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El secretario de Hacienda presentó el presupuesto del gasto del último año de administración del presidente López Obrador, de esta manera el Congreso mexicano deberá analizar el proyecto de gasto y ajustar cambios en la negociación política a la mexicana. El citado presupuesto privilegia la inversión pública y la construcción de infraestructura en el sureste del país. El gasto estimado para 2024 será superior a los 9 billones de pesos.

El discurso de apoyo para obtener la aprobación en el Congreso es la inversión social, para lo cual se estima se destinará el 13% del PIB. El enfoque lo visualizan con más deuda, más gasto social y menos inflación. La SHCP estima para 2024 un crecimiento del PIB del orden del 3%, que la inflación se ubique en el 4% anual, que el barril de petróleo se ubique en 57 dólares y que el tipo de cambio sea de 19 pesos por dólar.

Así mismo la SHCP estima que la deuda pública con respecto del PIB será de niveles del 50% (del orden de los 4.5 billones de pesos). Así que la mitad del presupuesto es para pagar deuda, lo que hace que esta administración considere ingresos tributarios del orden del 15% del PIB, por lo que su acción recaudadora será estar encima de los cautivos pagadores de impuestos y en especial de vigilar a los grandes contribuyentes y cobrarles a los que tienen recursos de impugnación sin resolver en el poder judicial de la federación.

Será un presupuesto con la narrativa de gasto social dirigido a los beneficiados de sus programas sociales y asociado para apoyar, ya definido esta semana, a su candidata Claudia Sheinbaum, así que es la manera en que se busca consolidar ese voto de continuidad a través de los programas sociales, inducidos a favorecer a quien diga el presidente López Obrador.

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La propuesta busca aumentar la inversión pública en cinco segmentos clave: carreteras, puertos, red ferroviaria, aeropuertos y telecomunicaciones, principalmente en el sureste del país y en los pocos estados donde gobierna la oposición. De esta manera busca amarrar el volumen por población en el sureste de voto duro para su candidata y dividir el voto en donde es más cuestionado; en los estados poblados y desarrollados donde gobierna la oposición.

Así que la narrativa será un presupuesto cercano a 1 billón de pesos de enfoque social y desarrollo, pero cuyo principal objetivo es garantizar la continuidad de su proyecto, impulsando con la Secretaría del Bienestar todas las acciones y difusión necesaria que garanticen que su candidata es el nuevo apóstol para cumplir con su proyecto político de nación, sus sabias y moralinas palabras y repetidos mensajes.

La conclusión de las obras emblemáticas, que por diversas razones han superado sus presupuestos de manera sobresaliente, permite que el Ejército y la Marina tengan asignaciones sobresalientes en el presupuesto de 2024, que al igual que la Secretaría de Energía y la del Bienestar son los ganones en la asignación de recursos. Las que menos suerte tuvieron en el presupuesto fueron seguridad, salud y educación.

Para el poder judicial se considera un presupuesto de 85 mil mdp (menos lo que los diputados de Morena le rasuren por no alinearse). En el caso del legislativo será de 18 mil mdp. El INE tendrá 38 mil mdp considerando las elecciones y el INAI 1 mil mdp.

Claro que primero los pobres, en este caso PEMEX y CFE, que tendrán un presupuesto cercano al billón de pesos, el 52% para CFE y 48% para PEMEX. La producción estimada total es de 1.9 millones de barriles diarios de petróleo. La inversión en CFE será para mantener cuota de participación, así como ampliar la red de telecomunicaciones para internet.

Caso especial es el asunto de pensiones vitalicias para los trabajadores del IMSS, ISSSTE, PEMEX y CFE, que suman 1.3 billones de pesos, tema que afecta las finanzas. Hay miles de personas pensionadas del sector público y las paraestatales, incluso hay militares que tienen más años recibiendo pensión que años trabajados o de servicio activo, fueron jubilados al 100% a los 45 años de edad. Sin embargo, un trabajador del sector privado inscrito en el Seguro Social debe cumplir los 65 años de edad para aspirar a una pensión del 100%.

En 2024 podrán votar 95 millones de mexicanos, razón por la que el presupuesto repartirá los recursos en obras emblemáticas y pensiones del bienestar, con 30 millones de votos se gana una elección, si la mitad no vota, facilita al partido oficial obtener la victoria. Para la oposición su candidata es una opción muy divertida, mal hablada y carismática. Sin embargo, aún falta definir si hay un tercero en discordia que amplíe la oferta a un tema moderado y de reconciliación con menos apasionamientos ideológicos, que devuelva el mando civil a tareas clave de seguridad, infraestructura y transporte, así como abrir la inversión productiva al sector privado que fomenten empleo formal y desarrollo regional.

En México hay 18 millones de personas mayores de 60 años, 5 millones de personas cobran por jubilación, es decir que cumplieron un ciclo laboral establecido para ello. Pero hay 12 millones de personas que cobran pensión universal del bienestar por motivo de edad. Esto significa que hay 7 millones de personas que reciben recursos que no cumplieron un ciclo laboral en la formalidad, cifra que con la alta informalidad del 60%, año con año será una fuerte presión a las finanzas públicas.

Se puede argumentar austeridad en el manejo de las finanzas públicas, sin embargo, hay déficit fiscal, presión por el servicio de deuda y encarecimiento por las tasas de interés, así como una orientación al gasto social. Todos tenemos buenas intenciones, pero si no tienes recursos o capacidades probadas en tus proyectos, debes ser prudente y responsable, aunque la porra oficial y los medios afines, te vitoreen, hay que hacer el análisis objetivo.

El déficit fiscal no es un riesgo inmediato en calificación soberana o en las finanzas públicas y los gobiernos mexicanos son expertos en patear el bote para las generaciones que vienen atrás. Se vuelve necesario cubrir el déficit no con crédito, sino en buscar fuentes alternas de ingresos públicos y ser eficientes.

Hoy los gastos son superiores a los ingresos, si ese déficit fiscal se compara con el PIB, México promedia el 4% de su PIB que es del orden de los 19 billones de pesos, por lo que tenemos un déficit cercano al billón de pesos que debe cubrirse con deuda o dejar de dar programas sociales… Así que van a querer o no van a querer.

Twitter: @MarioSanFisan | PROMETEO (previsión/prospección) | CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios. Ex presidente nacional AMFE corporativo@fisan.com.mx