En Cruz Azul todos se las dan de jefes para mejorar la situación del equipo, pero nadie se compromete. Esa realidad pega fuerte a La Máquina, más cuando por el escritorio de su presidente han pasado ya los currículum de varios entrenadores para suplir a Raúl Gutiérrez y no se ve claro.
Por ahora quien ha vuelto a tomar al equipo para entrenarlo de cara al partido del viernes ante el Puebla es Joaquín Moreno, quien siempre anda apagando el fuego con el equipo y nunca, pero nunca lo van a dejar como el principal encargado del mismo.
Pero no nos desviemos del tema. Ese gran mal que aqueja al Cruz Azul vuelve a pegarle con todo y aunque hay muchos que quisieran tomar al equipo, en estos momentos prefieren esperarse a que pase el complicado calendario que tiene el equipo.
Porque el viernes visitan a Puebla, después reciben al Atlas (partido de fecha 7 pospuesto) y el 25 de febrero reciben al FC Juárez. Tres partidos en ocho días, con un equipo mal en lo mental y futbolístico. Está bien que mis compadres como Chepo de la Torre, Tony Mohamed o el mismísimo Tuca Ferretti anden buscando regresar a las andadas, pero tampoco se van a aventar ese paquetito de no tener días de entrenamiento y arrancar su paso con los cementeros con derrotas.
Eso sí, no les sorprenda que en una de esas el que sí se aviente la puntada de agarrar el equipo en estos momentos es Hugo Sánchez. Así como lo leen, el Pentapichichi ya también fue ofrecido y ese sí está a las órdenes para cuando le levanten el pulgar, confiado en que su sola presencia va a cambiar el entorno y motivar a los futbolistas, aunque muchos de ellos, sobre todo los extranjeros, no vayan a saber ni de quién se trata.
Hugo no dirige desde 2012 cuando lo hizo con el Pachuca, en una experiencia poco agradable. Bueno, después del bicampeonato con los Pumas, ninguna de sus experiencias en el banquillo fueron del todo placenteras, incluida la que tuvo con la Selección Nacional. Pero si en Cruz Azul le dicen que dirija contra el Puebla, lo toma sin bronca… bueno, si es que lo agarran en México.
Así las cosas con La Máquina, a la que han descarrilado otra vez y que todos, muchos, se han apuntado para dirigir, pero que solo uno la tomaría así como está ahorita.