El reciente nombramiento de Cuitláhuac García como director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS) ha suscitado diversas reacciones en el ámbito político y social de México. La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el exgobernador de Veracruz asumirá este cargo a partir del próximo lunes, destacando su formación como ingeniero y su compromiso con la transformación del país.

CENAGAS, creado en 2014, es el organismo encargado de la gestión del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (SISTRANGAS). Su función es crucial para garantizar el suministro eficiente y seguro de gas natural en México, un recurso energético vital para la industria y los hogares. En este contexto, la designación de su titular debe ser cuidadosamente evaluada, considerando tanto la experiencia técnica como la capacidad de gestión del candidato.

Cuitláhuac García, ingeniero mecánico electricista por la Universidad Veracruzana, cuenta con una trayectoria política notable, habiendo ejercido como gobernador de Veracruz hasta 2024 y desempeñado roles como diputado federal. Sin embargo, su gestión al frente del gobierno veracruzano ha sido objeto de críticas por diversos sectores que señalan deficiencias en áreas clave como seguridad, desarrollo económico y transparencia.

La presidenta Sheinbaum ha defendido su nombramiento, resaltando su honestidad y compromiso con la transformación de México. No obstante, es pertinente cuestionar si su desempeño previo en la administración pública respalda esta nueva responsabilidad en un sector tan estratégico como el energético. La gestión de CENAGAS requiere no solo conocimientos técnicos, sino también habilidades administrativas y una visión estratégica para enfrentar los desafíos actuales, como la dependencia de importaciones de gas natural y la necesidad de fortalecer la infraestructura nacional.

Este nombramiento también pone de relieve una práctica recurrente en la política mexicana: la reubicación de exfuncionarios en puestos clave, independientemente de los resultados obtenidos en sus cargos anteriores. Si bien es común aprovechar la experiencia de servidores públicos en distintas áreas, resulta fundamental evaluar de manera objetiva su desempeño previo para garantizar que las designaciones respondan a criterios de mérito y competencia, y no únicamente a lealtades políticas.

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La administración de Claudia Sheinbaum ha manifestado su intención de consolidar la transformación del país, lo que implica un compromiso con la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas. En este sentido, la designación de funcionarios debe alinearse con estos principios, asegurando que quienes asumen responsabilidades en sectores estratégicos cuenten con las competencias necesarias para desempeñar sus funciones de manera óptima.

El sector energético enfrenta retos significativos, incluyendo la modernización de la infraestructura, la diversificación de fuentes de energía y la reducción de la dependencia de importaciones. La dirección de CENAGAS requiere liderazgo y una visión clara para implementar estrategias que fortalezcan la soberanía energética del país y promuevan el desarrollo sostenible.

En conclusión, el nombramiento de Cuitláhuac García como director de CENAGAS plantea interrogantes sobre los criterios utilizados para asignar puestos clave en la administración pública. Es imperativo que las designaciones se basen en evaluaciones objetivas de competencia y desempeño, priorizando el bienestar y desarrollo del país por encima de consideraciones políticas. Solo así se podrá avanzar hacia una gestión pública eficiente y comprometida con los intereses de la nación.