“Si ahora tú te vas, pronto descubrirás
Que los días son eternos y vacíos sin mí
Y de noche , y de noche por no sentirte solo
Recordarás nuestros días felices
Recordarás el sabor de mis besos
Y entenderás en un sólo momento
Que significa un año de amor
Que significa un año de amor.”
LUZ CASAL
“Se nota que no la conoces
Que el tuyo es tiempo perdido
Pues sé que ella sabe quien eres
Y no eres su tipo
Tú, amigo; tú, pobre diablo
Tú, amigo; tú, pobre diablo
No olvides que soy perro viejo
Que cuando tú vas yo ya he vuelto
Me causas tristeza
Me das compasión, me das pena.”
EMMANUEL
El PRI tiene tres gobernadores en funciones: Durango, Coahuila y Estado de México. Estos dos últimos van a elecciones el domingo 4 de junio.
Tiene, también actualmente, los siguientes exgobernadores formando parte del cuerpo diplomático mexicano: tres embajadores, una cónsul, un propuesta presidencial de embajador que requiere la autorización del Senado y un gobernador que, todo indica, desea irse de embajador bajo el régimen de la 4t. Quirino Ordaz, exgobernador priista de Sinaloa, es embajador de México en España; Claudia Pavlovich, exgobernadora priista de Sonora, es cónsul en Barcelona; y Carlos Aysa, exgobernador priista de Campeche, es embajador en la República Dominicana.
Todos ellos fueron expulsados del Revolucionario Institucional por aceptar ser diplomáticos representando al obradorismo. Forma “diplomática” de maquillar su salida. ¿Las verdaderas causas? ¿Ceder ante lo que sería un muy desgastante llamado a cuentas? Por supuesto, los mencionados estados son hoy gobernados por Morena.
El cuarto exgobernador es Víctor Manuel Barceló Rodríguez, quien funge como embajador de México ante Uruguay. A él, el PRI no lo sacó porque solo la hizo de gobernador interino de Tabasco en 1999…
Hay un quinto gobernador que podría ser considerado del PRI, pues ahí militó muchos años, aunque llegó a la gubernatura de Quintana Roo impulsado por el PRD-PAN. Se trata de Carlos Joaquín González, quien hoy despacha, como embajador en Canadá.
El sexto exgobernador priista se encuentra en la antesala de ser ratificado por el Senado y, sí, también dejó su estado en manos de la 4t. Se trata de Omar Fayad quien ya es mencionado para ser embajador de México en Israel.
El asunto de los priistas, entregando gubernaturas y aceptando embajadas, habla por sí solo.
Sí, ya sé que son votaciones libres, secretas y donde cada quien —todavía— puede votar por quien se le dé la gana, y que la fuerza de Regeneración Nacional —dicen— se debe a que la gente confía en López Obrador. Mas no deja de ser interesante observar la correlación entre gubernaturas perdidas y embajadas “ganadas”. Casi casi una nueva definición de sinónimo.
¿Qué sigue? Miguel Ángel Riquelme Solís, actual gobernador de Coahuila por el PRI, parece no cederá la plaza ante la 4t. En cambio, el gobernador del Estado de México (la gran joya y cuna del PRI), Alfredo Del Mazo, todo indica ya “negoció” entidad. ¿Pronto hará fila para ocupar oooootra embajada mismo si Delfina Gómez fuese derrotada? Lástima ya no quede disponible España; digo, para ir a visitar a su primo Enrique…
Citando a Martha Bárcena, embajadora emérita de nuestro país y además embajadora de carrera: “mover las piezas del ajedrez exterior con fines de política interna no es solo de este gobierno. Lo triste es que López Obrador prometió lo contrario… O que se paguen favores políticos con esos nombramientos. Como si ser miembro del servicio exterior pudiera improvisarse, como si se pudiera aprender a ser embajador en tres meses” (El País, septiembre de 2022).
Y si suena como pato, baila como pato, grazna como pato, seguro es un ganso cansado. Solo que en este caso se trata de exgobernadores del PRI quienes, para no verse expuestos en la mañanera, prefieren cambiar cachuchas.
El servicio exterior mexicano de carrera puede esperar; las embajadas son usadas para acomodar a políticos de otras denominaciones que cedieron ante el régimen.
El otrora partidazo ahora solo produce diplomáticos de ocasión. Tiene más ex gobernadores haciéndola de diplomáticos que gobernadores en funciones; pésimo marcador.