Ayer se cumplieron quince días del inicio de la ola de violencia en Culiacán y la zona centro del estado de Sinaloa. La ciudad funciona bajo mínimos. Quienes pueden, eligen no salir a trabajar ni enviar a sus hijos a las escuelas. En esta quincena, hubo días con percepción de enorme caos y otros de tranquilidad tensa.
La clase trabajadora se enfrenta al poco movimiento en las calles y a muchos comercios cerrados, sobre todo aquellos cuya oferta es de productos o servicios menos indispensables. Los establecimientos cierran con el ocaso y la gente elige resguardarse desde temprano.
El esfuerzo de gobierno se siente, aunque aún no se logra la certeza plena de seguridad para las familias en este momento de incertidumbre.
Pues bien, aunque esa sea una realidad, no implica que sea la verdad completa. Veamos el caso:
Existe un claro interés en generar caos y desinformación. ¿Quién o quiénes? Los opositores políticos. Estamos viendo una campaña que utiliza los cuatro factores para la construcción de una narrativa del miedo. Se subieron a la ola de violencia para montar una campaña negativa.
1. Han construido una retórica alarmista. El miedo que los propios hechos actuales y del pasado reciente es de por sí suficiente para generar incertidumbre. Existen personas que generan información que exagera la ya cruda realidad.
2. Han manipulado la información. El envío masivo de mensajes y audios con versiones de hechos, amenazas y otras barbaridades, no abonan en lo absoluto a la objetividad ni al pensamiento crítico social. Es suficientemente duro conocer los hechos, como traer más caos con audios o imágenes que no corresponden a la verdad.
3. Han explotado nuestras emociones. Apelan a la ansiedad, la ira o la frustración para alterar la compleja realidad del momento. Difunden información que genera más miedo e incluyen historias lamentables que magnifican las emociones ligadas a la frustración y a la ira que siembran en la ciudadanía un ánimo de impotencia. ¡Qué coraje lo que está pasando… y nadie hace nada!
4. Han creado un enemigo. Y paradójicamente el “enemigo” no es el generador del problema ni de la violencia. En este caso, quienes tergiversan y manipulan -repito- la ya triste y preocupante verdad, crearon una burbuja donde la idea del enemigo público es ni más ni menos, que el gobernador Rubén Rocha Moya. Implantaron la idea en un sector de la población de que el mandatario no ha hecho nada, que no sirve y que debería renunciar. Es más sencillo elegir enojarse con un gobernador que no reprime, que molestarse con los verdaderos causantes, que amenazan y destruyen.
Los adversarios del gobernador han construido entonces, una narrativa que provoca más inseguridad y ansiedad. Eso mismo, polariza a la sociedad y trae consigo mucha más tensión social. La desinformación es tal, que para la gente es facilísimo perder confianza en las instituciones. Todo ese ruido generado memes absurdos y notas escandalosas, no ofrecen soluciones verdaderas ni concretas para abordar una problemática social.
¿Y Rocha?
No les va a gustar a varios, pero pienso que el mandatario sinaloense ha sido responsable en su actuar desde el inicio. Una persona presumiblemente inocente perdió la vida este sábado durante un operativo en el sector Tres Ríos y esa baja es justamente la que da la razón al gobernador y su enfoque humanista. Claudia Sheinbaum lo dijo también, de haber entrado con más fuerza, es muy probable que estuviésemos lamentando más vidas inocentes a estas alturas. La paz llegará atendiendo las causas y no con más violencia.
La semanera de este lunes fue más que esclarecedora. Pienso también, que la lucha actual de este gobierno no solo es contra la violencia, sino contra la desinformación. En mi opinión, los esfuerzos del ejecutivo deben incluir en su agenda algunas acciones transversales.
Creo que el gobierno debe impulsar la educación crítica, que es fomentar el análisis de la información y el pensamiento crítico-asertivo. Mantener el diálogo abierto, que promueva la discusión y el debate constructivo entre sociedad y gobierno. La transparencia y rendición de cuentas son indispensables en casos como este. La promoción de la tolerancia y la inclusión, fomentar la comprensión y el respeto entre diferentes grupos, esto construye comunidad y unidad. Fortalecimiento de las instituciones, para proteger y fortalecer la democracia y el Estado de derecho.
Es fundamental ser conscientes de las estrategias políticas de los opositores que buscan generar miedo y trabajar hacia la construcción de una sociedad más informada, crítica y resiliente.
Es mi deseo finalizar esta entrega reiterando, que no pretendo esconder ni matizar la realidad que está viviendo Culiacán y Sinaloa en este momento. Creo que es importante valorar en su justa medida esa realidad.
Vanessa Félix en X: @vanessafelixmx