantes producidos en la zona donde se desarrolla la conflagración armada, y el peligro que esta enfrentando el campo mexicano por el encarecimiento de estos productos, así como el aumento en el precio de granos.
Rusia y Ucrania ofertan al mundo el 19% del maíz, el 29% del trigo, el 31% de cebada y el 80% del aceite de girasol.
Ucrania es el tercer exportador de trigo y maíz del orbe y Rusia suministra una cuarta parte de las necesidades europeas de gas, en gran parte a través de gasoductos que atraviesan la región donde se desarrolla el conflicto bélico.
La guerra entre Rusia y Ucrania ha dejado su marca en los precios internacionales. El mes pasado el trigo alcanzó su valor máximo en 17 meses mientras que el maíz trepó a su mejor cotización desde septiembre.
México se ha convertido en el principal importador de maíz en el mundo, ya que del total del consumo nacional que es de casi 45 millones de toneladas al año, en el país se producen entre 27 y 28 millones de toneladas, el resto se importa. Se estima que las compras al exterior de maíz en 2021 cerrarán en 17.5 millones de toneladas.
El año pasado, 39.1% del consumo de México se cubrió con importaciones ante la demanda, sobre todo de maíz amarillo que se utiliza para la actividad pecuaria.
El país azteca importó el año pasado 32 mil toneladas de trigo de Rusia y 192 mil de Ucrania; también importó un millón de toneladas de fertilizantes de empresas rusas.
La fortaleza del dólar en el mercado de cambios internacional también se ha constituido como otro factor que dificulta la recuperación económica en el mundo sobre todo para los países emergentes.
El dólar fuerte está afectando el crecimiento económico en el mundo porque se da al mismo tiempo con una alta tasa de inflación y esta alza generalizada de los precios se tiene que combatir con altas tasas de interés que encarece los créditos a la producción. Se encarece el crédito, no solo en Estados Unidos, sino también en todo el mundo.
La fuerza del billete verde también hace subir el precio de los productos importados, lo cual sube la inflación, genera menos consumo e inversión fuera de los mercados estadunidenses.
Las deudas externas de los países emergentes se incrementan con un dólar en asenso ya que hay que cumplir los compromisos de pago con tasas de interés más altas e invertir más en moneda local para comprar billetes verdes.
México ha mantenido un tipo de cambio del peso frente a la divisa estadounidense estable lo que significa menos presiones inflacionarias y de paga de la deuda externa.
El Gobierno de la Cuarta Transformación pretende atajar la escalada de la inflación manteniendo los precios de los 24 artículos de la canasta básica a nivel nacional, más oferta de granos y facilidades a la importación de fertilizantes durante los próximos seis meses.
La Secretaría de Hacienda presentó hace unos días un plan, en conjunto con el sector privado para aumentar la producción de maíz, frijol y arroz, con el que busca frenar el aumento de precios que se ha observado desde inicios de año y se ha catalizado por la ofensiva rusa en Ucrania.
La dependencia que tiene como su titular a Rogelio Ramírez de la O prevé, con esta iniciativa, producir hasta 4.8 millones de toneladas más de granos en el país.
La crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, así como la guerra entre Ucrania y Rusia aunado a la fortaleza del dólar y el incremento de las tasas de interés para frenar la inflación nos hablan de un gran riesgo de aumento de la pobreza y de conflictos sociales.
Las políticas económicas que está utilizando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para enfrentar la depresión mundial son adecuadas y esperemos que tengan éxito, por el bien de México.