Existe un documental alemán sobre la canción La Paloma, que evidentemente es la favorita de Andrés Manuel López Obrador. Curiosa coincidencia: un político ciento por ciento juarista tiene el mismo gusto musical de Carlota de Bélgica, emperatriz de México y esposa de Maximiliano de Habsburgo.

Andrés Manuel dirá, supongo, que en aquel imperio la gente republicana utilizaba La Paloma para burlarse de Carlota. Mucho más recientemente Eugenia León propuso una versión antineoliberal, que ella ha cantado en mítines de la izquierda mexicana.

La Paloma sirve para todo. Por una nota de la televisión alemana Deutsche Welle sobre el mencionado documental me enteré de algunos datos interesantes: es “la canción más interpretada del mundo”; en Tanzania “alegra los casamientos”; en Rumania “acompaña el lamento en los entierros”; en Alemania “es la canción de las fiestas”; en Hamburgo “se cree que es una canción marinera”.

El documental La Paloma intenta explicar “el secreto de la canción” y llega a la conclusión de que una de las claves de su irresistible éxito “es su capacidad de adaptación”. Tal filme se puede ver en Youtube, aquí lo dejo para quien desee verlo:

En Alemania la editorial Marebuchverlag publicó el libro La Paloma. Esa obra contiene textos de diversos músicos alemanes, 120 fotos a color y una discografía comentada. Cito enseguida, traducida por Google, la reseña del libro publicada en la web de la editorial:

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  • ‘Algunas cosas son simplemente imparables: tan pronto como están en el mundo, comienzan una marcha triunfal en torno a ellas. Como los vaqueros, Mickey Mouse o Coca-Cola, y sobre todo una canción: La Paloma’.
  • La Paloma ha sido interpretada, arreglada, impresa y tocada con más frecuencia que ninguna otra canción’.
  • La Paloma siempre se adapta fácilmente en una amplia variedad de culturas’.
  • ‘Tan ardiente como el amor mundial por esta canción es larga es la lista de sus intérpretes: desde Richard Tauber y Luciano Pavarotti hasta Humphrey Bogart y Bing Crosby hasta Caterina Valente, todos, pero realmente todos, han cantado, silbado y tarareando La Paloma’.
  • ‘La canción siempre anima a superlativos: hace unos años, más de 80,000 personas se reunieron en Hamburgo para cantar juntos La Paloma y así asegurarse un lugar en el Libro Guinness de los Récords, mientras que los lectores del mayor periódico alemán, Bild, la eligieron como el éxito del siglo’.
  • ‘El libro se publica con aproximadamente 120 ilustraciones en color y una discografía comentada de La Paloma en música clásica, jazz, pop, rock, con numerosas contribuciones invitadas de Klaus Doldinger, Ulrich Tukur, Eugene Chadbourne, Stefan Maelck, Wolfgang Bortlik, Willi Winkler’.
  • El libro contiene además ‘un folleto adicional con 4 CD con un total de más de 100 grabaciones diferentes de La Paloma. Entre ellas versiones de Elvis Castello, Carla Bley, Amon Düül II, Ilse Werner, Coco Schumann, Paco de Lucía, Freddy Quinn y muchos más’.
  • El libro, de Sigrid Faltin y Andreas Schäfler, se puede comprar por 48 euros en el sitio de internet de la editorial.

“La Paloma siempre va bien”

En algún lado creo haber leído que al compositor de esa habanera, Sebastián Yradier, no le gustaba del todo La Paloma... El pobre Yradier, todo el mundo tomó sus composiciones. Encontré lo siguiente sobre La Habanera de la ópera Carmen de Georges Bizet:

  • Bizet conoció en un viaje a Celeste Venard, apodada La Mogador.
  • “Ella compró un piano para complacer a Bizet y le dio llaves de su casa para que pudiera entrar a su antojo y componer”.
  • No hubo sexo en la relación.
  • En el café donde La Mogador cantaba Bizet escuchó la canción Ay Chiquita, sí, del autor de La Paloma, Sebastián Yradier y se enamoró de las composiciones del español.
  • George Bizet “10 años más tarde, cuando compuso la ópera Carmen, se adjudicó como propia la ya publicada melodía de El Arreglito, escrita por Yradier, y la incorporó como Avanera, que se transformaría luego en la famosísima Habanera”. Enseguida un video de El Arreglito:

Tan plagiado Sebastián Yradier

Por lo visto todo mundo ha tomado las canciones del compositor español para hacer con ellas lo que a cada quien se le ha pegado la gana. La última transformación de obra de Yradier es un himno de amor a Andrés Manuel. ¿Cursilería o estrategia política? Un mucho de ambas cosas.

Honestamente hablando, —con respeto, aprecio y admiración hacia AMLO—, prefiero la letra original de La Paloma que empieza así: “Cuando salí de La Habana, ¡válgame Dios!”.

Al escuchar el himno de amor que Eugenia León y Beatriz Gutiérrez Müller le cantaron a Andrés Manuel con la música del español Yradier, el todavía presidente de México se puso a llorar.

En cuanto me enteré pensé: “Cuando lloró AMLO, ¡válgame Dios!”. No critico al tabasqueño que vamos a extrañar porque yo también soy muy llorón: hasta con las películas tristes me da por llorar.

El colmo, en las carreras ciclistas más duras cuando un competidor ataca a lo suicida y las cosas le salen bien, a mí se me salen son las lágrimas. Como en el reciente campeonato mundial de ruta de Zúrich, Suiza, en el que Tadej Pogačar se escapó 100 kilómetros. Sus rivales pensaron que estaba loco y que no iba a resistir. Pogačar pensó que estaba loco y que no iba a resistir. Yo pensé que estaba loco y que no iba a resistir. Pero resistió y ganó. Dijo celebrando la victoria: “Un ataque estúpido deja de ser estúpido cuando tiene éxito”. Lagrimeé.

Qué bueno que no vi el llanto de Andrés Manuel —yo estaba en otra cosa—: habría llorado también.

Por cierto, La Paloma, como todo lo verdaderamente importante, tiene su origen en Grecia. Cito a Wikipedia:

  • “El tema de la canción, ‘Válgame Dios, Gonzalo es La Paloma’, puede tener sus orígenes en un episodio que ocurrió en 492 a. C., antes de la invasión de Darío I a Grecia, una época en la que la paloma blanca no era conocida en Europa”.
  • “La flota persa bajo el mando de Mardonio fue atrapada en una tormenta al pie del Monte Athos y fue destruida cuando los griegos observaron las palomas blancas que escapaban de las naves persas que se hundían”.
  • “Esto inspiró la noción de que esas aves traían a casa el mensaje de amor de un marinero que está perdido en el mar”.

Querido Andrés Manuel:

¿No te encanta la idea de que tengas los mismos gustos que la emperatriz Carlota, por cierto muy probablemente relacionados con palomas blancas de la antigua Grecia? Estarás de acuerdo conmigo en que Carlota no es un mal personaje. Me encantó lo que leí de ella en Noticias del Imperio de Fernando del Paso. En fin, La Paloma es útil en toda ocasión, y qué bueno.

Posdata. ¿Tendrá Claudia Sheinbaum una canción favorita? Ya se sabrá. Mientras se hace pública la información suplico a la gente creativa de la 4T que, si se le va a componer un himno a la presidenta, se utilice música que no sea de Sebastián Yradier, quien ya merece descansar en paz.