Las declaraciones del presidente en la cumbre latinoamericana contra la inflación fueron un despropósito y pérdida de tiempo para todos los presentes. En cuanto a política macroeconómica se refiere, México ha sido un ejemplo y caso de éxito en la región.
Desconocimiento y ridículo
Sin embargo, habiendo tanta tela de dónde cortar en cuanto a consejos se refiere, el presidente decidió hablar de política comercial, la cual tiene poco o nada que ver con las causas de la elevada inflación que aqueja a nuestros hermanos del sur, al señalar que “Podemos hacer intercambios en lo económico, en lo comercial, si nos ponemos de acuerdo y quitamos el obstáculo: aranceles, medidas sanitarias.”
Nuestra inflación de un dígito, estabilidad financiera y nuestro sistema de pagos son resultado de treinta años de construcción de instituciones y política macroeconómica responsable con visión de largo plazo. Al centro de todo está la autonomía del banco central, la cual le ha permitido enfocarse en su mandato único de control de la inflación sin someterse a presiones políticas de los gobiernos en turno. Tenemos el ejemplo reciente en 2020, cuando el presidente insistía en que Banxico le entregara a la SHCP sus utilidades de manera adelantada.
Eventualmente la ley (y la razón) se impusieron, muy a pesar de los corajes en Palacio Nacional. Sin embargo, no es la única vez que ha habido este tipo de fricciones. Los gobiernos de Peña Nieto, Calderón y Vicente Fox tuvieron todos en algún momento roces y desacuerdos con la política monetaria implementada por el Banco de México. Así como sucedió en 2020, en todas y cada una de esas ocasiones la autonomía constitucional protegió al banco central de las presiones políticas que venían, en ese entonces, desde Los Pinos.
Fortaleza de instituciones y leyes
También es importante destacar otros elementos como leyes de regulación financiera y responsabilidad hacendaria, las cuáles imponen disciplina al déficit del gobierno federal y al sector financiero, así como otros órganos autónomos como la COFECE, y órganos desconcentrados de regulación financiera como la CONSAR y la CNBV.
¿Quién lo asesora?
En resumen, México tiene mucho que ofrecer en cuanto a experiencia y mejores prácticas para domar la inflación y vacunarse contra crisis financieras, por lo que me parece lamentable que el presidente se haya enfocado en política comercial. En primer lugar, porque ya tenemos acuerdos comerciales para eliminar aranceles con prácticamente todos los países de Sudamérica. Más preocupante aún es su mención para eliminar ¡medidas sanitarias!, las cuales están destinadas a proteger la salud y la vida de las personas, de animales y vegetales. Hay de dos sopas, o esta intervención fue el resultado de la improvisación y poca preparación del presidente y su equipo, o fueron a hacerle el caldo gordo a algún sudamericano urgido de exportar productos de dudosa calidad o con estándares de salubridad bajos.
El caso de la carne
Eso ya paso con la carne de Argentina, donde AMLO anunció que permitiría importar alimentos sin los trámites que actualmente deben cumplir ante Senasica y Cofepris. Circulan versiones que señalan que existe un acuerdo entre el presidente mexicano y el argentino para traer al país esa proteína; pero el mayor riesgo sigue siendo traer carne contaminada que infecte al ganado nacional.
¿Qué más alimentos y sustancias como el fentanilo permitirán importar sin regulación y cuidado para la salud de los mexicanos? Además no sirve para el control de la inflación.
Fuera de los países atractivos para la IRD
Pero si quisiera hablar de comercio y de inversión, AMLO debió hablar de las condiciones que el país ofrece para la inversión nacional y extranjera, pero en esta última vamos de mal en peor, México quedó por cuarto año consecutivo fuera del ranking de los 25 países más atractivos para la inversión extranjera directa.
En una investigación realizada por la consultora internacional Kearney, México a pesar de lo atractivo que resulta el país por el tema del nearshoring, ha limitado su atractivo potencial con los inversionistas debido a la falta de claridad en el manejo del sector energético, ha reducido los niveles de inversión y a la vez priorizado proyectos de infraestructura que no impulsan la capacidad productiva y la certeza jurídica.
AMLO simplemente realiza una reunión con sed de reflectores internacionales que le permitan evadir compromisos legales como la posibilidad de paneles internacionales en el marco del T-MEC por la constante violación a las leyes y acuerdos comerciales firmados en el sector energético y en temas como agropecuarios. El comunicado dado a conocer esta basado en los principios “neoliberales” de comercio exterior, con una diferencia, sin el rigor que rige el comercio y las salvaguardas que se requieren para la salud, tráfico ilegal de mercancías, contrabando y otras finuras de esa índole que ponen en riesgo la economía nacional y la salud pública.
Mientras los fundamentos de la macroeconomía sigan funcionando, habrá condiciones para enfrentar de mejor manera los fenómenos que han provocado los aumentos en la inflación y no con reuniones que no van a ningún lado se podrá combatir problemas de crecimiento económico o distribución del ingreso.
Afortunadamente México sigue siendo un ejemplo y caso de éxito en la región de Latinoamérica que ha permitido desde la administración de Zedillo tener una inflación de un solo dígito.
La cumbre de los países convocados por AMLO quedó en un simple discurso populista sin ton ni son. Un ridículo más pues.
Twitter: @diaz_manuel